8 restaurantes centenarios de Madrid para viajar en el tiempo

Baluartes durante décadas de la cocina madrileña, estos restaurantes mantienen su prestigio intacto y se adaptan a las nuevas tendencias

Fachada de Sobrino de Botín. Foto Facebook

Cuando se traspasa el umbral de estos restaurantes uno siente que entró en una máquina del tiempo. Por más renovaciones que se hagan periódicamente, cada uno de estos establecimientos conserva un espíritu a prueba del paso de los años, como se refleja en sus muebles, su decoración, las marquesinas y, por supuesto, en sus cartas que honran la mejor tradición madrileña.

Vamos a recorrer algunos de los restaurantes centenarios más emblemáticos de Madrid.

Sobrino de Botín

Comenzamos por un restaurante donde Goya trabajó fregando platos, que llevó a Benito Pérez Galdós, Graham Greene, Ernest Hemingway y a Truman Capote a alabar su cocina.

Se trata de Sobrino de Botín (Cuchilleros 17), casa abierta en 1725 que según Guinness es el restaurante más antiguo del mundo (aunque hay varios que reclaman ese título).

Restaurante Sobrino de Botín. Foto Facebook

Su especialidad son los asados en horno de leña de encina, como el del cochinillo segoviano o los corderos.

Café Gijón

Epicentro de la vida intelectual y bohemia madrileña, aquí la Generación del ’98 y la del ’27 realizaron inolvidables tertulias literarias.

El Café Gijón fue sede de las tertulias literarias de la Generación de ’98 y la del ‘27

Fachada del Gran Café Gijón, en Madrid.
Fachada del Gran Café Gijón, en Madrid.

El Café Gijón (Paseo de los Recoletos, 21), por el que pasaron Ramón y Cajal, Pérez Galdós, Pío Baroja, Gregorio Marañón o Severo Ochoa, fue fundado en 1888 y su espíritu centenario se refleja en platos tradicionales como la merluza a la vasca, los asados y las fabes. Su precio medio es de 40 euros.

Casa Alberto

En la calle Huertas 18 del Barrio de las Letras, en el mismo edificio donde siglos antes vivió Miguel de Cervantes, en 1827 abrió Casa Alberto, una de las tabernas imprescindibles en cualquier visita a Madrid.

Allí hay que probar sus callos, el rabo de toro, las albóndigas de ternera, las croquetas de jamón, el bacalao a la madrileña y sus abundantes platos de cuchara.

Restaurante Casa Alberto

No dejen de contemplar la decoración con su mostrador de ónice, las columnas de hierro forjado, la colección de botellas en los anaqueles y los juegos de medida para servir el vino.

Casa Ciriaco

La cocina tradicional como la pepitoria de gallina o el cocido madrileño impera en este restaurante ubicado frente a la Casa de la Villa, abierto en 1897 como bodega y testigo de sucesos históricos como el atentado a Alfonso XIII el día de su boda.

Ver con detalle las numerosas fotografías de sus paredes requiere varios minutos de una precisa observación.

Casa Labra

En Tetuán 12, cerca de la Puerta del Sol, esta taberna abierta en 1860 permanece inalterable a pesar del paso de las décadas.

Barra de Casa Labra

El bacalao, las croquetas y los soldaditos de Pavía son algunos de sus hitos, y mantiene la ancestral costumbre de pedir las tapas en una taquilla con mostrador y la bebida en la barra; en un local cuyas mesas vio nacer clandestinamente al PSOE de la mano de Pablo Iglesias.

La Bola

Abierta en 1870 este local de la calle Bola 5 presenta platos elaborados con carbón de encina, además de preparaciones clásicas como el cocido, los callos a la madrileña, el cordero o la merluza de la casa; que se sirven en los elegantes salones.

Las mesas de Casa Labra vieron nacer, en la clandestinidad, al PSOE de la mano de Pablo Iglesias

La Bodega de la Ardosa

El espíritu más auténtico de Malasaña permanece en este restaurante que data de 1892, donde sus 130 años se sintetizan en la colección de fotografías que tapizan las paredes.

Ya sea como tapas o raciones hay que probar su salmorejo, las croquetas o la tortilla de patatas a la cabeza.

Bodega de La Ardosa. Foto Restaurantes Centenarios de Madrid

Su vermut de grifo es famoso, y fue una de las tabernas pioneras en servir cerveza importada de la República Checa.

La Casa del Abuelo

Desde 1906 cuatro generaciones han pasado por La Casa del Abuelo (Victoria 12), donde se sigue sirviendo el vino dulce El Abuelo, junto con las gambas a la plancha o al ajillo, y que es uno de los templos de la tapa ineludibles de Madrid.

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