Ekonoke crea la primera ‘fábrica de lúpulo’ del mundo con tecnología desarrollada por MESbook
Ekonoke y la valenciana MESbook digitalizan un modelo de cultivo con 30 veces más productividad que el convencional

Ekonoke en el proceso de cultivo del lúpulo. Foto: Ekonoke
Ekonoke, empresa agroalimentaria especializada en el cultivo hidropónico indoor, junto con la tecnológica valenciana MESbook están llevando a cabo una colaboración para el cultivo del lúpulo, ingrediente clave en la producción de la cerveza. Estas empresas prevén que dicho acuerdo suponga un gran avance en cuanto a los modelos de cultivo tradicionales y se consiga hasta 30 veces más productividad que con el convencional. Ambas entidades catalogan el proyecto como pionero y prevén alianzas en el futuro con las cerveceras más importantes a nivel mundial.
Este proyecto supone una alianza que transforma el agro, con la industrialización en el cultivo del lúpulo, tanto la startup biotecnológica Ekonoke y la tecnológica valenciana MESbook están desarrollando un proyecto pionero a nivel global: cultivar lúpulo en entornos 100% controlados mediante agricultura vertical indoor y con una gestión totalmente digitalizada. El objetivo: ofrecer una solución escalable, eficiente y sostenible a la escasez mundial de este ingrediente esencial para la cerveza.
Ahí es donde entra MESbook, una tecnológica valenciana especializada en digitalización industrial con una propuesta única: unir tecnología y buenas prácticas industriales.
Con más de 120 plantas productivas monitorizadas en tiempo real en sectores como alimentación, cosmética o automoción, MESbook ha desarrollado una solución que convierte señales de máquinas en datos útiles para optimizar procesos y reducir mermas.
“Nos propusimos aplicar nuestra experiencia en fábricas al cultivo indoor, como si se tratara de una fábrica de plantas”, explica Fernando Molinuevo, COO de MESbook en declaraciones a Economía Digital.
El reto consistía en adaptar sensores, PLCs industriales y sistemas cloud a un entorno agrícola, integrando variables como humedad, iluminación, fertilización y climatización para controlar al milímetro el crecimiento del lúpulo.
La instalación piloto de Ekonoke en Chantada (Lugo), con 1.200 m², permite validar los KPIs del cultivo a nivel preindustrial. Gracias al sistema de control de MESbook, la planta puede monitorizar cultivos en tiempo real, automatizar parámetros según «recetas» previamente definidas y visualizar informes detallados para mejorar la toma de decisiones.
Con esta base tecnológica, Ekonoke prevé escalar a una instalación industrial de una hectárea en 2027 junto a Hijos de Rivera (Estrella Galicia), y después expandirse internacionalmente. “Buscamos producir 30 veces más que en campo abierto por metro cuadrado”, afirma Inés Sagrario CEO y cofundadora de Ekonoke a Economía Digital. “Y lo más importante: duplicar la concentración de alfaácidos, que es lo que realmente valora la industria cervecera”.
Desde MESbook, Fernando Molinuevo, COO de la compañía, destaca el enfoque integral que aplican a cada proyecto: “Nuestro objetivo es que las fábricas, en este caso, los cultivos, puedan fabricar más, mejor y más barato. Para ello partimos desde la señal eléctrica de cinco voltios hasta la explotación inteligente del dato. Convertimos esas señales en información útil para la toma de decisiones”. Esta capacidad, añade, es clave para llevar el control de un cultivo tan exigente como el del lúpulo a niveles industriales con precisión quirúrgica.
Aunque todavía en fase de validación industrial, el modelo desarrollado entre Ekonoke y MESbook tiene un impacto directo en eficiencia operativa, reducción de costes de personal y mejora de la calidad del producto final. “La automatización nos permite asegurar la producción todo el año y eliminar la dependencia del clima o de mano de obra intensiva”, añade Sagrario.
Del laboratorio a la industria
Desde el punto de vista ambiental, el cultivo en entorno cerrado elimina la necesidad de pesticidas, reduce el uso de agua y energía, y minimiza la huella logística al permitir producir cerca de los centros de consumo.
Por su parte, Inés Sagrario, CEO y cofundadora de Ekonoke, subraya que la tecnología ha sido un factor determinante para dar el salto a la escala industrial: “Nuestra tecnología inicial era un prototipo de ‘AliExpress’ que nos ayudó a entender qué necesitábamos. La alianza con MESbook nos permitió pasar de un modelo artesanal a uno robusto, escalable y de calidad industrial, imprescindible para llevar nuestra producción a gran escala”.
El caso de éxito de Ekonoke y MESbook ejemplifica cómo la colaboración entre startups y tecnológicas puede abrir nuevas fronteras para la agroindustria.
La valenciana MESbook como referente en digitalización
Con sede en Valencia, MESbook se ha consolidado como uno de los referentes nacionales en tecnología industrial, con una propuesta diferencial frente a gigantes como Siemens o Wonderware.
Para Fernando Molinuevo, “este proyecto demuestra que la transformación digital también puede revolucionar sectores tradicionales como la agricultura, y que desde España se puede liderar la innovación global”.
Además, Sagrario destaca el impacto directo que esta digitalización tiene en el rendimiento y la calidad del producto: “Gracias al control preciso de parámetros como la climatización, la iluminación o la fertilización, hemos conseguido duplicar los niveles de alfaácidos en algunas variedades de lúpulo, lo que mejora la calidad de forma significativa y reduce la cantidad necesaria en la producción cervecera”.
Molinuevo también remarca el valor estratégico del proyecto: “Lo innovador no solo es digitalizar el campo, sino aplicar las metodologías industriales de planificación y operación al cultivo. Hemos transformado el cultivo del lúpulo en una operación replicable, monitorizable y gestionable desde la nube. Eso nos permite pensar en 100 plantas en el mundo sin perder el control”.