La Palma, la isla donde puedes tocar las estrellas

Ahora que el volcán de Cumbre Vieja se ha quedado dormido -aunque no extinguido- La Palma va recuperando su vida. Y también abre las puertas de sus atractivos turísticos, entre ellos los fascinantes paisajes nocturnos que se despliegan cada noche.

Su ausencia de contaminación lumínica y la claridad de su atmósfera han convertido a esta isla canaria en la primera reserva Starlight del mundo, y desde hace una década ha sido designada como Destino Starlight, lo que significa que cielos son ideales para observar las estrellas, planetas y cometas; y que cuenta con una abundante oferta de servicios para disfrutar de las experiencias astronómicas.

El mejor mirador de las estrellas

En La Palma se encuentra una de las baterías de telescopios más completas del mundo. Es el del Observatorio de Roque de los Muchachos, ubicado a 2.400 metros de altura en el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, donde se pueden realizar visitas durante el día para conocer cómo funcionan estos dispositivos.

De hecho el telescopio óptico es el más grande del mundo, junto con otros del tipo infrarrojo y un arsenal astronómico para todo tipos de estudios.

El telescopio óptico de Roque de los Muchachos es el más grande del mundo

Este complejo cuenta con un Centro de Visitantes, en cuyas salas se explica por qué Canarias fue elegida para albergar a uno de los telescopios más importantes del planeta, cuáles son los secretos del universo que se han revelado en los observatorios del archipiélago, y una sala está dedicada a la cultura y tradiciones del municipio de Garafía, donde está asentado.

Los senderos astronómicos

Una serie de senderos permiten llegar a diversos puntos destacados para montar el telescopio o, simplemente, quedarse en silencio absortos ante la inmensidad del firmamento nocturno.

En realidad se trata de un mismo camino que se va enlazando tramo a tramo. El inicio (o final, como uno quiera) es en el extremo sur, donde está el volcán Teneguía, y que forma parte de la Ruta del Sol.

Desde allí, por la franja central de La Palma, se llega por la Ruta de la Luna llena hasta Janos del Jable. Este punto marca el inicio de la Ruta de las Estrellas, que se prolonga hasta poco antes del Pico de la Cruz, tramo que hasta el observatorio es la Ruta del Roque de los Muchachos.

Balcones para ver el cielo

Junto a estas rutas o en diferentes puntos de La Palma hay 15 miradores, algunos en zonas de montaña muy oscuras, que se centran en diferentes aspectos del cosmos: los planetas, la Luna o las constelaciones, y que se encuentran en puntos como Molino de Buracas, en la Montaña de Miraflores, en el Llano de Jable, en el Pico Cruz Sur, el Llano de la Venta o en el Monumento al Infinito, entre otros.

En diferentes puntos de La Palma hay 15 miradores para ver el cielo, algunos en puntos de gran oscuridad y otros cerca de centros urbanos

Alguno de ellos, como el de Puerto Naos o el del Parque Los Álamos están cerca de centros urbanos, lo que facilita su acceso.

Actividades para descubrir las estrellas

Entre las actividades que se pueden gestionar en La Palma están las visitas guiadas a estos miradores de la mano de expertos en astronomía, que telescopio en mano van brindando detalles del mapa astral que está sobre las cabezas.

Otra opción es realizar una ruta de astrofotografía, donde además de observar los astros se enseña a capturarlos con cámara y trípode, y aprender las técnicas de la exposición larga.

Varios alojamientos, algunos de ellos rurales, cuentan con el certificado de Starlight, lo que indica que están alejados de foco de contaminación lumínica y que suelen tener equipos para facilitar las observaciones del cielo.

El paseo de las estrellas de la ciencia

Si hay varias ciudades que como Hollywood tienen un paseo de las estrellas de cine, Santa Cruz de La Palma le ha dado una vuelta y presenta un circuito con las celebridades de la ciencia.

Desde diciembre del 20, en el Paseo Estrellas de la Ciencia que corre a lo largo de la Avenida Marítima se ven las placas que homenajean al científico Stephen Hawking, al cosmonauta ruso Alekséi Leónov, y a los premios nobel de Física Takaaki Kajita y Samuel C. C. Ting.