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Ciao Raffaella Carrá: nuestro surrealista encuentro con El Tricicle

Carles Sans, fundador de El Tricicle, recuerda la entrevista que les hizo Raffaella Carrá en TVE, un encuentro donde la fallecida diva italiana se sumó al humor del trío catalán

A principios de los 90 estrenábamos Terrific en Madrid con el entusiasmo que lo hacíamos siempre que llegábamos a la capital.

Desde que presentamos Manicómic en 1982, ir a Madrid siempre fue como adentrarse a una ciudad divertida, de salidas nocturnas y de un brillo activo permanente que en Barcelona no se llevaba.

“Raffaella Carrá mantuvo el rol de los buenos profesionales que saben entrevistar a alguien de quien no tienen ni idea de quién es”.

Carles Sans

La primera semana había que dedicarla a la promoción del espectáculo. Eran siete días en los que tomábamos contacto directo con los profesionales de los medios, esos que siempre oías en la radio o veías en la televisión. Grandes profesionales como Joaquín Prat, Iñaki Gabilondo, Julia Otero, José María Iñigo y otros.

De repente nos veíamos entrevistados cara a cara con ellos. Éramos jóvenes y nos impresionaba encontrarnos tan cerca a esas estrellas del espectáculo o de la comunicación. Siempre recordaré la profesionalidad de Joaquín Prat, que nos hizo una de las mejores entrevistas que nos han hecho jamás.

La oportunidad con Raffaella

Entre tanta promoción, nos ofrecieron la posibilidad de participar en el programa “Hola Raffaella”, que presentaba Raffaella Carrá. Nos apetecía estar con la Carrá, que era entonces una artista de muchísimo renombre en España, y la idea de conocerla nos parecía muy divertida.

Llegamos y cruzamos la puerta de TVE en Prado del Rey; lo hemos hecho decenas de veces, y siempre he tenido una sensación muy especial al hacerlo.

Carles Sans en la entrevista que Raffaella Carrá hizo a El Tricicle.

Para los niños que crecimos viendo la televisión única, la marca TVE nos marcó para siempre, al menos a mí. Aquella importancia de la marca se contraponía enseguida cuando caminabas por entre los pasillos desangelados que llevaban a los numerosos platós. A nosotros nos tocó el Estudio Uno, el más popular de los estudios de España.

Nos maquillaron. Tuvimos que esperar sentados, frente a unos bocadillos muy poco apetecibles, en unos viejos sofás de sky de la sala VIP. Nos vinieron a buscar, ya nos tocaba; el programa se hacía en directo, así que había que estar bien a la primera. Nos anuncian: “¡Con todos ustedes. Tricicle!”

El encuentro

Salimos al encuentro de la maravillosa Raffaella Carrá, que estaba especialmente bella, y nos recibió con la simpatía y la profesionalidad que todos conocíamos. La entrevista fue muy fresca, nosotros estuvimos divertidos y ella encajó las bromas, que no fueron pocas. La gran cualidad de los buenos profesionales es que saben entrevistar a alguien de quien no tienen ni idea de quién es.

La presentación de su disco Replay. Foto Luca Piergiovanni EFE

Estoy convencido que la Carrá, más allá de lo que podían haberle informado los guionistas del programa, no sabía nada de quiénes éramos nosotros, pero nos trató como si fuera la primera fan de todas. Secundó nuestras no siempre fáciles respuestas de forma magistral.

“Se nos nos ocurrió empezar a correr alrededor de los sofás y Raffaella Carrá con Úrsula Andrews y Loles León se añadieron a la absurda vuelta”.

Carles Sans

Por si fuera poco, se añadió a la entrevista Úrsula Andrews, una actriz que se hizo famosa por ser una chica Bond, y Loles León. La entrevista transcurría por unos cauces más o menos animados cuando la Carrá nos preguntó por nuestra intervención en la clausura de los JJ OO de Barcelona, donde hicimos un exitoso maratón.

Raffaella Carrá falleció a los 78 años. Foto EFE

El Tricicle toma las riendas

Entonces se nos ocurrió empezar a correr alrededor de los sofás donde estaban sentadas las invitadas, y, ¡oh sorpresa!, la Carrá y Úrsula Andrews, al igual que Loles, se añadieron a la absurda vuelta por encima de los sofás y la mesa del set. Aquello fue una locura muy divertida que siempre recordamos.

Después no volvimos a coincidir más con Raffaella, pero siempre hemos sentido una especial simpatía por ella. Hoy aquel “Hola Raffaella” se transforma en un Ciao Raffaella, Ciao a una señora bellísima, una profesional impecable que se hizo querer por todos. Qué pena que se marchen, también, los mejores.

a.
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