La CEV inicia sus elecciones: Navarro y Lafuente aguantan sin presentar candidatura
La patronal de la Comunidad Valenciana desvela el volumen de su censo: Habrá 515 votos y cada candidato necesita un 20% en avales

Vicente Lafuente, Eva Blasco y Salvador Navarro
La Confederación Empresarial Valenciana (CEV) ha aprobado esta mañana el inicio de las elecciones en la patronal autonómica. No hay ningún candidato a la presidencia. Salvador Navarro no se ha postulado ante los órganos de la patronal por lo que oficialmente no es candidato. La reacción es que Vicente Lafuente tampoco ha dicho oficialmente que quiera presidir la CEV.
Ambas decisiones son tácticas y buscan ganar tiempo. Sin candidatos oficiales no hay conflicto oficial. La diferencia es que Salvador Navarro sí anunció en los medios de comunicación su deseo de ser reelegido como presidente mientras Vicente Lafuente, presidente de la patronal del metal, se ha mantenido en el alambre sin hacer oficiales sus deseos.
Como ya contó Economía Digital, la clave en este momento del proceso es el censo electoral del que ya se sabe un dato: Hay 515 votos. Esto implica que tanto Salvador Navarro como Vicente Lafuente necesitarán al menos 103 avales para presentar su candidatura.
Ahora que se ha abierto el proceso empieza el primer plazo, que consisten en que cada patronal tiene que designar qué persona física tendrá cada uno de los votos que tiene asignado. Esto dura 15 días.
Después, se abrirá otro proceso de otros 15 días en los que los candidatos podrán recoger los avales con nombre y apellidos y presentar oficialmente su candidatura.
No presentar la candidatura a estas alturas del proceso supone un giro sobre el guión previsible. La expectación era cómo Vicente Lafuente iba a hacer pública su deseo de presidir la CEV y ahora el foco se centra en Salvador Navarro, que tras anunciar su deseo de presentarse y de recibir un duro varapalo por parte de Carlos Mazón, presidente de la Generalitat, y que en la Noche de Economía Valenciana de Cámara Valencia se aplaudiera su crítica, ha decidido pasar su marcha a «punto muerto».
Las decisiones de quedarse quietos de ambos no les impedirá dar pasos en el momento en el que consideren. Lo que les permite es no tener que retractarse tras un posicionamiento oficial que pudieras ser recogido en un acta de la CEV.
Cada uno de los candidatos están midiendo el tiempo y, sobre todo, con papel y boli y calculadora buscan afinar conocer cuántos votos incondicionales tiene cada uno y cuántos tendrá el otro candidato. Y, por medio, los «conseguidores» que aseguran que la balanza la pueden decantar.