Las calles de la City de Londres se convierten en una galería de arte

Una veintena de esculturas lucen entre oficinas, plazas y calles del distrito financiero de Londres en una nueva edición del festival de arte urbano ‘Esculturas en la City’

Jesse Pollock firma una de las nuevas esculturas que han aparecido en la City de Londres. Foto: ©Nick Turpin.

Quien pasee estos días por la City de Londres puede encontrarse, al doblar cualquier esquina del distrito financiero, con un sandwich gigante de hormigón, un granero de brillante color naranja, árboles de aluminio, casitas para pájaros en forma de frutas tropicales o caracoles con extremidades humanas.

Llamativas e ingeniosas, se trata de las instalaciones artísticas que integran el festival ‘Sculptures in the City’ (Esculturas en la City), que cumple su undécima edición entre creaciones extrañas y maravillosas firmadas por artistas consolidados y emergentes.

Arte en la City

Incluso el mercado más famoso de la conocida como Square Mile, el Leadenhall Market, se ha transformado con la instalación artística Invasion, de Shezad Dawood, una escultura de neón en forma de monstruo invasor que salta de los videojuegos al ámbito público.

‘We are all alone’, Emma Smith. Foto: ©Josh Murfitt.

También aquí Emma Smith proclama en un mismo neón que “Todos somos uno” y “Todos estamos solos” y unos pasos más adelante la taiwanesa Jun T. Lai firma el colorido Bloom paradise, un conjunto de grandes flores que recuerdan a un parque infantil y que, según la creadora, simbolizan esperanza y amor en un mundo convulso.

De las 20 obras, que se podrán ver durante los próximos 12 meses, un total de 12 son nuevas, mientras que las 8 restantes se mantienen de la pasada edición. Todas se ubican en los puntos más emblemáticos del antiguo Londinium romano.

Arte para el optimismo

Conforman un parque escultórico cambiante y en evolución que alegra esta parte de Londres y que, particularmente en esta edición, explica la directora artística de Sculpture in the City, Stella Ioannou, expresan optimismo tras los difíciles momentos vividos en la pandemia, siempre en combinación con la jungla de rascacielos poblados por bancos y aseguradoras, viejas iglesias y monumentos.

‘Bloom Paradise’, Jun T. Lai. Foto: ©Nick Turpin.

Para disfrutar de la colección, se puede reservar un paseo guiado y consultar una aplicación gratuita, en un intento por atraer a más turistas y londinenses a la ‘milla cuadrada’, que ha quedado algo vacía después de la crisis sanitaria.

Así, puede verse, por ejemplo, el Sandwich de Sarah Lucas, un ejemplo de cómo la elite y el proletariado se mezclan gracias a una obra de arte que es un homenaje al más humilde de los almuerzos.

A pocos metros de esta escultura, cerca de la capilla de Santa Helena, se erige Summer Moon, de Ugo Rondinone, un olivo sin hojas de aluminio esmaltado en blanco, que alude simultáneamente a la vida y la muerte.

En el pasaje de Beehive puede verse Symbols, un conjunto de 30 banderas de la comunidad LGBTQ+ que incluyen, desde la Bandera del Orgullo Gay original diseñada por Gilbert Baker en San Francisco en 1978 hasta la más reciente de Daniel Quasar de 2018.

‘Sandwich’, Sarah Lucas. Foto: ©Nick Turpin.

Graneros y caracoles con piernas

Una de las esculturas más llamativas, especialmente por su contraste con el gris de las fachadas, es The Granary, de Jesse Pollock (en portada de este artículo), una réplica de uno de los graneros de su pueblo natal en el condado inglés de Kent que aquí aparece construido en brillante acero teñido de color caramelo.

También despierta el interés de los viandantes Earthing, de la artista emergente Jocelyn McGregor. Ubicada en Aldgate Square, entre la iglesia de St Botolph y The Aldgate School, una especie de pared de piedra parcialmente desmoronada habitado por extrañas criaturas, desde conchas de caracol con extremidades humanas a serpientes con las piernas cruzadas en un intento de su creadora de explorar las interconexiones entre los mundos sintético y orgánico en los espacios urbanos, con el cuerpo humano como hilo conductor y el objetivo de reconectar al espectador con la tierra.

‘Earthing’, Jocelyn McGregor. Foto: ©Nick Turpin.

Cosmos, de Eva Rothschild, y Miss, de la irlandesa Emma Louise Moore, son otras dos obras que amenizan el tránsito por las calles de la City, esta última ofreciendo un juego de luces y sombras a medida que el sol hace su recorrido.

Un paseo por la City

El festival busca atraer a esta zona de Londres a un público más allá de los trabajadores de las grandes multinacionales que ocupan los rascacielos que, como consecuencia del teletrabajo, se han reducido en torno a un 35%.

Además de su singular ruta escultórica, la City alberga otras joyas culturales, como el centro Barbican de exposiciones y conciertos, el Museo de Londres o la catedral de San Pablo.

También sorprende encontrar aquí, dentro del edificio de Bloomberg, el Mithraeum, que esconde el resto de un templo romano del siglo II d.C. y es uno de los yacimientos arqueológicos más importantes del país.

También obras de los grandes arquitectos contemporáneos -casi todos han dejado aquí su sello- como las oficinas centrales del Rothschild Bank, de Rem Koolhaas, y de la mencionada de Bloomberg, de Norman Foster, que firma también del edificio 30 St Mary Axe, llamado The Gherkin, o el centro comercial One New Change, obra de Jean Nouvel.

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