Caixa Ontinyent: “No nos hace falta ninguna fusión para sobrevivir”

El jefe de secretaria y Obra Social de Caixa Ontinyent, Vicente Ortiz, asegura que su éxito reside en que “trabajamos para el bienestar de la sociedad"

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En los tiempos actuales, con las noticias relacionadas con la reestructuración del sector bancario, las fusiones, los cierres de oficinas o las jubilaciones anticipadas, resulta casi imposible encontrar a un empleado que lleve trabajando más de 45 años en la banca. Pero Vicente Ortiz es una excepción. Llegó a Caixa Ontinyent en 1973 y desde entonces ha ido asumiendo responsabilidades. Ahora es el jefe de secretaria y Obra Social de Caixa Ontinyent, Vicesecretario y secretario de Actas del Consejo de Administración, miembro del equipo directivo y portavoz de la entidad.

Caixa Ontinyent, perdone por la comparación, parece el pueblo galo de Astérix y Obélix: resiste ante las crisis, los cambios de ciclo, las fusiones, los movimientos bancarios constantes. ¿Cuál es su secreto?

Con todo lo que ha pasado en los últimos años, los cambios que han existido en nuestro sector y cómo ha ido menguando el número de cajas, nuestro compromiso siempre ha sido el de ser fieles al modelo de caja de ahorro. Eso quiere decir que no tenemos propietarios, somos de la sociedad para la que trabajamos, buscando su bienestar. Está claro que tenemos que crecer, pero ese es el medio para poder estar al lado de la gente, siendo el motor de la sociedad y reinvirtiendo en ella.

Somos una banca social, de proximidad y cercanía con los ciudadanos, y eso nos ha permitido no entrar en guerra o en ambiciones políticas. Nacimos para custodiar los ahorros de la gente y revertirlos en nuestra tierra para contribuir al beneficio de todos. Y siempre, desde la prudencia, hemos sido capaces de evitar otras tentaciones.

La notica económica de este mes es la fusión entre Bankia y CaixaBank. ¿Cuál es su posición ante esta nueva fusión? ¿Cómo cree que les va a afectar?

Los procesos de concentración de la banca son normales por tanto la fusión que estamos conociendo estos días entre Bankia y CaixaBank no nos va a alterar. Otra tema diferente es que varíe el régimen de competencia. Nosotros somos pequeños, si nos comparamos con otras entidades, pero compartimos espacio. Esta claro que la aparición de un nuevo banco, con sus dimensiones, alterará el mercado y por tanto nos tendremos que adaptar.

De todas formas, hay que ser conscientes de que en estas operaciones que estamos viendo, estas grandes fusiones donde se crean entidades más grandes, nuestra entidad creo que no pueda entrar. Porque Caixa Ontinyent no aporta nada nuevo ya que con estas operaciones están buscando principalmente mejorar la rentabilidad.

Lo que hay que tener claro es que nosotros, en nuestra zona de actuación, sí que aportamos mucho valor a las empresas, a las más cercanas, y cumplimos una función social muy importante. La verdad es que no nos hace falta ninguna fusión para sobrevivir, sobre todo si seguimos desarrollando como hasta ahora nuestra acción social.

Caixa Ontinyent nació en 1884. Durante estos años, hemos visto ciclos económicos diversos, pandemias, revoluciones industriales, sociales y Caixa Ontinyent siempre ha sabido adaptarse y, lo más importe, ha sobrevivido.

Las Cajas de Ahorro han ido perdiendo peso en el sector bancario, pero nos encontramos ahora con una fusión entre Caixabank y Bankia que nacen de las Cajas y creará el primer banco español. ¿No es contradictorio?

Las Cajas de Ahorro llegaron a suponer, en un determinado momento, más del 50% del sector financiero. Hemos apoyado el bienestar de España sobre todo en los pueblos pequeños gracias a nuestro carácter territorial. Hemos destinado más de 4.000 millones de euros a obra social porque nuestros beneficios no se reparten entre unos propietarios sino que se reinvierte en en los pueblos, en las empresas, en las personas. Sin embargo, los procesos de reestructuración bancaria ha borrado a la mayoría de las Cajas. En algunos casos, los bancos nuevos que han surgido de esa restructuración sí que han mantenido ese trasfondo social, como puede ser el caso de CaixaBank o la Kutxabank, por citar algunos, pero el problema puede venir si con el tiempo pierden ese fondo social.

20.09.16. Vicente Ortiz. Caixa Ontiniyent (1)

Llevamos medio año con continuos cambios, incluso drásticos, en todos los sectores económicos provocados por la pandemia. ¿Cree que hemos sabido reaccionar?

Desde el principio se vio el alcance que la pandemia iba a tener en toda la sociedad, el impacto era evidente. El Gobierno y las administraciones comenzaron a tomar medidas y nosotros decidimos impulsar otras medidas adicionales para ayudar a las empresas. Era el momento de aguantar todo lo que se podía para ver qué pasaba con el futuro.

Ahora, estamos asistiendo a una transformación de las empresas y de los mercados en todos los sentidos. De una visión global pasamos a lo más cercano, a la personalización de los servicios. Ha cambiado la demanda, los procesos de fabricación, los servicios, la relación social y las empresas tienen que asumir todo ese cambio que se ha generado en los últimos meses y adaptarse.

Ustedes son los primeros en detectar la situación financiera real de las empresas, ¿cree que vamos hacia un otoño realmente duro?

Estamos viviendo un proceso donde se han tomados medidas para ver cómo aguantamos y salimos todos juntos de esta situación. Primero hemos apoyado a las empresas, a las que tenemos que darles tiempo y facilidades para que aguanten. Pero tampoco nos podemos olvidar de los trabajadores, porque muchos han visto que gracias a los ERTE se ha solucionado momentáneamente su situación, pero ¿qué pasa con el futuro?, ¿las empresas podrán mantenerse?, ¿se van a prorrogar los ERTE en todos los sectores?, ¿seguirán manteniendo todos los puestos de trabajo? Son dudas lógicas que se plantean por este momento de incertidumbre total que vivimos por el impacto que hemos sufrido y con la duda de no saber cuándo saldremos. Cada día nos encontramos con informes económicos donde unos nos dicen que en el 21 saldremos de esta crisis, Funcas habla que hasta el 2023 no volveremos a la situación anterior a la pandemia. Cada día se van actualizando los datos y seguimos instalados en la incertidumbre.

¿Han cambiado sus prioridades dentro de la RSC como consecuencia de la pandemia del coronavirus?

Básicamente las grandes líneas de la Responsabilidad Social no se cambian: clientes, personal, sociedad general y el medio ambiente. Pero ahora tenemos que variar nuestros planes en 3 sentidos ante la pandemia que estamos viviendo. El primero, se centra en la banca electrónica, los medios telemáticos y la seguridad en los accesos bancarios. Otro eje es la protección del personal con protocolos claros. Por último tenemos que contribuir a la contención de la pandemia con medidas de higiene.

Por otro lado, ahora desarrollamos la política de sostenibilidad y gestión ambiental para darle una mayor prioridad. Cuando me hablaban de protección medioambiental, reciclaje, eficiencia energética, parecían temas que no nos afectaban. Pero en Caixa Ontinyent financiamos a empresas y a particulares que pueden ser beneficiosas o lesivas en la gestión ambiental. Ahí teneos que incorporar análisis de riesgo y ver cómo evaluamos el impacto ambiental que generan todas esas empresas con las que trabajamos.

Uno de los efectos de la digitalización de la banca está siendo el cierre de oficinas. ¿Van a seguir ustedes también por este camino?

Tenemos que ir al lado de la sociedad y ser conscientes de ver hacia dónde camina. Para Caixa Ontinyent el servicio digital y presencial no son excluyentes sino complementarios. Durante estos meses de la pandemia, hemos crecido mucho a través de los medios digitales y se ha reducido la demanda en las oficinas. La gente se autogestiona y las oficinas han pasado a desarrollar un papel como consultor, un asesoramiento para nuestros clientes. En la medida en que exista una mayor o menor demanda, nosotros puede que flexibilicemos los horarios de las oficinas, pero no cerraremos. Mientras nuestros clientes sigan necesitando nuestras oficinas, las mantendremos.

Por último, Caixa Ontinyent ha recuperado la actividad del Monte de Piedad. ¿Cuál es su principal objetivo y qué razones le ha llevado a tomar esta decisión?

El Monte de Piedad estuvo activo durante 80 años, desde la creación de Caixa Ontinyent hasta 1964, y se perdió porque no se utilizaba. Pero en 2008, con la llegada de la crisis económica, nos dimos cuenta de que el Monte de Piedad podía jugar un papel importante, dejando otras formas de financiación. Era una alternativa complementaria para crisis puntuales. Y tomamos la decisión de montarlo de nuevo, justo ahora que estamos inmersos en una nueva crisis. Abrimos a finales de julio y creo que es un esfuerzo que hay que valorar. En España solo hay 9 montes de piedad y 26 oficinas, si contamos la que hemos abierto nosotros. Casi todas las oficinas están en capitales de provincia pero en Ontinyent, una población con 36.000 habitantes en una comarca con 86.000 habitantes, ya contamos con una oficina. Creo que es una buena noticia.

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