Dónde comer las mejores tapas, ostras y pulpos en Vigo

Estos bares y tabernas con tapas de raciones generosas sintetizan la mejor cocina gallega, donde nunca faltan los tentadores productos del mar

Hay tapas en Galicia que son una auténtica obra de arte. Foto Turismo de Galicia

Sin dejar de lado sus excelentes mariscos y pescados, Vigo también tiene una interesante tradición de tapas, por lo general de un tamaño contundente. De hecho los lugareños dicen que basta pasar por tres locales y probar algunas de estas creaciones con un vino o una cerveza y casi ya está cubierta la cena o la comida.

El Casco Vello, o sea el barrio histórico, presenta una docena de bares y tascas en sus calles empedradas.

Por las calles del Casco Vello

Una opción es la que propone la Dirección de Turismo, de un circuito desde la Praza da Constitución a las cercanías de la Colegiata, tomando por la calle Cesteiros, o bien transitando por la calle Real hasta Teófilo Llorente, donde conviven los bares de toda la vida con locales modernos.

Y sin olvidar la calle Joaquín Nogueira Alonso, que frente a la Alameda de Vigo es señalada como ‘el callejón de la diversión’, según indican en ViveVigo.com.

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Bares de tapas en el Casco Vello

Entre los locales más emblemáticos del centro de Vigo está Lume de Carozo (Joaquín Yañez 5), que ofrecen una interesante combinación de tradición gallega con influencias mexicanas, con platos como los tulipanes de gambón con salsa de yogur y reducción de Pedro Ximénez.  

Tapas de La Colegiala do Fai. Foto Facebook

A pasos está Juanita Gastrobar (Joaquín Yañez 4), donde además de tapas clásicas también tienen un toque exótico con los tatakis de atún, las tempuras y los woks.

Otro imprescindible es La Colegiala del Fai (Praza Igrexa, 2), con sus gruesas tostas de jamón o cecina, sus quesos curados o las tortillas. Y siempre con cerveza, claro.

La calle Joaquín Nogueira Alonso, frente a la Alameda, es señalada como el ‘callejón de la diversión’ por la concentración de bares

La Taberna de Tony (Rúa Gil, 2), abierta desde 1993, tiene una elegante sala de restaurante y una barra donde las tapas seducen, a golpe de vista, al ver el escaparte con quesos gallegos y de otras latitudes.

Atención a sus croquetas de queso de Cabrales y de marisco, así como al pulpo gratinado con queso de tetilla, los mejillones en bechamel fritos, o los langostinos al ajillo.

Tapería Stefany (Olivo 16) ofrece unas interesantes croquetas de pulpo y jamón, mientras que la Tapería Achégate (Joaquín Nogueira Alonso 4) engañada desde afuera, con una estética algo sórdida que cambia en el interior por la atención de su personal y el tamaño de sus porciones.

Caña en el Bar Komercio. Foto Bar Komercio

El Bar Komercio (Montero Ríos, 10), a pasos del puerto, presenta una elegante estética de aires marineros donde además de sus carnes a la brasa (como los chuletones) se preparan tapas como el pulpo a feira, el lacón a la gallega, los calamares o el jamón ibérico de bellota.

Ostras en Vigo

Una interesante tradición en Vigo es comer ostras en la calle Pescadería, acompañadas de una copa de vino blanco de albariño o ribeiro.

La Marina (Pescadería 5) o Casa Vella (Pescadería 1) son algunos de los locales favoritos de los locales, donde se pueden degustar las ostras de Arcade, que tienen fama de estar entre las mejores de España.

Una interesante tradición en Vigo es comer ostras en la calle Pescadería, acompañadas de una copa de vino blanco de albariño o ribeiro.

Ostras en La Marina. Foto La Marina

Otras opciones en Vigo

Fuera del centro histórico, pero a unos minutos del eje de bares en torno a la Alameda, está La Cartelería (Velázquez Moreno, 41), donde como su nombre lo anticipa, llama la atención con la gran cantidad de publicidades antiguas que decoran sus paredes.

Allí se pueden pedir los palitos de pollo crujientes con salsa alioli, los mejillones tigre, el queso camembert frito con mermelada de tomate, el revuelto de tetilla con wakame o las croquetas de ajo negro.

Una zona muy concurrida es la que va desde la Plaza del Rey al monte de O Castro, donde está la fusión de Privé & Papé (María Auxiliadora 18) que se presenta como un restaurante de ‘gastronomía molecular’ o La Primavera (Ronda de Don Bosco, 17), autores de sofisticadas preparaciones como las ancas de rana con alioli y salsa picante, según cuentan en The Train Line.

También hay que tener en cuenta la plaza de Compostela, que aglutina locales como The Othilio Bar (Luis Taboada 9) que preparan un rico risotto de verduras con huevos de corral, o en La Trastienda del Cuatro (Pablo Morillo 4), con un tartar de salmón con guacamole.

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