West End, el barrio que no te puedes perder en tu próxima visita a Glasgow

En West End las tendencias marcan el norte: nuevos locales gastronómico y tiendas de diseño conviven con museos emblemáticos y antiguas destilerías

El Riverside Museum, en el río Clyde. Foto Turismo de Glasgow

Si uno llega a Glasgow quizás lo primero que decida ir a ver es su centro histórico, así como su catedral gótica, el esplendor de la plaza George Square, el edificio renacentista del ayuntamiento o las propuestas culturales de la ópera, el ballet de Escocia o el Teatro Nacional.

Está muy bien, pero si hay posibilidad de quedarse un par de días más, es el momento de dirigirse a la zona de West End, que como su nombre anticipa, está al oeste de la antigua ciudad medieval.

El refugio de la aristocracia escocesa

El hacinamiento y suciedad del centro llevó en los siglos XVIII y XIX a las familias más pudientes de la ciudad a construir sus residencias más allá del puerto del Clyde, muchas de ellas aún reflejan los años de opulencia de terratenientes y aristócratas.

A lo largo del río Clyde se concentran varias atracciones populares como el Riverside Museum y el Tall Ship, que invitan a conocer la historia marítima de la ciudad. No muy lejos está la destilería Clydeside, clave para degustar la potente tradición del whisky de estas tierras.

Rincones para descubrir en el West End. Foto Turismo de Escocia

Las callejuelas del West End

Sin embargo  el viaje al pasado más bonito se da en las pequeñas callejuelas empedradas de este barrio, que es cierto que pueden estar un poco densas de visitantes cuando el difícil clima escocés da una tregua de sol y buena temperatura.

Hidden Lane es una comunidad de artistas y creadores que presentan una atractiva propuesta cultural en un centenar de locales y talleres

Pero no se puede dejar de reconocer su encanto, con las teterías, tiendas de diseño, otras de ropa retro y pequeños pubs que se encuentran en su laberíntico trazado.

Si es por recomendar algunas, Turismo de Glasgow sugiere pasear por Ashton Lane, así como Downside Lane o Cresswell Lane.

La más céntricas de estas arterias es la Great Western Road, que multiplica la propuesta comercial y donde pueden encontrar hasta iglesias convertidas en espacios de arte.

Fiesta de la comunidad china en West End. Foto Nuklr Dave – CC

Hidden Lane, a pesar de su nombre, de secreta no tiene nada, ya que la propuesta de la comunidad de artistas, diseñadores, tatuadores, orfebres y músicos en su centenar de talleres y tiendas es magnética.

Pero igualmente hay que dar una vuelta y sorprenderse con sus paredes de colores vivos y detalles decorativos como bicicletas llenas de flores.

El barrio de Finnieston

Este lugar está en el barrio de Finnieston, una de las tres zonas del West End que marcan las tendencias de Glasgow.

Dicen que aquí están las mejores propuestas gastronómicas de la ciudad escocesa; con sitios emblemáticos como el Kelvingrove Café y sus famosos brunchs, la comida tradicional de The Gannet o la versión alternativa del té inglés en The Hidden Lane Tea Room; así como la clásica whiskería Ben Nevis Bar o la comida marinera de Crabshakk.

El barrio de Finnieston de noche. Foto Darren Tennant – CC

En Finnieston también se encuentra el Ovo Hydro, una gigantesca y moderna sala de conciertos con capacidad para 14.300 personas.

Menos multitudinario es el espacio SWG3, que suele organizar eventos culturales y exposiciones, que hace poco incorporó la galería de arte urbano Yardlife.

Qué hay para ver en Kelvinbridge y Partick

Otro de los barrios para visitar en el West End es Kelvinbridge, que suele ser elegido como uno de los lugares más dinámicos en las habituales encuestas de revistas de ocio.

Este barrio está en el medio de la Great Western Road, donde los edificios históricos conviven con grandes espacios verdes para relajarse en la naturaleza urbana de Glasgow.

Bailarinas en Hidden Lane. Foto Annalisa Simonella

Nos queda mencionar a Partick, que ha crecido en popularidad por sus cafeterías gourmet, sus restaurantes, su tradicional mercado de agricultores y por el relax del gigantesco Victoria Park.

Los parques del West End

Este es uno de los parques más bonitos de la ciudad, con sus jardines victorianos, sus parterres llenos de flores y su museo de árboles fosilizados.

Otra área verde para descubrir en primavera, si la lluvia no fastidia, es el Kelvingrove Park, donde entre gigantescos árboles se tienen algunas de las mejores vistas de Glasgow.

En el Victoria Park se encuentra uno de los edificios de cristal más grandes del mundo, hogar de miles de plantas que crecen entre estatuas de mármol

Galería de arte de Kelvingrove
Galería de arte de Kelvingrove. Foto Turismo de Glasgow

Si se sigue la Kelvin Walkway, a lo largo del río Kelvin, se llega a los Jardines Botánicos, hogar de un espléndido rosedal, ejemplares de vegetación ribereña y el monumental Kibble Palace, uno de los edificios de cristal más grandes del mundo, que aloja una gran colección de plantas entre estatuas de mármol.

Eventos para el verano

Atención a la agenda del verano, cuando en estos jardines se organizan Bard in the Botanics, una selección de obras de Shakespeare interpretadas al aire libre.

En tanto en el Kelvingrove Park , también en verano, se realiza el festival multicultural Glasgow Mela, con música, bailes y todo el color de la comunidad india. En este parque también se presentan las Summer Nights Festival, un nutrido calendarios de eventos musicales.

Jardines del Kelvingrove Park. Foto Alvin Leong – CC

En este parque se encuentra otro de los íconos de Glasgow, su universidad de estética gótica (otro de los tantos sitios que se dice que inspiraron a J.K. Rowling para crear Hogwarts), con la Galería de Arte y Museo de Kelvingrove, con un rico patrimonio histórico y natural que va desde momias a animales prehistóricos; entre otros museos como el Hunterian.

Pero es tanto lo que hay para ver en estos edificios históricos que eso dará para otro reportaje.

a.
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