La ola de calor no da tregua: Aemet mantiene el aviso en toda Andalucía hasta este día

Aemet amplía su aviso por ola de calor hasta el próximo domingo 10 de agosto en toda Andalucía. La noches también serán calurosas, no se espera que las temperaturas bajen de los 23-25 grados en el sur peninsular

Imagen de archivo de una ola de calor en Andalucía. Foto: EFE archivo

Imagen de archivo de una ola de calor en Andalucía. Foto: EFE archivo

La Aemet amplía su aviso especial por ola de calor hasta el próximo domingo ante un episodio de temperaturas extremas que afecta a casi toda España, especialmente al sur peninsular. En Andalucía se esperan máximas de hasta 42 °C y mínimas que no bajarán de los 23-25 °C, lo que representa una amenaza directa para sectores clave como la agricultura, el turismo y el consumo energético. La configuración sinóptica favorecerá la persistencia del fenómeno, con un impacto transversal sobre el sistema económico y social.

La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha activado un nuevo aviso especial por ola de calor que afectará a toda la Península, salvo la cornisa cantábrica, y que se mantendrá con un 80 % de probabilidad al menos hasta el domingo 10 de agosto.

Las temperaturas, que ya han superado los 40 °C en muchas zonas del sur, seguirán aumentando durante los próximos días debido a una configuración atmosférica especialmente estable.

Esta situación se debe a una configuración sinóptica estacionariaaltas presiones atlánticas sobre el territorio peninsular y una baja térmica al suroeste, que facilita la entrada de una masa de aire cálido y seco procedente del norte de África. A esto se suma la alta insolación típica de agosto, generando un entorno térmico extremo y prolongado.

Ola de calor: Máximas por encima de los 40 °C y noches sin tregua

Durante el lunes 4, el calor será especialmente intenso en el valle del Guadalquivir y el Guadiana, donde los termómetros podrían marcar hasta 42 °C, una tendencia que continuará durante martes 5 y miércoles 6. Las temperaturas también escalarán en el interior de Galicia, la cuenca baja del Miño, el nordeste peninsular y la meseta norte.

En paralelo, las temperaturas nocturnas también se dispararán. Según Aemet, aunque el ascenso de las mínimas no será tan generalizado como el de las máximas, sí se espera que las noches sean tórridas, con registros por encima de los 23-25 °C en el centro y sur peninsular, así como en el litoral mediterráneo.

A partir del jueves 7, estas condiciones se extenderán hacia el suroeste peninsular y el valle del Ebro, dificultando el descanso y aumentando la carga térmica acumulada.

En el archipiélago canario, aunque se espera una subida de temperaturas entre el lunes y el miércoles, la Aemet descarta que se cumplan los criterios técnicos de ola de calor.

Impacto económico: sectores estratégicos bajo presión

El sector agrario será uno de los más afectados por este episodio. El incremento de las temperaturas y la falta de descenso térmico nocturno aceleran el estrés hídrico en cultivos como la vid, el olivo o el almendro, y obligan a intensificar el riego, con un impacto directo sobre el consumo de agua y la rentabilidad de las explotaciones.

En algunos casos, puede haber reducción de rendimientos y calidad comercial, especialmente en zonas del interior andaluz y la meseta sur.

La demanda de electricidad está experimentando picos diarios como consecuencia del uso masivo de aparatos de refrigeración y climatización, lo que incrementa la presión sobre la red, eleva los costes operativos y puede generar volatilidad en los precios del mercado mayorista. Las empresas de servicios y edificios de oficinas deben hacer frente a costes energéticos adicionales.

El turismo, motor económico en zonas como Andalucía, Murcia o Comunidad Valenciana, se enfrenta al reto de mantener la actividad en condiciones extremas.

Las altas temperaturas afectan tanto al comportamiento del visitantecomo a la programación de actividades al aire libre. Algunos destinos ya están adaptando horarios o reforzando los sistemas de ventilación y protección solar en espacios públicos y hoteles.

Las noches tórridas y las temperaturas extremas representan un riesgo creciente para la salud pública, sobre todo en personas mayores, pacientes crónicos y trabajadores al aire libre.

Las autoridades recomiendan restringir la exposición solar, adaptar horarios laborales en sectores como la construcción, y extremar la hidratación y los cuidados personales.

Al mismo tiempo, esta ola de calor evidencia la necesidad urgente de adaptar las ciudades y los sistemas económicos al cambio climático, incorporando soluciones de resiliencia urbana, eficiencia energética y rediseño de infraestructuras críticas.

El episodio de ola de calor que se intensifica esta semana en Andalucía y buena parte del país no es un fenómeno puntual, sino un reflejo de una tendencia estructural al alza.

Las consecuencias económicas van más allá del coste térmico: afectan al tejido productivo, presionan a los sectores estratégicos y requieren una respuesta integrada por parte de administraciones y empresas.

La Aemet seguirá actualizando sus previsiones, pero el mensaje de fondo permanece: los fenómenos extremos ya no son la excepción, sino parte del nuevo contexto operativo para cualquier actividad económica.

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