Adiós a una cervecería histórica en Sevilla: jubilación con buen sabor de boca

Sevilla despide a uno de sus locales más emblemáticos, la Cervecería Internacional, que bajó la persiana por la jubilación de su propietaria, Antonia Moreno, en el número 3 de la céntrica calle Gamazo. 

El cierre, efectivo el pasado 1 de noviembre de 2025, pone el broche de oro a una etapa para miles de sevillanos y visitantes que encontraron aquí un rincón de tradición y buen gusto.

El local fue fundado en 1987 por Francisco Moreno, quien decidió apostar por las conservas y, poco después, por la cerveza internacional para adaptarse a la llegada de visitantes extranjeros durante la Exposición Universal de 1992. 

Su hija Antonia y su marido, Antonio Márquez, tomaron las riendas y convirtieron el bar en una referencia única al combinar la cerámica trianera y la cocina tradicional sevillana con una selección de más de 300 referencias de cervezas, incluidas las célebres trapenses belgas y marcas exclusivas difíciles de encontrar en otros locales de la ciudad.

Un referente en el centro de Sevilla

Durante casi cuatro décadas, la Cervecería Internacional fue mucho más que un bar; se transformó en un centro de reunión, celebración y degustación, donde la ensaladilla de gambas y los garbanzos con bacalao compitieron en fama con la variedad internacional de cervezas.

Antonia Moreno, conocida por remover diariamente 15 kilos de ensaladilla y hasta 30 en Semana Santa, ofreció una receta tan cuidada que fue uno de los mayores reclamos para los clientes locales y extranjeros.

El bar nació en un momento en que la industria cervecera española se limitaba casi exclusivamente a marcas nacionales, pero la familia Moreno apostó por importar cervezas de distintos países, adelantándose al boom de la cultura ‘glocal’ y convirtiendo su establecimiento en pionero en Sevilla.

El éxito y el reconocimiento no habrían sido posibles sin la dedicación diaria “al producto”, como destaca su hijo Antonio Márquez Moreno. Su madre viajaba personalmente a Huelva por gambas frescas y seleccionaba las mejores patatas. El mimo por la materia prima, la atención al cliente y el ambiente acogedor fueron el secreto de 37 años de lleno en la cervecería, donde hasta los clientes belgas mostraban sorpresa y admiración por la variedad y exclusividad de las cervezas ofertadas.

El reto del relevo en la hostelería 

La jubilación de Antonia Moreno alumbra un fenómeno que va en aumento en Sevilla y otras ciudades españolas: el cierre de bares históricos por falta de relevo generacional y dificultades para encontrar personal cualificado que mantenga la esencia y el rigor del negocio familiar. 

Según comenta la familia, la búsqueda de empleados con vocación hostelera y respeto por la forma de entender el oficio ha sido infructuosa, lo que ha llevado finalmente a la decisión de cerrar, sin plantear por ahora ni el traspaso ni la venta del local.

La tendencia se refleja en sectores de hostelería, donde en España han cerrado cada día 24 locales desde 2020, lo que supone casi 9.000 establecimientos menos, según el informe socioeconómico anual de Cerveceros de España

El bar sevillano se suma así a una larga lista de negocios tradicionales que no han logrado sobrevivir a los cambios demográficos, económicos y culturales, pero también a una cierta desafección por el modelo de gestión hostelera tradicional entre las nuevas generaciones

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