UGT-Ford felicita la Navidad comparando la llegada del híbrido con hacer una paella a fuego lento

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UGT felicita la Navidad a la plantilla de Ford Almussafes pidiéndoles paciencia con un nuevo voto de confianza respecto a la llegada del nuevo modelo híbrido que se espera en la factoría. La falta de concreción sobre los plazos y volúmenes del nuevo vehículo que fabricará la planta valenciana ha llevado al sindicato a crear nuevas metáforas para explicar los continuos y reiterados retrasos. Ahora para la espera del nuevo coche hay que tener la misma paciencia que con el fuego lento de la paella.

Sin que la IA con la que se ha realizado el video tenga en cuenta el riesgo de que se queme el arroz, en el diálogo figurado en la factoría se inicia con la preocupación de un trabajador con la gorra de Ford leyendo en el móvil. «El ruido de las redes no paga facturas», le dice otro empleado, al que con disgusto le contesta: «La fábrica está parada».

El optimista le matiza: «No está parada, esta cogiendo aire». Y después llega la metáfora del vídeo: «Lo que viene es grande. Y como una buena paella necesita su tiempo, su fuego lento y su socarrat ben fet«.

El video tiene varios mensajes ocultos. Por un lado, en el primer plano de aproximación a la factoría se ve un cartel que habla del «Nuevo Kuga». Teniendo en cuenta que una de las pocas garantías que tiene el nuevo modelo es que va a utilizar la plataforma del Kuga, la decisión de no poner otro nombre y, en concreto, citar al Bronco, se solventa de esta forma.

También es llamativo que en la parte final del vídeo aparezca el lema «El poble salva al poble». La frase se popularizó en la DANA y es todavía la foto de Whatsapp de uno de los principales líderes de UGT en la factoría cuyo protagonismo será creciente en los próximos meses. Su mano, por tanto, parece visible ya en estas comunicaciones a la plantilla, en la que se refuerza la importancia de la formación que se está realizando con el ERTE Red para lograr un «equipo» más fuerte.

El video termina con una frase muy navideña pero también muy ligada a la historia de Ford. «Se acercan luces que deslumbrarán a todos. Feliz Navidad». En el recuerdo queda cuando Alan Mulally, presidente de Ford mundial y enamorado de Valencia, dijo que Valencia iba a tener «un futuro tan brillante que iba a necesitar gafas de sol». Aquello se dijo en 2011, con ERTEs y crisis económica, antes de que llegar la Transit Connect de Rumanía y el Mondeo, S-Max y Galaxy de Bélgica.

Ford intenta generar cultura eléctrica

Aunque el mensaje de UGT en la factoría de Almussafes está centrado en los híbridos, desde Ford España el gancho de la Navidad se derivó hacia los eléctricos. Según explican en una nota de prensa, «Esta Navidad, los hogares españoles pueden tener una nueva fuente de conflictos. Según un nuevo estudio llevado a cabo por Ford, la «solicitud de recarga» de vehículos eléctricos es un dilema para todos los implicados: mientras que más de uno de cada cinco anfitriones (21%) se sentiría secretamente molesto por la petición, el 53% de los conductores de vehículos eléctricos en España considerarían fingir una «emergencia de recarga» para escapar del ajetreo familiar».

Este estudio, sobre el que no existe ficha técnica ni detalles de cómo se ha realizado, según Ford «pone al descubierto lo que los españoles sienten al recibir en su hogar a conductores de vehículos eléctricos, y los resultados muestran una mezcla de buena voluntad y de resentimiento silencioso«.

La compañía automovilística dice que «más de uno de cada cinco españoles (21%) admitió que se sentiría molesto si alguien le pidiera enchufar su vehículo eléctrico a la red eléctrica de su casa«.

El estudio sugiere que este nuevo dilema social es bidireccional. El 32% de los usuarios españoles de vehículos eléctricos considera que pedir recargar su coche es más incómodo que pedir la contraseña del Wi-Fi (18%) o incluso que preguntar cómo tirar de la cadena del inodoro (30%). Un dato sobre el que Ford hace hincapié: «para el 17% de los conductores españoles, pedir a los suegros que carguen su coche es más embarazoso que admitir que han atascado el inodoro«.