“Una plaga incontrolable”: LA UNIÓ alerta del grave impacto de los jabalíes en los cítricos de la Plana Baixa
A estas pérdidas directas se añaden daños en los márgenes rurales, infraestructuras y sistemas de riego, esenciales para el mantenimiento de las explotaciones
La proliferación de jabalíes en la comarca de la Plana Baixa está generando graves problemas económicos, ambientales y sociales que afectan a los agricultores, a la seguridad vial y a la sanidad pública.
La organización agraria La Unió Llauradora ha denunciado que los daños en los campos de cítricos, infraestructuras rurales y sistemas de riego son cada vez más numerosos y que la sobrepoblación de esta especie salvaje supone un peligro creciente para la comarca y sus habitantes.
Los jabalíes están causando graves destrozos en los campos de cítricos, alimentándose de la fruta directamente de los árboles y también dañando las ramas y el follaje, lo que afecta considerablemente la producción agrícola.
A estas pérdidas directas se añaden daños en los márgenes rurales, infraestructuras y sistemas de riego, esenciales para el mantenimiento de las explotaciones.

Este deterioro económico es sustancial y persistente, con fluctuaciones a lo largo del último año que han empeorado la situación.
Además, esta sobrepoblación representa un riesgo para la seguridad viaria, ya que el incremento de accidentes causados por jabalíes se ha vuelto habitual, llegando a originar situaciones de peligro para conductores y peatones.
Por otra parte, está el riesgo sanitario derivado de posibles transmisiones de enfermedades zoonóticas tanto a humanos como a ganado, un problema que añade urgencia a las iniciativas de control poblacional.
Solicitudes de la Unió Llauradora
Ante esta problemática, La Unió Llauradora reclama que la Generalitat valenciana amplíe de forma significativa la dotación presupuestaria para 2026 destinada a las ayudas para el control del jabalí.
Igualmente, solicita una revisión y posible ampliación del listado de municipios catalogados con sobreabundancia de esta especie, incluyendo aquellos que sufren daños reiterados pero han quedado fuera de las convocatorias por falta de fondos.

El programa de control actual contempla tres líneas principales de ayuda: financiamiento para actuaciones directas de caza y control en zonas comunes, adquisición de materiales y equipos para el control en cotos privados, y ayudas para la eliminación adecuada de cadáveres y la gestión de instalaciones auxiliares necesarias para esta labor.
Las medidas buscan consolidar un modelo sostenible, coordinado y preventivo en colaboración con ayuntamientos, colectivos de caza y el sector agrario.