Las diez mejores playas de Tenerife

Pueden tener arenas doradas o negras, ser solitarias o populares. En la variada geografía de Tenerife hay toda clase de playas para desconectar, divertirse y refrescarse

La playa de Abama, ideal para desconectar en Tenerife. Foto Turismo de Islas Canarias

¿Cómo te has levantado esta mañana? ¿Con ganas de socializar y ver gente o con espíritu ermitaño? ¿Tu color favorito es el blanco o el negro? ¿Prefieres olas o aguas tranquilas? Si hay algo interesante de las playas de Tenerife es que tiene una para cada estado de ánimo.

Esta isla, una de las más grandes de Canarias, es también una de las más visitadas por el turismo. El norte, de vegetación frondosa contrasta con el sur desértico. En sus ciudades se encuentran todos los servicios necesarios, y sus fértiles tierras son productoras de unos vinos y plátanos únicos. Y su particular geografía está coronada por el Teide, la montaña más alta de España que casi siempre está tapada de nubes.

Pero aquí ahora hemos venido a desconectar en las playas y bañarnos en el Atlántico, que también tiene sus días buenos y otros malhumorados.

Veamos cuáles son las 10 mejores playas de la isla siguiendo las recomendaciones de la oficina de turismo de Islas Canarias y de Tenerife

Playa de las Américas

En Arona, al sur de la isla, una playa de arena dorada de medio kilómetro de longitud, muy bien dotada de servicios y con una abundante oferta gastronómica a sus espaldas.

Playa de las Américas. Foto Turismo de Islas Canarias

De aguas tranquilas, es una de las más recomendadas para el turismo familiar.

Playa de Las Teresitas

Cercana a Santa Cruz de Tenerife, se puede combinar con visitas culturales y gastronómicas a la capital.

Rodeada de palmeras, es una larga playa de arena clara con una abundante concurrencia de visitantes y residentes, que dan cuenta de los chiringuitos y facilidades de aparcamiento.

Playa de Las Teresitas. Foto Turismo de Islas Canarias

Apenas hay oleaje y sus aguas son claras, una opción interesante para nadar con calma.

Playa de Los Gigantes

También conocida como de Los Guíos, está custodiada por unos gigantescos acantilados de 600 metros de altura que los guanches, los nativos de la isla, los bautizaron como las ‘murallas del infierno’.

Los acantilados que custodian la playa de Los Gigantes eran conocidos como las puertas del infierno por los guanches

Playa de Los Gigantes. Foto Turismo de Islas Canarias

Ubicada en el municipio de Santiago del Teide, es idea para hacer submarinismo y excursiones en barco.

De arena negra, tiene 180 metros de largo por 20 de ancho, y tiene una buena variedad de servicios.

Playa Jardín

Esta es una de las playas más populares de Puerto de la Cruz, al norte de Tenerife, donde el artista y arquitecto César Manrique diseño su urbanización en los años ’90.

Su acceso se realiza entre senderos de vegetación autóctona que es recomendado volver a recorrerlo en otros momentos.

Playa Jardín. Foto Turismo de Islas Canarias

La lengua de arena negra está integrada a Playa Chica y Punta Brava. Su oleaje está protegido por unas escolleras, pero más allá de ellas hay que extremar las precauciones.

Las Vistas

También en el municipio de Arona, es una playa de oleaje tranquilo de 850 metros de largo y una anchura de 80 metros donde se despliega su arena clara.

Playa de Las Vistas. Foto Turismo de Islas Canarias

Muy bien comunicada -lo que la hace una de las más concurridas del sur tinerfeño- tiene el toque de una isla artificial de la que emerge un chorro de agua hacia el cielo, ideal para fotografiar.

La Tejita

Seguimos en el sur, y más concretamente en la Reserva Natural Especial de Montaña Roja.

Allí se encuentra esta playa de un kilómetro de largo, de arena negra y aguas tranquilas, que al estar alejada de los centros urbanos es buscada por los que anhelan tranquilidad.

La Tejita, al lado de la Montaña Roja, es ideal para los que buscan un arenal tranquilo

Playa de La Tejita. Foto Turismo de Islas Canarias

En la zona se suele practicar nudismo, y las vistas se coronan por el cono volcánico de la Montaña Roja que emerge como un desafiante peñón.

Como está en un espacio protegido no se puede llegar en coche, sino que hay que dejarlo en unos aparcamientos junto a la carretera y caminar unos cinco minutos.

El Bollullo

Cerca de La Orotava, tanto la parte principal de la playa de El Bollullo como una pequeña cala vecina son de arenas negras.

Playa de El Bollullo. Foto Dani Latorre – CC

Ubicada al borde de un acantilado, se recomienda dejar el coche en El Rincón y caminar por una zona verde de plataneras.

Es una playa de 200 metros buscada para desconectar, con un oleaje que puede ser intenso pero que es ideal para los que hacen surf.

Diego Hernández

A pesar de ser parte del municipio de Adeje, uno de los más turísticos de Tenerife, su relativo aislamiento hace que sea poco concurrida.

Playa de Diego Hernández. Foto Turismo de Islas Canarias

Conocida como ‘La caleta de los hippies’, para llegar hay que andar media hora desde el pueblo de pescadores de La Caleta.

Pero el solitario encanto de sus arenas bañadas por aguas cristalinas merece el esfuerzo.

Los Cristianos

Esta playa urbana de Arona es una de las pioneras en el turismo de Tenerife, allá por los años ’60.

La playa de Los Cristianos fue una de las primeras descubiertas por el turismo en los años ‘60

Tiene casi 350 metros de largo por 80 de ancho, se compone de arena clara, y las barcas de colores fondeadas le dan un bonito toque costumbrista.

Playa de Los Cristianos. Foto Turismo de Islas Canarias

Con una abundante concurrencia de bañistas, el lugar está muy bien dotado de servicios.

Abama

Otra playa solitaria, recomendada para desconectar. De solo 100 metros de largo por 20 de ancho, es de arenas claras y está enclavada a pasos de un acantilado tapizado de plataneras.

Playa de Abama. Foto Turismo de Islas Canarias

Uno de sus valores añadidos es poder fotografiar el atardecer con la silueta de La Gomera en el horizonte.

Los únicos servicios disponibles son los del hotel de lujo que está a un lado, y para llegar hay que dejar el coche en el parking de este establecimiento y andar unos 10 minutos a través de un camino con escaleras.

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