La pasión de Picasso por el mundo del vino brilla en Burdeos
La Ciudad del Vino presenta una ambiciosa muestra sobre la relación de Picasso con esta cultura, a través de 80 obras que invitan a un viaje artístico y enológico único

‘Bacchanale’, obra de Picasso de 1955. Imagen RMN-Grand Palais – Didierjean – Succession Picasso
Aunque Burdeos siempre merece un reportaje propio hay que presentarla por acoger la interesante exposición Picasso, la efervescencia de las formas, que se organiza en la imponente Ciudad del Vino hasta el 28 de agosto.
Burdeos no es solo una de las grandes capitales del vino del mundo. Ahora mismo es una pequeña metrópoli fácil de caminar, en la que la ecología y la sostenibilidad han erradicado el tráfico rodado (o casi), con un moderno tranvía omnipresente y silencioso que cruza la ciudad.
Es una ciudad francesa con sus fachadas recuperadas, con sus construcciones clásicas y sus elegantes paseos al borde del Garona que justifican una escapada; y a la que es muy fácil llegar, gracias a los vuelos directos de Vueling desde Barcelona y Palma.
Antiguas historias en la joven Burdeos
Es una ciudad con un tercio de su población menor de 35 años, hogar de historias milenarias como las de Leonor de Aquitania y Ricardo Corazón de León, la del movimiento girondino de la Revolución Francesa que fue aplastado por la guillotina jacobina, la de Goya huyendo de la restauración borbónica, la del adiós a De Gaulle con los nazis en las puertas.
Y así como Goya la eligió para morir, Burdeos eligió a Picasso para vivir a través de la Ciudad del Vino.
Cómo es la Ciudad del Vino
Esta es una exposición permanente, interactiva y única en el mundo sobre la cultura del vino. Con más de 400.000 visitantes año (la mitad extranjeros, y con el español en igualdad de condiciones) es el cuarto museo más visitado de Francia.
Museo Magnelli, Vallauris. © François Fernandez / Musée Magnelli, musée de la céramique, Vallauris © Succession Picasso 2022
Así como Goya eligió Burdeos para morir, esta ciudad eligió a Picasso para vivir a través de la Ciudad del Vino
Pero no es un museo del vino, la idea es realizar un recorrido virtual sobre los viñedos del mundo con exposiciones temporales, talleres, catas y acontecimientos culturales dirigidos a todos los públicos, sean profesionales o iniciados.
Su arquitectura atrevida y singular se inspira en los remolinos del río Garona y en el vino, con su forma de gigantesco decantador que recuerda al líquido que gira en la copa. O al menos esa fue la idea del estudio de XTU Architecs.
La muestra sobre Picasso
Cada primavera, la Fondation pour la culture et des civilisations de vin presenta una gran exposición artística en torno a una temática específica vinculada al vino.
La muestra es comisaria por el historiador y crítico de arte Stéphane Guégan, autor de libros sobre pintura y literatura en los siglos XIX y XX, desde el Romanticismo francés hasta Picasso, a quien ha dedicado varias obras.
La muestra, “revela la profusión de evocaciones simbólicas o formales del vino y el alcohol en las obras de Picasso y la extraordinaria creatividad de su autor, que no puede reducirse a un solo estilo o medio”, dijo Marion Eybert, responsable de proyectos museísticos de la Ciudad del Vino.
Según detalló, la exposición pone de relieve “el lugar ocupado por el vino en la carrera del pintor, en la que se mezclan la embriaguez por la vida, de los sentidos y de las formas”.
La idea es mostrar la efervescencia creativa del malagueño, a través del ingenio y el dinamismo creativo que le acompañaron durante toda su vida.
En la muestra se puede ver, por ejemplo, qué lugar ocuparon el vino, las botellas, los vasos y algunos licores populares como el emblemático Anís del Mono en su obra.
El viaje por la obra de Picasso se realiza a través de pinturas, dibujos, cerámicas, esculturas, vídeos y otros recursos, así como carteles y botellas.
En total son 80 obras, algunas aportadas por el Musée National Picasso-Paris y el Museo Picasso de Barcelona, así como por coleccionistas privados
Otras miradas picassianas al mundo del vino
De sus primeros cuadros con referencias a la Eucaristía con la sangre de Cristo se pasa a sus años de bohemia juvenil en Barcelona, en cafés como Els Quatre Gats.
En la exposición desfilan diferentes representaciones de la cultura del vino y de sus implicaciones religiosas o mitológicas
En el período cubista deconstruye las formas de las botellas, para luego conocer la relación con artistas e intelectuales como Max Jacob, André Salmon, Guillaume Apollinaire, Jean Cocteau en los bares de París.
En la sección ‘Los tiempos de Baco’ se repasa su fascinación por el arte clásico y las ánforas decoradas.
La libertad creadora que tuvo en la Costa Azul se refleja en ‘El alfarero de Vallauris’, donde expandió su arte a platos, cerámicas y fotografías.
En la última sección, ‘Vuelta a la infancia’, se muestra cómo para Picasso la embriaguez más feliz es la de estar en familia como en su niñez.