Barcala exige garantías para Alicante ante la OPA del BBVA sobre el Banco Sabadell

Sede del BBVA. Foto EFE-Sáshenka Gutiérrez
El alcalde de Alicante, Luis Barcala, ha manifestado este miércoles su preocupación y firme posicionamiento frente a la evolución de la oferta pública de adquisición (OPA) del BBVA sobre el Banco Sabadell, tras conocer la decisión de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) de dar luz verde a la operación con condiciones específicas.
Una postura firme desde el consistorio alicantino
Barcala ha reiterado la posición histórica del Ayuntamiento de Alicante, que desde el primer momento ha reclamado que se salvaguarden los intereses económicos y sociales de la ciudad y de su provincia en el marco de esta fusión bancaria. En sus declaraciones, el primer edil ha sido claro: «Exigimos que se respeten tanto la red de oficinas como las plantillas de ambas entidades, ya que representan un pilar esencial del servicio financiero a ciudadanos y empresas».
La integración de dos grandes grupos bancarios como BBVA y Sabadell podría implicar reestructuraciones laborales y cierres de sucursales, y por eso, desde el equipo de gobierno municipal, se solicita un compromiso firme para evitar que esta operación repercuta negativamente en el tejido económico local.
Apoyo a las pymes, una condición irrenunciable
Uno de los puntos clave en la exigencia del alcalde es el mantenimiento, e incluso la ampliación, del respaldo financiero a las pequeñas y medianas empresas alicantinas. Barcala ha subrayado que las pymes constituyen el motor económico de la provincia y que cualquier concentración bancaria debe contemplar mecanismos que garanticen el crédito, la cercanía operativa y la atención personalizada a este tipo de empresas.
«El acceso al crédito y a servicios financieros adaptados es vital para el día a día de miles de negocios», ha explicado el alcalde, incidiendo en que la confianza de los empresarios en su entidad bancaria no puede ser ignorada en una fusión que puede alterar significativamente la estructura actual.
El Teatro Principal, símbolo del arraigo local
Más allá del ámbito financiero, Barcala ha querido destacar la importancia de los vínculos institucionales y culturales entre las entidades bancarias y la ciudad. En este sentido, ha reclamado que, sea cual sea el desenlace de la operación, se mantenga el compromiso con el patrocinio y rehabilitación del Teatro Principal de Alicante.
Este apoyo no se limita al ámbito cultural, sino que representa una apuesta simbólica por el arraigo territorial y la inversión en el patrimonio alicantino, algo que el alcalde considera que no debe perderse en ningún proceso corporativo.
Responsabilidad del Gobierno y vigilancia municipal
Luis Barcala ha subrayado que, tras el visto bueno de Competencia, la pelota está ahora en el tejado del Gobierno central, que tendrá que valorar y decidir el desenlace definitivo de la operación. Desde el Ayuntamiento de Alicante, ha afirmado que seguirán de cerca cada paso del proceso, para asegurarse de que las condiciones exigidas en defensa del interés público sean contempladas y respetadas.
«No permitiremos que ninguna operación bancaria perjudique los intereses de Alicante, ni en materia de empleo, ni en acceso a servicios financieros, ni en compromiso con el territorio», ha asegurado Barcala.
Alicante, un territorio que no acepta retrocesos
La fusión bancaria propuesta ha generado inquietud en diferentes sectores sociales y económicos del territorio, especialmente por el temor a una posible pérdida de empleos, reducción del número de oficinas y menor cercanía al cliente. En este contexto, Barcala representa la voz de una ciudad que quiere crecer sin sacrificar servicios ni relaciones construidas durante décadas con entidades que han formado parte del desarrollo local.
Con esta firme declaración, el alcalde deja clara la voluntad del consistorio de defender los intereses de la ciudadanía en un contexto de transformaciones estructurales en el sistema financiero español. Alicante, dice Barcala, «no va a quedarse de brazos cruzados» mientras se redefine el mapa bancario del país.