Cómo Grupo Freixenet logra que sus cavas sean únicos

Los cavas de Grupo Freixenet pasan por un exigente proceso de producción y control de calidad para alcanzar la excelencia

Los cavas pasan por un exigente proceso de control de calidad. Foto Miquel Monfort

Para que los cavas del Grupo Freixenet tengan esa presencia elegante y ese sabor que no se olvida, hay un complejo proceso que garantiza la calidad y seguridad alimentaria de sus productos.

Cada uno de los cavas que producen sus marcas destacan por su singularidad. Y ese concepto solo se puede lograr cuando se usan ingredientes únicos, como son las levaduras autóctonas de los viñedos del Penedès, obtenidas de cultivos propios, que permiten elaborar vinos con un bouquet especial y con aromas que se adaptan a los gustos del consumidor.

“El método de Grupo Freixenet es poco común entre las empresas del sector”, revela Manel Quintana, responsable de Enología de la compañía.

El sistema de levaduras es un sistema de multiplicación tradicional que se realiza cada día, que a través de técnicas totalmente automatizadas garantizan la fiabilidad en un volumen de 100 millones de botellas anuales.

“El método de Grupo Freixenet es poco común entre las empresas del sector”.

Manel Quintana, responsable de Enología de Grupo Freixenet.

“La mano humana sólo interviene en los procesos críticos como el cultivo de la levadura”, indica Quintana.

Científicos de diferentes disciplinas garantizan la calidad de los productos de Grupo Freixenet. Foto Miquel Monfort

Para lograr un cultivo puro

Como el cultivo donde se trabaja debe ser puro, para garantizar la calidad y la seguridad alimentaria las levaduras se introducen en un medio donde solo hay vino y azúcar, donde el material puede fermentar de forma controlada y evitando partículas indeseables.

Además los licores de expedición se introducen en una rampa de filtros que evita cualquier tipo de contaminación.

En tanto los periódicos análisis de ADN de la levadura asegura que se mantenga estable y sin mutaciones.

La sostenibilidad ante todo

Dado que Grupo Freixenet exporta a 140 países, el cumplimiento de las normativas internacionales es de suma importancia.

Por ello la compañía cuenta con tecnologías que permiten detectar las partículas tóxicas que puedan afectar la viña y solucionar rápidamente cualquier incidencia.

Los sistemas de producción están altamente automatizados. Foto Miquel Monfort

Con una fuerte apuesta por la innovación científica y tecnológica la empresa catalana se diferencia de sus competidores, ya que puede realizar un proceso que antes se realizaba de manera artesanal pero con más eficacia. Y con la sostenibilidad por delante de todo.

Un continuo control de calidad

Además del desarrollo de tecnologías propias para una producción más eficiente, sostenible, segura y con la mejor calidad, Grupo Freixenet también trabaja junto a sus proveedores para mejorar los procesos y sus materiales.

El control de calidad es continuo en todo el proceso, desde la recepción de la materia prima hasta que el producto se entrega para su distribución.

La variedad de perfiles profesionales de su personal garantiza la máxima calidad y seguridad alimentaria en el control de los diferentes componentes de cada cava, como el vino, el corcho o el vidrio.

La calidad y seguridad alimentaria son claves para el Grupo Freixenet. Foto Miquel Monfort

Las investigaciones de Grupo Freixenet

Un ejemplo de cómo Grupo Freixenet es líder en este campo es cómo trabaja para cumplir con las normas de mercados internacionales como es el de Japón.

Para poder cubrir sus exigencias la compañía colabora con diferentes universidades en la realización de estudios científicos.

La variedad de perfiles profesionales de Grupo Freixenet garantiza la máxima calidad y seguridad alimentaria de sus productos

De hecho en el equipo de investigación de la empresa se encuentra un doctor cuya tesis, elaborada con la Universidad de Barcelona, trata sobre aromas.

“Este estudio permite a la compañía detectar la sustancia que provoca el aroma y elaborar los productos que mejor se adaptan a los gustos de los consumidores”, explica Jaume Martín, responsable de Calidad de Grupo Freixenet.

Pero por supuesto que este despliegue de innovación y tecnología no está solo, porque se combina con los elementos tradicionales que son el alma del cava: la tierra y su medio natural.

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