Mar Chao ofreció la terminal de Ford en el Puerto de Valencia a marcas desconocidas de coches chinos
El Puerto de Valencia evitó penalizar a Ford por incumplir los tráficos mínimos pero cuando llegó Mar Chao se acabó la sensibilidad con la fábrica de Almussafes
Mar Chao, presidenta de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV)
La presidenta de la Autoridad Portuaria de Valencia, Mar Chao, ha ofrecido la terminal de Ford en el Puerto de Valencia a un operador que está buscando cómo introducir nuevas marcas en Europa. Durante una misión comercial a China el pasado mes de junio, según explican fuentes portuarias, se planteó la operación que supondría cancelar la adjudicación a Ford e incorporar otro operador que tuviera más tráfico de coches.
Ford logró tener espacio propio en el Puerto de Valencia para sus operaciones en 2016. Se trató de 50.000 metros cuadrados en el extremo sur del Muelle del Este. Entonces asumió el compromiso de un tráfico medio mínimo durante los próximos siete años (con posibilidad de prorrogarlo hasta 2026) de 90.000 vehículos anuales. Al año siguiente, se modificó la adjudicación alcanzando los 150.000 metros cuadrados.
En el consejo de administración de la Autoridad Portuaria de Valencia de junio de 2022, tal y como se informó en su rueda de prensa posterior, se concedió una excepción a Ford para evitar la penalización que por contrato tenía si incumplía el volumen mínimo de tráfico comprometido. Esto fue antes de que llegara Mar Chao a la presidencia del Puerto de Valencia y cuando Ford estaba en pleno debate sobre si cerraba la planta de Almussafes o la de Saarlouis.
La situación se volvió a plantear en febrero de este año ya que la crisis de producción de Ford Almussafes estaba y continúa en su momento álgido. Con Mar Chao como presidenta se dio portazo en abril a las peticiones de la fábrica americana.
Esta falta de apoyo de la Autoridad Portuaria de Valencia a la fábrica de Ford en Almussafes pasó completamente desapercibida por parte de la Generalitat Valenciana, cuyo único foco estaba en la reconstrucción tras la DANA. De hecho, la incapacidad de Mar Chao de hacer equipo en el Puerto de Valencia, lo que le ha dejado plegada a las necesidades de MSC y Boluda, es un aspecto que sólo a partir de junio de este año empezó a producir curiosidad en el entorno de presidencia.
Mientras este recelo se empezaba a generar fue cuando, según explican fuentes conocedoras de la propuesta, Mar Chao propuso a un operador con gran capacidad de car-carrier (barcos específicos para el transporte de vehículos) que se quedara con la concesión de Ford. En este sentido, cabe recordar que Mar Chao es la presidenta del Puerto de Valencia que ha revocado la concesión de la terminal de pasajeros a Baleària pese a que fue ella misma la que como directora comercial avaló su concesión años antes, tal y como ayer desveló Economía Digital.
Las fuentes que conocen la propuesta explican que en el mercado automoción chino hay grandes líderes como BYD que han comprado sus propios car-carrier para trasladar la producción que hacen en Asia hacia Europa y América. Ahí está proyectado muchos cientos de miles de movimientos de coches al año. «Aquí se conocen dos o tres marcas pero en China hay 150 marcas a las que hay que dar servicio», explican las fuentes portuarias conocedoras del mercado chino.
Una gran parte de esas 150 marcas es difícil que lleguen a corto plazo Europa pero sí que se advierte que hay «muchas marcas que pronto podrían mover 50.000 o 100.000 vehículos al año hacia Europa, por lo que no es eficiente tener una flota propia y van a necesitar operadores como nosotros».
Y ahí es donde apareció Mar Chao ofreciendo el espacio que tiene Ford en el Puerto de Valencia en un proyecto que no se ha comunicado oficialmente y que supone una amenaza a la competitividad de la fábrica de Almussafes, que tiene la exportación como principal destino de su producción.
Según las fuentes portuarias consultadas, la propuesta de Mar Chao sobre la terminal de Ford respondió a criterios unicamente de negocio sin abordar la repercusión que tendría no sólo dificultar las operaciones de la industria local sino, al contrario, ir a buscar a China clientes que puedan desembarcar en el mercado para competir tanto con Ford Almussafes como con los coches de Volkswagen y Cupra que utilizarán las baterías que se realicen en la gigafactoría de PowerCo en Sagunto.