8 planes para disfrutar del mar en Valencia
Windurf, paddle surf, motos de agua, atardeceres desde veleros y los primeros pasos en la vela son algunos de los programas que ofrece la costa de Valencia

Paddle surf desde Valencia. Foto Ocean Republik
Hay dos formas de disfrutar del Mediterráneo: en plan de contemplación en la playa y con algún chapuzón cuando el calor aprieta, o experimentando toda clase de deportes náuticos y actividades sobre las olas, una alternativa más emocionante y para todas las edades.
En Valencia prefieren apostar por esta última opción, con un amplio abanico de propuestas en las playas de la Malvarrosa o desde la Marina. Veamos algunas de ellas.
1. Relajarse con el paddle surf
Por suerte el Mediterráneo, como mar casi cerrado, tiene poco oleaje en el litoral del Levante.
Desde el 2008 en Valencia (como en gran parte de España) se vive un boom del paddle surf, que además de ejercitar los músculos de piernas y brazos, es muy recomendado para desconectar del mundo.
Incluso hay personas que realizan yoga al vaivén del mar.
Para los que se quieren iniciar, pueden tomar las clases de bautismo de una hora y media de Ocean Republik, por las mañanas de los fines de semana.
2. Domar las olas con el windsurf
Este mismo centro también ofrece clases de windsurf, sábados y domingos, a las 12:00 y a las 15:00, en la zona de la Marina de Valencia.
El aprendizaje dura dos horas, y si el viento ayuda, en poco tiempo los interesados aprenderán a cabalgar las olas y a buscar las mejores brisas.
3.Sentir la adrenalina en las motos de agua
Los amantes de la velocidad y sentir el viento golpeando en la cara tienen su actividad soñada con las excursiones de motos de agua.
Los días de poco oleaje son ideales para practicar paddle surf, y si se levanta viento se puede probar a domar las olas con el windsurf
Desde la Marina de Valencia Fundqads organiza paseos de 30 minutos, donde los monitores titulados enseñan a conducir y saltar sobre las olas con todas las medidas de seguridad.
4. Ver el atardecer en un catamarán navegando por Valencia
Para los que quieran un paseo más relajado y romántico se pueden contratar las excursiones de una hora y media en catamarán como las que ofrece Boramar.
Las salidas se realizan a las 19:00, y cuando el sol se posa en las sierras que rodean la ciudad se sirve una copa de la famosa agua de Valencia, hecho de zumo de naranja, cava y otros licores. El momento es inolvidable
5. Comer en pleno Mediterráneo
Tanto Boramar como la compañía Mundo Marino ofrecen salidas en catamarán mar adentro, en un paseo de dos a tres horas con comida incluida.
También está la opción de contratar excursiones de día completo, con paradas para que los pasajeros puedan nadar un rato o explorar la fauna submarina con máscaras de snorkel
6. Aprender a navegar a vela
Quien quiera tener su bautismo en la navegación a vela, aunque no tenga ni un ápice de experiencia, puede tomas las clases de iniciación del Real Club Náutico de València.
Primero se aprende la teoría de la navegación, el conocimiento de los vientos, la forma de regular los aparejos y luego, llega el momento de ponerse a prueba en el Mediterráneo.
El curso dura 12 horas, en cuatro sesiones de tres jornadas.
7. Navegar en yate y lanchas por la costa de Valencia
Los amantes de la náutica que no tienen una embarcación pueden alquilar veleros y yates de hasta 16 metros, con o sin patrón.
En Valencia es posible desde aprender a navegar a vela hasta alquilar veleros de 16 metros de eslora
También se pueden alquilar embarcaciones neumáticas o pequeñas lanchas, para las que no se necesitan tener titulación, pero sí es necesario seguir las instrucciones de los instructores de casas como Alfanáutica.
8. Diversión con el fly board
El fly board es una de las experiencias más divertidas que han llegado a las costas del Mediterráneo en los últimos años.
Se trata de una tabla hidrodeslizadora unida a una moto de agua por una manguera.
Al principio cuesta pillarle el truco, pero una vez que se aprende a dominarla y mantener el equilibrio, se pueden realizar toda clase de acrobacias. Eso sí: solo es para mayores de 18 años.
Otra alternativa igual de divertida es salir en un banana boat, donde un grupo de amigos trata de aguantar el equilibrio mientras se desliza a toda velocidad impulsado por una lancha. Las risas están aseguradas.