Los empresarios piden blindar a los consellers Cano, Martínez Mus, Camarero y Barrachina tras la dimisión Mazón
Vicente Martínez Mus, conseller de Infraestructuras, pasará a ser vicepresidente en el pleno del Consell de hoy
				Los empresarios quieren que los consellers que fueron elegidos por Mazón y que llevan carteras económicas se mantengan desarrollando las funciones sin cambios. Especialmente, piden la continuidad de Marián Cano, que al ser la consellera de Innovación, Industria, Comercio y Turismo es la que más contacto tiene con los sectores productivos. «Que no paren», dicen desde las patronales. «No es momento de mudanzas», advierten otras fuentes empresariales.
Las otras dos carteras sobre las que se pide continuidad son las que llevan los vicepresidentes. Vicente Martínez Mus, que hoy tras el pleno del Consell en Alicante sumará a sus responsabilidades en infraestructuras el cargo de vicepresidente que ha ostentado Gan Pampols, es uno de los referentes más relevantes para los empresarios en la medida de que la reconstrucción y mejora de las infraestructuras está bajo su paraguas.
También se desea específicamente la continuidad de Susana Camarero al frente en concreto de las política de vivienda, ya que se recuerda que es el gran problema económico que tiene España y que la Comunitat Valenciana empezado a movilizar suelo para vivienda y se espera una aceleración de las políticas.
Dentro del campo agrario, la figura de Miguel Barrachina también aúna amplio consenso ya que desde las organizaciones empresariales agrarias se considera que tiene un profundo y efectivo conocimiento del campo valenciano y que no se le debe relegar ya que supondría desaprovechar el trabajo que junto a agricultores y ganaderos ya ha realizado.
Mientras diversas fuentes de patronales sectoriales consultadas por Economía Digital concluyen que los consellers con más contacto con las empresas, que son Marián Cano, Vicente Martínez Mus, Susana Camarero y Miguel Barrachina, los mensajes con tono institucional de José Vicente Morata (Cámara de Comercio), Vicente Lafuente (Femeval y próximo presidente de CEV) y César Quintanilla (Eupal) se centran en mantener el impulso a la actividad económica.
José Vicente Morata dijo ayer que «Las Cámaras de Comercio de la Comunitat «respetan la decisión tomada por el president Carlos Mazón y agradecen la colaboración institucional y la labor desarrollada durante su mandato» mientras «confían en que se produzca una transición que permita una senda de diálogo, estabilidad y apoyo al desarrollo económico y social en beneficio de la Comunitat Valenciana y de su tejido productivo».
«Su Gobierno ha impulsado medidas orientadas a reforzar la competitividad del tejido empresarial, favorecer la inversión y reducir las cargas administrativas y burocráticas. Entre ellas, la reducción de la presión fiscal que soportan las empresas y familias, la simplificación de trámites administrativos, la atracción de inversión para nuestro territorio y la voluntad de mantener un diálogo constante con los agentes económicos y sociales», reconocieron ayer las Cámaras de Comercio de la Comunitat Valenciana.
Vicente Lafuente apuntó que es necesario que «el Gobierno valenciano no pare» ya que es necesaria «una administración estable», es decir, que «ha gobierno y que funcione».
«No voy a entrar en valoraciones políticas, porque no toca. Simplemente decir que sean conscientes los partidos políticos de que no pare la sociedad, que no pare la economía, que se aprueben los presupuestos generales, que es importante que tengan altura de miras para esa aprobación de los presupuestos. Es un año excepcional y tenemos la DANA y, por lo tanto, es importante que el Gobierno valenciano no pare. Sea quien sea, pongan a quien pongan, necesitamos que la actividad continúe», aseveró el presidente de Femeval y próximo presidente de la CEV.
Ceśar Quintanilla, presidente de Uepal, pidió que la dimisión de Carlos Mazón como presidente de la Generalitat no “paralice el esfuerzo que el tejido productivo está realizando día a día”, y reclamó “estabilidad política que permita la recuperación de las zonas afectadas por la Dana en Valencia y el impulso económico del empresariado ante una situación internacional compleja y cambiante que estamos sorteando con dificultades, pero con garantías”.
A lo que el alicantino añadió: «Los objetivos políticos no pueden anteponerse a los intereses de la ciudadanía. Se tomen las decisiones que se tomen – que corresponde a los responsables políticos – confío en que no suponga un bloqueo que merme las posibilidades de desarrollo económico y empresarial que la Comunidad Valenciana, un lujo que en estos tiempos no nos podemos dar».
Y en otra esfera distinta, Salvador Navarro, que le quedan tres días como presidente de la CEV, dejó claro ayer lo escocido que está por su salida de la patronal autonómica hasta el punto que rehusó valorar la dimisión de Carlos Mazón. Navarro viene de un proceso acelerado de salida, porque sólo pasaron seis días desde que el 17 de septiembre plantó a 1.000 empresarios en el acto de Cámara Valencia y Mazón incidió en aquel error cometido por el presidente de la CEV hasta que el 23 de septiembre tuvo renunciar a la presidencia de la patronal que se creía suya así como ha perdido cualquier cargo que ha anhelado (al menos del ámbito empresarial, sí podría en política).
A estas alturas, su silencio tampoco sorprende puesto que Navarro intenta un apagón tan pueril como efímero en la CEV que, con total seguridad, cambiará radicalmente dentro de tan sólo tres días cuando Vicente Lafuente aúne a las voces que fueron díscolas con la patronal autonómica.