Con tentadores solomillos y arroces del Delta del Ebro: así es el renovado Tendiez de Barcelona

“El Tendiez era el restaurante del hotel y ahora es un restaurante en el hotel”. Parece un trabalenguas, pero esta descripción de Matthias Bernard, director del nuevo Sofitel Barcelona Skipper, resume el cambio que ha protagonizado este espacio gastronómico.

El anterior Tendiez, por diferenciarlo del restaurante del Pullman BCN Skipper, había hecho una apuesta por la cocina de proximidad que el renovado local refuerza pero con un añadido de sofisticación.

“No buscamos ganar estrellas, sino potenciar la calidad”, dijo Bernard a Tendenciashoy; con una estrategia para que además del habitual volumen de clientes internacionales de hotel se pueda seducir al público local.

Reserva con Booking este hotel pinchando aquí 

La nueva carta del Tendiez

La idea es que la carta acompañe a la nueva puesta en escena del Sofitel, el único hotel de esta marca de lujo de España que presenta una combinación de elegancia discreta con toques parisinos, pero sin dejar de recordar la cercanía del Mediterráneo barcelonés.

La nueva carta está firmada por el chef José Sánchez como chef ejecutivo junto con el premiado David Andrés (una estrella Michelin por el Vía Veneto); donde las propuestas se centran en platos tradicionales pero pasadas por un tamiz de elegancia.

La nueva carta está firmada por los chefs José Sánchez y David Andrés, quien lleva una estrella Michelin por el Vía Veneto

“Queremos presentar el mejor producto de la gastronomía local, buscando un punto creativo que recuerde al espíritu canalla de la ciudad”, dice Sánchez, quien propone “jugar con el arte de las tapas” y reforzar los arroces y los pescados en honor al pasado marinero de la vecina Barceloneta.

La degustación en el Tendiez

Cada plato busca una compleja amalgama de sabores, como lo pudimos comprobar con las pequeñas patatas bravas, el brioche tostado con cocktail de centolla, el pulpo a la cerveza con espuma de patata frita (no es fácil lograr la ternura en este molusco) y la esqueixada de bacalao con judías de Sant Pau.

Los tres platos del menú principal fueron un repaso en pequeñas porciones de las opciones de mar y montaña que prepara Sánchez cada día, como el arroz del Delta del Ebro en la carbonara con falso huevo frito, el fricandó de parpatana de atún rojo y una minúscula ensalada de encurtidos, y un solomillo ecológico tan tierno que ni hacía falta el cuchillo, acompañado de terrina de boniato trufada, castañas y salsa Perigourdine.

De postre, una interesante vuelta a la sencillez con el flan cremoso de vainilla con nata de chantilly.

El maitre Ricard buscó que “haya un viaje narrativo” con los vinos. De las 65 referencias de la bodega eligió al blanco Murmuri DOQ Priorat y a Les Terrasses 2017 de la misma DOQ, rematado por el Juvé & Camps Milésime.

Más opciones de la carta del Tendiez

Otras opciones que se pueden encontrar en la carta son la ensaladilla rusa con ventresca de atún, encurtidos y mayonesa de plancton; las gambas al ajillo al estilo de la Costa Brava, las croquetas de bogavante o el dumpling relleno de rabo de buey al vino tinto, foie micuit y puré de pera asada.

También están la clásica paella de pescado y marisco Tendiez o el arroz meloso de gambas de playa, así como el arroz cremoso de cinco verduras verdes y el arroz de pagés con butifarra, setas de temporada y mayonesa de pimentón de la vera.

“Buscamos reforzar la gastronomía local con el toque creativo y canalla de Barcelona”.

José Sánchez

En cuanto a carnes, se sugieren la pechuga de pollo de corral con boniato a la mostaza; el cordero relleno con setas y dátiles; mientras que en el apartado de pescados se encuentran la lubina de playa al horno con salsa de almejas, la merluza de pincho asada con panada de frutos secos, o el pescado de la lonja cocinado al horno con salsa suquet.

Una opción para tener un relevamiento más completo es pedir el menú cerrado de Los imprescindibles Tendiez, a 49 euros sin bebida.

Nueva decoración

La decoración del Tendiez también se renovó a fondo, donde el nuevo local se divide en tres espacios: una sala principal para 65 personas, el semi-reservado La Vinoteca con una mesa larga para 10 comensales, y la barra con cinco butacas donde se puede ver la coreografía diaria de los cocineros entre fogones, salsas, cuchillos y elaboraciones emplatadas con precisión de cirujano.

Quizás estas no sean las semanas adecuadas, pero para cuando vuelva el calor se puede comer o tomar unas copas en la terraza cubierta por una pérgola vegetal, todo un guiño a los bistró de barrio de París.

Vuela con Iberia a Barcelona y otros destinos pinchando aquí