El Consell perjudica a la sanidad privada y desaprovecha sus recursos

La Generalitat obligó a paralizar los centros de Vithas, Quirón o La Salud y sólo ha desviado 225 pacientes frente a los 9.615 afectados de Covid-19

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La defensa de la sanidad ha sido una constante desde los balcones de España. A las 20:00, millones de personas han salido a aplaudir el esfuerzo de los profesionales, mientras llegaban noticias de saturación de centros, falta de material y el anuncio de la construcción de tres hospitales de campaña en cada capital valenciana con un coste de más de cuatro millones de euros, y que aún están por terminar cuando la propia Administración reconoce que está pasando el punta más alto de la curva.

Sin embargo, una parte de la sanidad valenciana se ofreció a las autoridades y vio paralizada su actividad desde el 14 de marzo para un magro resultado. Se trata de la sanidad privada, que ha suspendido su actividad durante un mes, dejando sin uso sus recursos y asumiendo un sacrificio económico que supera el 8% de sus ingresos anuales sin ser compensados por ello.

La misma Conselleria de Sanidad que les puso a sus órdenes apenas ha derivado 225 pacientes desde la sanidad pública a las clínicas y hospitales privados de distintos departamentos de salud tanto por Covid-19 como por otras patologías. Por ponerlo en comparación con otro sector, los hoteles medicalizados atendieron a un total de 141 pacientes leves: 45 en Castellón, 70 en Valencia y 26 en Alicante, una cifra que es más de la mitad de los hospitalizados en las clínicas.

HOSPITALES DE CAMPAÑA CON HOSPITALES DISPONIBLES

El presidente de la Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE), Carlos Rus, ya incluyó a la Comunitat Valenciana a principios de mes entre las autonomías que estaban infrautilizando sus recursos. En la lista contaba también con Galicia, Canarias o Asturias, porque «sin llegar a unos límites de uso de su capacidad realmente significativos, se están montando hospitales de campaña».

El dato valenciano llama la atención al tener en cuenta que actualmente el número de casos registrados en la Comunitat Valenciana ya se eleva a 9.615. Tanto Vithas como Quirón, La Salud o el Instituto Valenciano de Oncología (IVO) primero se ofrecieron para lo que hiciera falta y acto seguido se les ordenó liberar recursos y poner a disposición de las autoridades todos sus equipos y personal sin indemnización económica.

Hasta ahora, solo Cataluña se plantea una compensación, aunque en su caso la polémica ha sido la cuantía estimada. El Govern de Quim Torra pagará 43.000 euros por paciente en la UCI a los hospitales privados a causa de la falta de camas en la sanidad pública… y para ello pude dinero al Gobienro Central. El pasado domingo el director general de la Asociación Catalanas de Entidades de Salud, Lluís Monet, que aseguró que «parece un precio muy alto, pero efectivamente tiene estos costes».

En la Comunitat, la consellera de Sanidad, Ana Barceló, prometió mantener «conversaciones bilaterales» con cada hospital y clínica privada de la Comunitat para determinar, atendiendo a las características de cada centro, la derivación de pacientes con Covid-19 y de otras Urgencias si fuera necesario, dado que en estos momentos hay camas libres en todos los departamentos. El último de estos contactos se produjo a principios de la pasada semana y concluyó con la autorización para que pudieran ir volviendo a la normalidad, tomando cita a sus pacientes y pudiendo volver a facturar su atención.

PARALIZACIÓN DE ACTIVIDADES

En este mes sólo se ha tenido como resultado la intervención de 225 enfermos para cirugías programadas no demorables y en su mayoría sin relación con el Covid-19, ya que el Consell decidió que los centros privados fuera definidos como “puntos limpios” de coronavirus, pero ni les dejó trabajar más allá de lo más básico y tampoco les dio carga de trabajo que liberara más a los públicos.

Por ejemplo, La Casa de La Salud de Valencia sólo ha recibido durante este tiempo a 20 pacientes de UCI de la sanidad pública que estaban libres de Covid-19. “Desde que se decretó el estado de alarma hace ya más de un mes, el hospital La Salud, ha dedicado todos sus recursos y esfuerzos a combatir el Covid-19 al igual que el resto del sistema sanitario. Esto nos ha obligado a posponer la actividad asistencial habitual para centrarnos solamente en la urgente y no demorable”, destacan desde el centro.

La consellera de Sanidad, Ana Barceló.

Aún así, no ha sido hasta el pasado viernes que han podido reiniciar la actividad e ir recuperando poco a poco su programación tanto en consultas externas como en pruebas diagnósticas e intervenciones quirúrgicas.

OFERTA DE UCI Y RESPIRADORES

Por su parte, el Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre convirtió parte de su zona quirúrgica en puestos extra de UCI (Unidad de Cuidados Intensivos) para hacer frente a posibles necesidades derivadas de la crisis por Covid-19. Así, la actividad quirúrgica programada cesó desde el 1 de abril y puestos de URPA (Unidad de Reanimación Postanestésica) se han reconvertido en puestos de UCI, habilitados con “respiradores y sistemas de monitorización”, según el doctor Pedro Rollán, director médico de Vithas Valencia 9 de Octubre.

Así mismo, desde la dirección de enfermería del centro, durante las últimas semanas se ha formado a personal de enfermería específicamente en el área de cuidados críticos. Esta acción formativa se enmarcó en el plan de contingencia puesto en marcha por el hospital frente al Covid-19.

La habilitación de este área quirúrgica en zona de cuidados intensivos ha requerido, a su vez, de la participación del Servicio de Ingeniería. “Ha supuesto un cambio en las turbinas que controlan la climatización; en contra de lo que suele ser habitual en quirófanos, este nuevo uso busca que entre más aire del exterior del que sale”, como explica Daniel Iranzo, jefe de ingeniería de Vithas Valencia 9 de Octubre.

128 HABITACIONES DISPONIBLES SÓLO EN UN CENTRO

Además, este centro, que dirige Pedro Gil, tiene desde el inicio de la crisis, de acuerdo y en colaboración con las autoridades sanitarias, una planta habilitada con 64 habitaciones, con posibilidad de ampliar a otras 64, a la espera de las necesidades que surgieran en Valencia para el control de Covid-19.

Según la consellera Barceló, no se puede establecer una medida homogénea de derivaciones, sino que se debe atender «las peculiaridades» de cada centro, como el territorio que atienden o su especialidad. «Por tanto no puede aplicarse una medida homogénea sino teniendo en cuentas estos aspectos», argumentó en una reciente comparecencia.

Aunque Barceló reconoce que el sistema sanitario valenciano, tanto público como privado, «no sufre la presión asistencial de hace unos días y en todos los departamentos existen camas libres», la actividad ha estado suspendida de facto en los centros ajenos a la red de conselleria desde el 14 de marzo.

Asimismo, insistió el viernes en que ante la caída de ingresos hospitalarios hay más camas libres en los hospitales y por tanto la conselleria dispone de tiempo para planificar el uso de los hospitales de campaña en función de los distintos escenarios. En cualquier caso, ha insistido en que esas instalaciones se quedarán en previsión de lo que pueda pasar el próximo invierno.

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