Turkmenistán quiere cerrar el extraño cráter que arde hace 50 años

‘Las puertas del infierno’, el cráter de 30 mts de profundidad que está en llamas desde 1971, es una de las pocas atracciones turísticas de Turkmenistán. Pero su gobierno quiere apagarlo de una vez

El espectáculo del cráter en llamas es fascinante. Foto Roderick Eime | CC

Turkmenistán es un país extraño. Dueño de una fabulosa riqueza en reservas de gas y petróleo, apenas recibe turistas por la ausencia de atractivos naturales en sus infinitas estepas y en el desierto de Karakum. Y porque sus autoridades no suelen poner facilidades para otorgar visas.

Pero los pocos que llegan -unos 6.000 al año, antes de la pandemia- no dudan en viajar a 260 kilómetros al norte de la capital Ashgabat para conocer ‘las puertas del infierno’ el metafórico (y poco original) nombre que recibe un cráter que está ardiendo desde hace más de 50 años.

La maravilla que surgió por accidente

La formación, oficialmente llamado Pozo de Davarzá, mide casi 70 metros de diámetro y 30 de profundidad, pero no es natural: es fruto de un accidente.

El crater tiene una temperatura de 400 grados. Foto Stefan Krasowski | CC

En 1971, cuando Turkmenistán formaba parte de la Unión Soviética, un equipo de geólogos que realizaban prospecciones vieron con espanto cómo sus tiendas, herramientas y equipos eran, literalmente, tragados por la tierra.

El gigantesco cráter surgió por accidente en 1971, cuando un equipo de geólogos buscaban gas en el desierto de Karakum

Habían descubierto una cueva llena de gas natural, y para evitar que el naciente cráter dejara escapar a gases que podrían ser peligrosos, decidieron prender fuego el nuevo yacimiento, con la esperanza que se extinguiera en pocos días.

Pero lleva ardiendo desde ese entonces.

Un espectáculo fascinante

El espectáculo del gigantesco socavón en llamas es fascinante, y era promocionado por el excéntrico presidente Gurbanguly Berdymukhamedov (el mismo que prohibió mencionar la palabra ‘coronavirus’ para evitar la propagación de la pandemia), quien recorrió ‘Las puertas del infierno’ en un gigantesco vehículo 4×4 en 2019.

Las puertas del infierno es uno de los pocos atractivos turísticos de Turkmenistán. Foto David Stanley | CC

Pero ahora el primer mandatario cambió de parecer y ordenó a su gabinete que tomen medidas para apagar el mítico incendio.

Las razones son para frenar el daño ecológico, proteger la salud de los habitantes de la cercana Derweze y evitar el despilfarro de este recurso natural, vital para su economía.

De hecho Turkmenistán cuenta con el 10% de las reservas naturales de gas del mundo.

El problema es que en otras oportunidades se quiso extinguir las llamas y no fue posible, como ya sucedió en 2010, informa la BBC.

En varias oportunidades, como en 2010, se intentó apagar las llamas del Pozo de Darvazá. Pero fue inútil

El Pozo de Darvazá lleva 51 años en llamas. Foto Tormod Sandtorv | CC

No es fácil en un cráter que tiene una temperatura media de 400 grados. Por ello el gobierno no descarta convocar a expertos extranjeros a que aporten soluciones para cerrar ‘Las puertas del infierno’.

Hasta que llegue ese momento, las llamas seguirán ardiendo y desde la distancia, sobre todo a la noche, se seguirá viendo el fantasmagórico resplandor que emana desde el interior del cráter.

a.
Ahora en portada