Hayedos, cascadas y bosques encantados: 5 paisajes mágicos del otoño en Burgos

Teñidos de rojo, marrón, ocre y amarillo, estos cinco bosques de Burgos se cuentan entre los mejores mejores paisajes otoñales de Castilla y León

El bosque ‘encantado’ de Santa Cruz del Valle Urbión. Foto Turismo de Burgos

El día arranca con nieblas que esconden hermosos valles en Burgos. Cuando los rayos de sol la traspasan dejan a la vista tupidas alfombras de hojas de mil colores que invitan a sumergirse en el Pantone del otoño, a aspirar el olor de la naturaleza, a abrazar árboles vestidos de ocres, naranjas, amarillos y rojos vibrantes, a encontrarse con arroyos y cascadas salpicados por cascadas.

Ahora que el famoso clima frío de Burgos todavía es tolerable es el momento de salir a conocer algunos de sus bosques más espectaculares, donde la frondosa vegetación atesora centenarios ejemplares de hayas, pinos, encinas y robles que se asemejan a rascacielos rurales de ramas y hojas.

En estos entornos, el río Urbión dota de vida a la naturaleza, con cascadas que otorgan una postal bucólica a los valles, en zonas de hayedos que hacen gala de sus cambios de traje verde por el arcoíris melancólico de amarillos, rojos, marrones y ocres.

Hayedo en Santa Cruz del Valle Urbión

En el entorno del río Urbión, con cascadas que otorgan una postal bucólica al paisaje, encontramos uno de los bosques más espectaculares de Burgos en otoño: el hayedo de Santa Cruz del Valle Urbión, donde los colores de los bosques matizan con las cumbres nevadas del pico San Millán.

Santa Cruz del Valle Urbión. Foto: Turismo de Burgos.

Ese río es hogar del hayedo más grande de la provincia burgalesa, solo interrumpido por arroyos y barrancos que dan paso a la Sierra de La Demanda.

En este entorno se pueden realizar varios recorridos, como el que lleva a las Cascadas de Altuzarra o la ruta de Enrique del Rivero que conduce al haya más famosa de Burgos.

Si hay suerte, por ahí se puede ver un huidizo ciervo o algún distraído lirón que ya está pensando en hibernar.

Hayedo de Urrez

Basta conducir media hora desde la ciudad de Burgos para ver cómo los pinos forman una pared verde y marrón sobre la Sierra de La Demanda, que luego deja paso a formaciones de robles y hayas.

Bosque de Urrez. Foto: Turismo de Burgos.

En el pueblo de Urrez el bosque adquiere una estética romántica, decadente, con sus túneles de vegetación que envuelve al caminante.

Si la niebla no está presente y hay cielos despejados se puede divisar la capital desde las faldas de la sierra.

En el pueblo de Urrez el bosque adquiere una estética romántica, decadente, con sus túneles de vegetación que envuelve al caminante

San Zadornil

En el Parque Natural de los Montes Obarenes hay tramos boscosos donde las ramas que se elevan crean un paisaje que, con un poco de imaginación, en Burgos califican como la ‘Nueva York de los bosques‘.

Comparaciones aparte, ya sea a pie, en bicicleta o a caballo se pueden ver las imponentes presencias de encinas, pinos, madroños, secuoyas y bojs, entre otros ejemplares.

Bosque de Las Pisas. Foto Turismo de Burgos

Tanto los bosques de Artzena como el camino hacia Villafría de San Zadornil o los senderos que llevan a Revillallanos ofrecen paisajes que oscilan entre lo mágico y lo fantasmagórico; con el añadido de las ruinas de algún molino abandonado.

Bosques de Obécuri y Bajauri

Seguramente llamará la atención al visitante la cantidad de sonidos de pájaros que hay en los bosques de Obécuri y Bajauri, en el Condado de Treviño, con una de las mayores concentraciones de aves de pico mediano de la Península.

Aquí hay una ruta circular muy sencilla, en un camino flanqueado por hayas y robles, en donde se puede cruzar alguna ardilla, quizás un jabalí y, en una de esas, un corzo que seguramente habrá huido antes que uno se de cuenta.

La cascada de Las Pisas

Si hablamos de bosques encantados (perdón por el topicazo), en Burgos aseguran que ninguno iguala al de Las Pisas, en el corazón de Las Merindades.

El bosque de Las Pisas, con su cascada, tiene todos los ingredientes para ser considerado un auténtico bosque encantado

Allí se puede ver la iglesia románica de Viallabáscones de Bezana, punto de partida de una ruta con saltos de agua, puentes rústicos y piedras que ayudan a sortear las aguas.

Bosque de Las Pisas. Foto Turismo de Burgos

Entre el valle de Valdeportes y el de Valdebezana la vegetación imperante son de musgos y líquenes, mientras que a orillas del río Gándara crecen grandes hayas, robles, avellanos y acebos.

Es una zona buscada por los cazadores de setas, que se encuentran bajo la luz tenue que se filtran entre las copas de los árboles.

Y en un momento, llega un suave rumor que crece a medida que uno camina: es la cascada de Las Pisas; un rincón que sintetiza la belleza de los bosques de Burgos.

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