Viaje por la vida en alta mar a través de 20 tapas

¿Qué tiene que ver la antigua vida marinera con la gastronomía? Pues mucho, porque 20 restaurantes del barrio barcelonés de Poble Sec presentan tapas creadas a tono con una exposición del Museo de Arqueología de Cataluña

‘In alto mare’, tapa de Zaza Cuina i Vi para la Arqueotapa. Foto Bernat Rueda Crespo

Los fondos de los mares, ríos y lagos son como libros abiertos de historia, silenciosos guardianes de miles de naufragios cuyos restos arrojan luz sobre la vida en alta mar, el comercio, la construcción de los barcos y hasta sobre la alimentación a bordo.

Varios de estos aspectos se pueden descubrir en la exposición Naufragios. Historia sumergida que desde el 28 de abril presentará la sede de Barcelona del Museo de Arqueología de Cataluña.

La muestra también permite conocer el trabajo que desde hace 30 años realiza el Centro de Arqueología Subacuática de Cataluña (CASC), donde en una escenografía de 1.000 m2, que imita un fondo marino, se pueden descubrir las técnicas y los equipos para desentrañar la historia oculta en los lechos de los océanos y ríos.

La exposición permite conocer los secretos de la arqueología submarina. Foto Museo de Arqueología de Cataluña

La Arqueotapa

En paralelo a este viaje por las profundidades el museo y el proyecto cultural Menja’t Montjuic lanzan la segunda edición de Arqueotapa, que invita a participar de un recorrido gastronómico por 20 bares y restaurantes de Poble Sec donde se homenajea a la cocina marinera de siglos atrás.

Las 20 tapas está inspiradas en la cocina de los antiguos viajes por alta mar, con pescados, legumbres y quesos, entre otros ingredientes

Sashimi de salmón marinado de Tast. Foto Bernat Rueda Crespo

Cabe recordar que hasta hace 150 años atrás los viajes por alta mar se realizaban sin condiciones óptimas de refrigeración, donde había que llevar alimentos que puedan aguantar hasta llegar al próximo puerto.

La dieta básica de las tripulaciones consistía en pan sin levadura de doble cocción, carne y pescado salado, legumbres, harinas, cereales, arroz, queso, membrillo, aceite y vinagre.

Para los alimentos perecibles, se optaba por métodos de conservación de larga duración como los salazones, los adobos, los fermentados e incluso el azúcar, para confitar fruta.

Caballa encurtida con farinata de Bagaria. Foto Bernat Rueda Crespo

Las tapas de la vida marinera

Tomando esos alimentos y métodos como inspiración, los locales gastronómicos de Poble Sec presentan 20 tapas que se podrán degustar entre el 29 de abril y el 22 de mayo.

Entre ellas están las migas con bacalao de Bodega La Tieta, las sardinas ahumadas sobre una picada de tomate seco de Carmesí, el escabeche de pescado Nikkei de El Patán de Poble Sec, el puerro con cantonales de La Cañada o la orza de presa ibérica y verduras escabechadas de Palocortao.

Atarraya de atún rojo de Sec Brunch. Foto Bernat Rueda Crespo

También se pueden degustar el pequeño tagine del marinero de Petit Montjuïc, la atarraya de atún rojo de Sec Brunch, el sashimi de salmón marinado con espuma de mascarpone de Tast y la ración marinera de Testa de vins.

Y sin olvidarnos de las carabelas de Malevo, el bacalao con pasas y cracker de centeno de El Carro Gros, las galletas marineras de Bodega Saltó y la caballa encurtida con farinata de Bagaria, entre muchas más.

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