Actiu, Point y Vondom deslumbran con sus diseños en la feria Hábitat Valencia, que pierde tiendas locales
Marián Cano ha acertado plenamente en la selección de compradores internacionales y tiene en tareas pendientes garantizar que las lluvias que siempre tendrá Hábitat Valencia van a dejar de afectar al negocio

Exposición de Vondom en la Feria Hábitat 2025
Las ferias como Hábitat Valencia van por barrios. Hay empresas que logran triunfos memorables y hay quien se pega un batacazo. La edición de 2025, que ha estado marcada por la suspensión de la primera jornada por la alerta roja por lluvias, ha dejado disparidad de opiniones. Los más grandes han triunfado. Valencia es ciudad de diseño y la calidad expuesta ha reafirmado al sector.
Los que van por detras y no tienen clientes con presupuestos de seis cifras han sufrido. Los fabricantes que se ubican en el nivel de abajo necesitan mucho más tráfico del que ha ofrecido Feria Valencia, que ha pagado su ausencia de un plan de actuación en caso de lluvias intensas con alerta roja. Un edificio con goteras, que es lo que sigue siendo el recinto ferial, no ofrece garantías para un evento como Hábitat que tiene con el resto atributos las condiciones para ser un referente mundial del diseño en el hábitat.
Si se buscan aspectos brillantes en el certamen de Hábitat Valencia cuesta elegir porque hay mucho y de gran calidad.
Actiu destaca que, «como empresa de la zona», la feria ha sido «muy positiva». «Es una manera de apoyar el territorio. Nosotros no venimos a feria Hábitat a generar negocio porque ya somos muy conocidos y creemos que hay que apoyar que crezca la feria. Es muy necesaria la feria». Respecto al público, apuntan: «Hemos visto que hay menos público y clientes que han cancelado su asistencia porque tenían previsto venir el primer y el segundo día y les han generado cierto temor y han preferido no venir».
Desde Point apuntan: «Hemos tenido muchísimo visitante extranjero y de nacional, como el primer día no se abrió, menos. En el conjunto hemos tenido un 15% más de visitantes que el año pasado«. De cara a futuro, apuntan: «Hay que crear más espacios y animar más a la ciudad. Hay que añadir más conferencias, espacio para oficinas y aumentar el mestizaje con el textil y con la cocina».
Vondom asegura que «lo ocurrido el lunes afectó a Barcelona y Madrid porque venían para una noche pero a nivel extranjero y, especialmente, las invitaciones que ha hecho la feria han estado muy muy bien. Sobre todo, las latinoamericanas. Hemos tenido gente muy importante a nivel de especificación y grandes cadenas hoteleras. Sólo con eso, para nosotros ya es un éxito.
Y también Teulat, una empresa mucho más modesta pero que este año ha subido al nivel de arriba en busca de los prescriptores de contract. «Nuestra valoración es positiva porque al subir al pabellón de diseño estamos consiguiendo clientes que antes no teníamos pero sí que hemos notado que debido a las lluvias y la alerta roja ha falta mucha gente», explican desde Teulat, que este año ha presentado novedades diseñadas por Marc Morro.
Fuera del nivel de arriba, donde se concentran las esencias más puras del diseño, la visión no es tan positiva. Los que años anteriores vertían valoraciones positivas de la feria ofrecieron ayer caras de preocupación.
Feria Valencia dijo ayer en nota de prensa: «un rotundo éxito de afluencia de visitantes profesionales. Tanto es así que las previsiones de ambos certámenes sitúan, a falta de contabilizar las cifras de la tarde, en una cifra ligeramente superior a los 40.000 el número de visitantes, lo que supondría igualar las estadísticas de la edición anterior teniendo en cuenta, incluso, que este año solo se han podido desarrollar tres días (uno menos que en 2024) y que no se celebraba la bienal Espacio Cocina SICI».
Al margen del rodeo para no dar el dato que tiene Feria Valencia (¿por qué ocultarlo?) y que otros años a estas alturas sí que había comunicado, la sensación dista mucho de lo dicho. Ayer la feria estuvo más vacía que en otras ediciones y el público se concentró más en el nivel de arriba dejando más vacío el de abajo, donde se notó la falta de afluencia.
No se trata sólo de un flujo de visitantes sino que la anulación el domingo de la feria en lunes hizo que los compradores que venían especialmente de Baleares cancelaran su vuelo el lunes. Y su estancia el martes. «Y al final tampoco han venido ni el miércoles ni hoy (decían ayer jueves)», explica uno los expositores decepcionado por lo ocurrido con el comprador nacional.
Las grandes empresas de diseño, como explicaban desde Vondom a Economía Digital, tienen colecciones de precio alto. «Hay decoraciones de villas con presupuesto de 180.000 para los muebles de la terraza», comentan. «No hay ninguna tienda que nos compre esos volúmenes», reflexionan los que tienen producto más modesto y necesitan un volumen que Feria Valencia no ha ofrecido por que se les ha caído el tráfico que perdieron con la alerta roja.
No es la DANA, son las lluvias
Hace 11 meses, Valencia sufrió una dana catastrófica. Muchos fabricantes de muebles y del sector de la madera han desaparecido arrasados por el agua y los que no se vieron afectado se volcaron en la reconstrucción. Esto no está en debate. Las preguntas no llegan por cómo hay que actuar si ocurren las lluvias excepcionales de 2024 sino qué hacer con las tradicionales, que son el volumen de 2023, que estuvo mojando a los montadores de exposiciones en Feria Valencia y lo ocurrido en 2025, que ha hecho perder el 25% de días de exposición.
«Tenemos que tener la garantía de que si venimos a feria Hábitat Valencia vamos a poder tener las condiciones para exportar. Es previsible que en 2026 y 2027 llueva como en 2023 o 2025. Lo de la DANA fue excepcional pero con lo que más que previsible tiene que estar preparada Feria Valencia», explica uno de los expositores que acumulaba ediciones satisfactorias hasta la de este año.
La señalada para solucionar esta situación es Marián Cano, consellera de Innovación, Industria, Comercio y Turismo, y presidenta de Feria Valencia, que tiene en su mano el presupuesto de la Generalitat Valenciana para que Feria Valencia, como empresa pública que es, pueda tener las condiciones que requiere para no convertir las goteras y las lluvias en un lastre de credibilidad que ya está puesto encima de la mesa.