Cinco barrios para conocer una Palma diferente

Hay una forma alternativa de conocer la capital de Mallorca, y es recorriendo las calles de sus cinco barrios más emblemáticos

Los colores del barrio Santa Catalina. Foto Tommie Hansen – Flickr

Hay una forma diferente de conocer la capital de Mallorca, y es recorriendo las calles de sus cinco barrios más emblemáticos

Si la época de sol y playa ha quedado aparcada hasta el año que viene, es momento de conocer Mallorca de otra manera. Y una es explorando los barrios de Palma.

El pasado y el presente, algunas reliquias de la Edad Media que dialogan con edificios modernistas, un ambiente por momentos de pueblo y un par de calles más allá, de estética cosmopolita.

Santa Catalina, el espíritu bohemio

Este recorrido lo podemos iniciar en Santa Catalina, el barrio que conserva el espíritu del antiguo barrio de pescadores, donde salta a la vista la belleza de sus casas tradicionales de colores.

Aquí está el mercado más antiguo de la ciudad, donde se pueden encontrar los mejores pescados frescos del día, así como una interesante gama de productos gourmet.

Los colores del barrio Santa Catalina. Foto Isabel Ensenat Nicolau

Actualmente Santa Catalina es el barrio bohemio por excelencia, con una animada vida nocturna y con una interesante oferta gastronómica.

Sa Calatrava, el corazón histórico de Palma

Detrás de la catedral de Palma se encuentra el núcleo histórico de Palma. Se trata de Sa Calatrava, un dédalo de calles empedradas lleno de iglesias, palacetes y unos bonitos patios que valen la pena visitar.

Ventana al barrio de Sa Calatrava. Foto Elena Campos | Visit Palma

En Sa Calatrava se encuentran algunos de los edificios históricos más interesantes de Palma, como los baños árabes y la catedral

Entre los sitios de valor histórico y cultural que tienen que ser tenido en cuenta están los Baños Árabes, el Museo de Arte Contemporáneo de Es Baluard y el Palacio Real de la Almudaina, entre otros.

La Lonja: aires góticos del siglo XXI

El edificio gótico de La Lonja, construido entre 1420 y 1453, bautizó a este barrio, donde también se pueden encontrar numerosos palacetes con siglos de historia, que gracias a diversas reformas ahora se presentan como elegantes hoteles boutiques.

El barrio La Lonja por la noche. Foto Leonardo Serrat

En la calle Apuntadors así como alrededor de la plaza Drassana se congrega un buen número de bares, tabernas y elegantes restaurantes; que en los alrededores se expanden con locales para escuchar música, tiendas de lujo y galería de arte.

Portixol: la ventana hacia el mar

A unos pocos kilómetros del centro de Palma, dueño de un bonito paseo marítimo que en otoño adquiere un encanto diferente, el Portixol es un antiguo barrio de pescadores que se convierte en una meca gastronómica para esta época del año.

El paseo marítimo del barrio del Portixol. Foto Fay Mitchell

En el Portixol se conservan las antiguas casetas de los pescadores, para recordar los orígenes marítimos del barrio

A pesar de su transformación en punto de encuentro cosmopolita, todavía se conservan encantadoras cabañas de familias dedicadas a la pesca para recordar las raíces del barrio.

El barrio judío de Palma

Durante la Edad Media Palma tuvo una de las juderías más importantes de España, hasta que la expulsión de 1492 desterró a la mayoría de sus habitantes, y muchos de sus edificios fueron derribados o reconvertidos.

Fuente del antiguo barrio judío. Foto Visit Palma

El antiguo Call Maior era como una ciudad independiente, rodeada de murallas. Para conocer su historia se sugiere visitar el Centre Maimó Ben Faraig, donde también funciona una oficina de información turística.

Otra forma de acercarse a la historia judía es pasar por la iglesia de Montesión, levantada sobre la antigua sinagoga mayor, en donde sobrevive trozos del muro original.

Como es tradición en la comunidad judía, todavía se mantiene la costumbre de dejar pequeños trozos de papel con deseos entre los bloques.

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