Telefèric, el homenaje a un restaurante que hace escuela
Heredero de un restaurante familiar de Sant Cugat, el Telefèric de Barcelona cuenta con tres locales en California y recuerda su crecimiento con una degustación por sus platos históricos

Diferentes platos del Menú Memoria. Foto Alex Froloff
Un teleférico infantil que llamaba la atención de los clientes terminó bautizando un restaurante familiar de Sant Cugat del Vallès de 1992. Aquellos niños dueños del juguete, Maria y Xavier Padrosa, hace una década continuaron con el legado de sus padres Soledad Urabayen y Ramón Padrosa y abrieron el segundo Telefèric en Barcelona (Plaza Letamendi, 26), local que celebra su 10º aniversario con una original degustación de sabores históricos.
En esos 10 años el Telefèric barcelonés se inició como local de pinchos pero fue evolucionando a una cocina de autor más sofisticada pero sin renunciar a las raíces, con una apuesta por el producto de mercado liderada por la joven chef Aziza El Bachiri.
En los 10 años del Telefèric de Barcelona han pasado varias reformas del local, la apertura de tres establecimientos en California y la inminente llegada de un cuarto en Los Ángeles
Renovaciones y expansión en EEUU
En el medio pasaron tres reformas, que actualmente permite presumir de una decoración ligeramente minimalista, con litografías y otras obras auténticas de Miró, Tàpies, Barceló y otros importantes artistas españoles. “Mi madre era marchante y artista”, explica Maria Padrosa sobre el patrimonio que cuelga de las paredes.
También fueron años de expansión. Los contactos de Xavier, tenista profesional, abrieron las puertas de tres nuevos restaurantes en California, más exactamente a Walnut Creek, Palo Alto y Santa Mónica; y próximamente, Los Ángeles; donde adaptaron el gusto español y el tamaño de las porciones al público estadounidense. “Allí todo es XXL”, bromea Maria.
El menú de la memoria
Hasta fines de octubre Telefèric presenta un menú degustación de 10 platos que recuerdan a los platillos más emblemáticos de su primera década de vida, algunos de ellos ganadores de concursos de tapas de la ciudad. Y hay varios que aún permanecen en su carta por insistencia de los clientes.
El viaje del Menú Memoria se inicia con un salmón ahumado aromatizado con cremoso de yogur que fue creado en 2012, el año de la apertura. Le sigue Ma première foie, una exquisita tosta de foie caramelizada a la plancha con configura de arándanos creada por el chef Oscar Cabezas (ahora a cargo de la expansión en EEUU). De todos los platillos probados, este es mi favorito.
El Menú Memoria está formado por 10 platillos, a razón de uno por cada año de vida del Telefèric
El 2014 se representa con el cóctel Sangría Barceloneta (cava, limonada infusionada con romero, puré de cereza y cítricos) que se sugiere solicitar al principio; y el 2015 está recordado por los buñuelos de queso de Mahón con ralladura de lima y miel (otro plato que sigue vigente).
Del 2016 llega otro de los platos estrella, el ravioli de pato Pekín con salsa de foie, y del año siguiente el canelón de rabo de toro con bechamel de trompetas de la muerte.
Más contundente es la muestra de 2018, el solomillo en llamas (el flambeo es para retratar en Instagram), y del 2019, está el taco de atún con guacamole, mayonesa de chipotle y cebolla crujiente; preparación que lo llevó a ganar como mejor tapa en el Tast a la Rambla.
El 2020 fue un año para olvidar, así que no hay tapa que lo recuerde, pero del 2021 está el brioche de tartar de salmón marinado con ralladura de lima, mayonesa de sriracha y avellana caramelizada, quefue la segunda tapa más vendida en Tast a la Rambla de ese año.
Telefèric saltó al mundo de los vinos con Raíces del Norte, tempranillos blanco y tinto DO Rioja
De postre, El Bachiri siguió en la senda de los recuerdos y preparó una mini torrija caramelizada con helado de leche merengada, un mini cheesecake con algodón de azúcar y frutos rojos y un mini carrot cake con helado de vainilla y toffee.
Otras opciones
Este menú solo se puede degustar bajo reserva previa, y cuesta 35 euros, aunque por 10 euros más se puede hacer maridaje con vinos de varias DO como Penedès, Costers del Segre, Montsant o Terra Alta; aunque lo recomendado es probar el tinto o blanco de Raíces del Norte, dos Riojas de uva tempranillo que revelan el salto del Telefèric por el mundo vitivinícola.
Fuera de esta celebración, el local mantiene sus propuestas de carnes, pescados y arroces con una bodega con 20 referencias de vinos catalanes y de otras opciones españolas, además de 10 cócteles de autor y otros tantos clásicos.