Esta es la mejor fabada del mundo (y no se hace en Asturias)

Quizás se haya herido un poco el orgullo asturiano, pero por primera vez en los 13 años en que se organiza este concurso, la mejor fabada del mundo no se hace en el Principado sino en Madrid.

La final la ganó el Mesón Asturiano Sidrería Arturo de Madrid, tras la elección del jurado que ha probado los platos de 27 restaurantes asturianos, además de cinco del resto de España y dos internacionales.

Lo interesante es que el Mesón no solo se llevó el premio a la mejor fabada del mundo, sino que (lógicamente) también ganó la medalla de Cocina de paisaje como el mejor plato realizado fuera de Asturias.

Cómo es el Mesón

El Mesón Asturiano Sidrería Arturo es un restaurante del barrio de Hortaleza, especializado en cocina tradicional, donde las fabadas son algunas de las protagonistas de su carta. De hecho el año pasado ya habían llegado a la final de este concurso.

Otros platos de la cocina asturiana que se pueden probar allí son las orejas a la plancha, los escalopines al Cabrales, los cachopos y las ensaladas con tomates de gran calidad.

En el barrio de Hortaleza, el Mesón Asturiano Sidrería Arturo presenta platos tradicionales del Principado que van más allá de su famosa fabada

Los otros premiados

El segundo premio fue para otro restaurante de Madrid, Casa Hortensia, mientras que en el tercer lugar ha quedado La Sauceda, originario del concejo asturiano de Peñamellera Baja.

La Casona de la Montaña se llevó el premio al mejor compango (condimentos), y La Llosa se alzó con el memorial Amable Bedriñana a la mejor fabada de Villaviciosa, localidad que organiza este concurso junto con la empresa de eventos Gustatio.

Además de esos dos restaurantes madrileños, fuera de Asturias en este concurso también participaron Casa Menéndez (Águilas, Murcia), El Parador de Illescas (Illescas, Toledo) y La Cantina Iberum (Illescas, Toledo)M mientras que los dos de fuera de España eran El Fontán (Bruselas, Bélgica) e Ibérica (Londres, Reino Unido).

Qué analizó el jurado

El jurado tuvo en cuenta cuatro factores para decidir: uno es el estético, sobre cómo están dispuestos los ingredientes, la ausencia de pieles de faba flotando, el colorido de plato y su atractivo visual.

Otro es la fase olfativa, con los aromas que desprende el guiso y su capacidad de invitar a la degustación. La clave del sabor está en cómo logra que sea gustosa, con el punto justo de sal, que sea mantecosa y sin pieles molestas.

Y el último punto es el análisis del compango, donde se ve la calidad de los acompañamientos de derivados del cerdo.