Grandes navieras como MSC y CMA-CGM vuelven a subir precios en las rutas desviadas del Mar Rojo

Ante la ausencia de cambios en la situación en el Mar Rojo, estas compañías, con importante presencia en Valencia, continúan adaptándose a una situación que parecía circunstancial pero que comienza a eternizarse

Contenedores en el puerto de Valencia

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Las grandes navieras del mundo continúan incrementando las tarifas de transporte de mercancías en las rutas que habitualmente transitaban por el Mar Rojo y que ahora, desde el inicio de los ataques de los rebeldes hutíes a raíz de la ofensiva de Israel en la Franja de Gaza, han tenido que desviar hacia el sur de África para bordear el Cabo de Buena Esperanza. Es el caso de dos de las grandes operadoras del puerto de Valencia: la italo-suiza MSC y la francesa CMA-CGM.

La principal naviera del mundo, Mediterranean Shipping Company (MSC), ya anunció a finales del mes de enero la modificación de sus rutas entre Oriente y Occidente para el mes de febrero, con el fin de evitar el conflicto en el Mar Rojo, al tiempo que indicó a sus clientes que no tiene previsto reanudar su paso por el Canal de Suez «hasta que el paso vuelva a ser seguro».

Antes que este grupo naviero, primero fue el gigante chino Cosco Shipping Lines el que anunció que iba a dejar de transitar la zona tras los ataques de los rebeldes hutíes a diversos buques comerciales que unen Asia y Europa, principalmente.

Pero la cascada de navieras que comenzó a tomar esta misma decisión no cesó y, a continuación, se sumaron el resto de grandes compañías del mundo, como Maersk, el armador francés CMA CGM o la propia MSC. Cerca de una veintena de navieras se vieron obligadas a desviar sus rutas para evitar la zona y concentraron sus operaciones en el Puerto de Valencia.

Las navieras MSCMaersk, Cosco y CMA CGM poseen terminal propia en el puerto valenciano, y de ellas, MSC es la que más tráficos genera en este recinto.

Como consecuencia de estas modificaciones, las tarifas comenzaron a incrementarse exponencialmente. En el caso de MSC, triplicó los precios por contenedor en el caso de los viajes desde India, Pakistán y Sri Lanka y los dobló ampliamente desde Bangladesh a través de un Cargo de Ajuste de Contingencia (CAC) en todos los envíos, directos y de transbordo para, posteriormente, aplicar una nueva subida enmarcada en un Recargo por Operación de Emergencia.

De 700 a 3.000 dólares

Ante la ausencia de cambios en la situación en el Mar Rojo, las compañías líderes del transporte marítimo de mercancías continúan adaptándose a una situación que parecía circunstancial pero que comienza a eternizarse y a no mostrar signos de pacificación que inviten al optimismo.

Tanto es así que, en el caso de MSC, ha actualizado las tarifas de sus viajes entre India y Pakistán y los puertos europeos de Amberes y Valencia. En concreto, la compañía anuncia nuevas tarifas aplicables en el periodo comprendido entre el 1 y el 31 de marzo para los contenedores de 20 pies, 40 pies y 40 pies refrigerados.

Antes del inicio del conflicto, los precios oscilaban entre 700 y 1.050 dólares por contenedor, en función de su tamaño, mientras que ya en febrero se incrementaron hasta los 2.200 dólares en el mejor de los casos y los 2.550 en el transporte de mayor tamaño. El nuevo aumento de las tarifas lleva estos precios hasta un pico de entre 3.000 y 3.250 dólares por contenedor, dependiendo también de su tamaño, en las conexiones desde India y Pakistán hasta Europa.

Por su parte, la francesa CMA-CGM también ha anunciado un nuevo recargo a las subidas de los últimos meses, en este caso por ‘temporada alta’, en rutas también afectadas directamente por el mencionado conflicto: entre Europa, India, el Golfo Pérsico y el Mar Rojo.

En este caso, el incremento es de entre 200 y 300 dólares para los viajes que conectan con los puertos del Mediterráneo, tanto oriental como occidental, entre los que la dársena valenciana es una de las grandes líderes. No en vano, CMA-CGM opera una de las terminales del Puerto de Valencia.

Por otra parte, otras compañías están realizando operaciones en una dirección distinta. En concreto, Hapag-Lloyd ha dado un paso más en la senda iniciada por Maersk con su «puente de Marruecos». El objetivo común de las dos navieras es saltarse el Puerto de Valencia y evitar el pago del impuesto europeo ETS, que se logra sortear al descargar las mercancías en el puerto marroquí de Tanger Med antes de que lleguen a su verdadero destino.

En línea con sus competidoras, Hapag-Lloyd también ha desviado sus rutas del Mar Rojo, aunque precisamente este martes ha anunciado la puesta en marcha de una nueva ruta que conectará el sur de Turquía y el Mar Rojo, llamada Türiye Red Sea Feeder Service (TRS). Esta nueva ruta no llega al Golfo de Adén, pero sí transita por la zona cercana al conflicto, concretamente hasta la ciudad saudí de Jeddah.

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