Madrid ya compite con Miami y Dubái: A Golpe de Ladrillo’ pone cifras al boom del lujo

El podcast radiografía el fenómeno que impulsa a Madrid al podio mundial del superlujo

Montaje realizado por Economía Digital.

Madrid ya no aspira a ser una alternativa europea dentro del mapa del lujo inmobiliario: empieza a jugar en la liga de las ciudades donde el capital global busca refugio, estilo de vida y oportunidades de inversión.

Y esa es la tesis central que atraviesa el segundo episodio del podcast A Golpe de Ladrillo, el espacio inmobiliario de Economía Digital presentado por Alfonso Abad García, que en esta ocasión reúne a dos voces clave del sector: Adolfo Diéguez, fundador de Diza Consultores, y Valeria Cimonetti, head of Sales & Marketing de Driven Properties.

El episodio llega en un momento crucial. A pesar de la presión de los tipos de interés, el enfriamiento del mercado residencial y la inercia inflacionaria, el segmento del lujo no solo resiste: acelera. «Mientras el mercado general parece que se ralentiza, el prime se acelera«, recuerda Abad al iniciar la conversación.

Los datos lo certifican: la demanda de vivienda de lujo ha crecido un 97% en los últimos años, y las previsiones de cierre para 2025 apuntan a una subida del 7% en precios, con zonas ultra prime como el barrio de Salamanca superando ya los 20.000 euros el metro cuadrado.

El lado oculto de la vivienda de lujo | Diza y Driven en A Golpe de Ladrillo #2

Un comportamiento que descoloca al ciudadano medio, pero que tiene explicación, y que el podcast desgrana con precisión.

«Tenemos un país y una ciudad extraordinaria, con factores muy agradables para invertir», afirma Diéguez. Los motivos se repiten, pero ahora pesan más: clima, seguridad, estabilidad jurídica, gastronomía, infraestructuras y una conectividad aérea que permite a Madrid operar como un cruce de caminos entre América, Europa y Asia.

«La calidad de vida que ofrece España no tiene comparación«, subraya Cimonetti, que recuerda cómo la ciudad «ha cambiado una barbaridad en los últimos diez años».

La novedad, sin embargo, no es el atractivo, sino la escala del fenómeno. España, y especialmente Madrid, han pasado de ser una plaza interesante a una plaza competitiva. «Estamos preparados y preparándonos para ofrecer mucho más que clima y cultura… una forma de vida discreta y con libertad de comportamiento«, explica Diéguez.

Valeria Cimonetti, head of Sales & Marketing de Driven Properties.

Un mensaje que seduce al comprador latinoamericano, pero también al estadounidense —que irrumpe con fuerza— y, cada vez más, al inversor asiático y del Golfo.

El capital global se siente «cómodo» en Madrid. Y eso está cambiando el tablero.

Un comprador más sofisticado… y un producto que no da abasto

Los expertos coinciden: la demanda no solo crece, sino que se vuelve más exigente. «Es un comprador mucho más sofisticado, que busca calidad, edificios con alma, seguridad y amenities«, explica Cimonetti. Gimnasio, piscina interior, servicios de concierge, espacios comunes pensados al nivel de Londres, Miami o Dubái. Lo que en otras ciudades globales es una norma, en Madrid aún es excepción.

La ciudad, dicen, todavía no produce suficiente producto superprime. El barrio de Salamanca está prácticamente tomado por la inversión internacional; Justicia, Almagro y Jerónimos viven su propio «renacimiento» como zonas prime; y nuevos ejes como Cortes se están transformando a ritmo de aperturas de hoteles de lujo —más de 30 entre 4 y 5 estrellas desde 2014— que elevan el listón de todo lo que les rodea.

A falta de suelo, la respuesta está siendo la «vivienda pseudonueva»: rehabilitaciones integrales de edificios históricos o reformas unidad a unidad, como explica Diéguez. Pero eso solo cubre parte del hueco. Madrid arrastra un déficit acumulado cercano al millón de viviendas, y el lujo no es ajeno al tapón.

La eliminación de la Golden Visa o el debate sobre elevar al 100% el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales para no comunitarios generaron un terremoto mediático. Pero en el mercado real, el impacto es limitado.

Adolfo Diéguez, fundador de Diza Consultores.

«La Golden Visa casi nunca fue el motivo de compra«, recuerda Diéguez. Lo que sí inquieta es el mensaje. «La inversión internacional no teme tanto al precio como a la incertidumbre«, advierte Cimonetti.

Y España, coinciden ambos, necesita reforzar su estabilidad regulatoria si quiere retener el flujo de capital que ahora llama a su puerta.

Madrid, por su parte, sigue ganando terreno como alternativa a ciudades donde la inseguridad crece. París atraviesa un momento delicado. Londres mantiene su aura financiera, pero sufre por precios y fiscalidad. Miami y Dubái ofrecen espectáculo, mar y rascacielos… pero Madrid, dicen, ofrece algo único: discreción y vida real.

Los dos expertos prevén un final de 2025 y un arranque de 2026 marcados por una demanda aún más fuerte —incluso desde mercados nuevos como el Sudeste Asiático u Oriente Medio—, junto a una mayor presión para elevar calidades y profesionalizar el sector.

También anticipan un crecimiento significativo del peso de los servicios y de la llamada «vida 360º» para el comprador global, en un contexto donde la escasez persistente de producto seguirá tensionando los precios.

Díeguez ve a Madrid «en su prime, con sus 30 o 40 años», una ciudad madura, atractiva y todavía con recorrido para competir de tú a tú con Miami o Dubái, siempre que la política «no ponga palos en la rueda».

Cimonetti, por su parte, insiste en que el futuro pasa por más servicios, más calidad y procesos administrativos más ágiles. «Ya no todo se vende a cualquier precio», recuerda. La excelencia será obligatoria.

‘A Golpe de Ladrillo’ radiografía el lujo

La conclusión del episodio es clara: España y Madrid han entrado en el radar mundial del lujo para quedarse. La ciudad se está transformando, las exigencias de los compradores suben y la demanda internacional no da señales de agotamiento.

Alfonso Abad García, creador y presentador de ‘A Golpe de Ladrillo’.

Lo importante es convertirnos en un país donde la gente sea más feliz”, reflexiona Díeguez al cierre del episodio. Si el lujo inmobiliario es un termómetro —y habitualmente lo es—, Madrid está hoy más cerca que nunca de su temperatura más alta.

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