El comercio marítimo roza su límite: la oferta de buques disponibles desciende a niveles de pandemia

La capacidad de adaptación de la oferta en el transporte marítimo continúa ayudando a contener los cuellos de botella en la industria logística y las cadenas de suministro a nivel mundial

Vista del Puerto de Valencia. Foto: Valenciaport.

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El comercio marítimo está logrando ‘salvar los muebles’, de momento, pese a la situación de tensión internacional que parece no tener un final cercano ni certero. Sin embargo, el transporte por mar se encuentra cerca de su límite: solo queda disponible un 0,6% de la flota total de contenedores, lo que supone su nivel más bajo en casi dos años, cuando el mundo todavía sufría la pandemia de covid-19 y sus efectos sobre las cadenas de suministro globales.

En concreto, según datos de Alphaliner, la demanda continua de tonelaje adicional a raíz del conflicto en el Mar Rojo sigue tensando la cuerda y ha resultado en una reducción adicional en la flota de buques portacontenedores inactivos en la segunda mitad de febrero.

Y esto pese a que el mercado naviero se encuentra en su tradicional ‘periodo de calma’, esto es, el comprendido entre el Año Nuevo Chino y la temporada alta de verano. Grandes navieras como la italo-suiza MSC llegaron a cancelar viajes desde Asia a Europa y América durante cuatro semanas por la festividad del gigante asiático.

Sin embargo, a pesar del fuerte flujo de buques de nueva construcción, la oferta de embarcaciones portacontenedores ultragrandes sigue siendo ajustada debido a la capacidad adicional absorbida por la desviación a través del Cabo de Buena Esperanza, como consecuencia del conflicto en el Mar Rojo, a raíz a su vez de la ofensiva de Israel en Gaza.

Además, a finales de febrero no había ningún buque de más de 18.000 TEU y solo una unidad por encima de 12.500 TEU, que estuviera comercialmente inactiva. Además, se contabilizó un total de 78 buques con 177.295 TEU inactivos comercialmente en la última encuesta de Alphaliner con fecha del 26 de febrero. Este porcentaje representa el 0,6% de la flota total de contenedores y marca el nivel más bajo en 23 meses.

Los puertos resisten

Por otro lado, según la consultora Linerlytica, los niveles de congestión portuaria a nivel mundial siguen siendo contenidos. En la semana ocho del año, los niveles de congestión portuaria fueron de 1.41 millones de TEU, lo que representa un 4,9% de la flota total. Este dato se sitúa incluso por debajo de la semana ocho del año 2023, cuando se contabilizaron un total de 1,72 millones de TEU inmovilizados por congestión portuaria.

Así, la capacidad de adaptación de la oferta en el transporte marítimo continúa ayudando a contener los cuellos de botella en la industria logística y las cadenas de suministro a nivel mundial, tal como lo demuestra el Índice de Cuellos de Botella del Banco de España, que sigue siendo significativamente inferior a los niveles máximos registrados durante la pandemia.

Se esperaba que los fletes, sin embargo, sumaran un nuevo problema, dado que las perspectivas pasaban por que alcanzaran máximos, especialmente dado el contexto de la tradicional sobredemanda que se produce tanto antes como después del Año Nuevo Chino (del 10 al 17 de febrero), junto con el parón de la actividad productiva en el gigante asiático. Sin embargo, esto ha llevado a que los precios de los fletes muestren una cierta tendencia a volver a su curso habitual, e incluso traducirse en una caída a finales de febrero e inicios de marzo.

A pesar de este ligero descenso, los niveles de fletes siguen siendo notablemente altos en comparación con el mismo mes de años anteriores, impulsados por los crecientes costes operativos de las navieras debido a la escalada de tensiones en Oriente Medio.

La reconfiguración de servicios y rutas de las navieras en respuesta a los ataques en el Mar Rojo, optando por rutas alternativas más largas, ha resultado en un aumento en los costos de combustible.

A esto se ha sumado que, en febrero, el precio promedio por barril de crudo Brent se situó en 83,48 dólares, en comparación con los 80,12 dólares de enero, un aumento del 4,2%. Al mismo tiempo, el precio del combustible VLSFO (Very Low Sulphur Fuel Oil) utilizado en el bunkering en los principales puertos del mundo ha experimentado un incremento del 3,2%, pasando de 641,03 dólares en enero a 661,85 en febrero, lo que contribuye aún más a la presión sobre los costos de operación de las navieras.

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