Azucarera desmiente el cierre de su fábrica en Jerez y reafirma su compromiso con Andalucía

La compañía asegura que la planta gaditana sigue operando como refinería de crudo desde 2008 y niega cualquier plan de deslocalización o inversión en Paraguay

Fábrica de la Azucarera en La Bañeza

Fábrica de la Azucarera en La Bañeza. Foto: Fernando Otero / Europa Press

La compañía Azucarera ha querido despejar las dudas que han surgido en los últimos días en torno al futuro de su planta de Jerez de la Frontera (Cádiz). En un comunicado, la empresa ha sido tajante: “La fábrica no está cerrada y continúa su actividad como refinería de crudo, como viene haciendo desde 2008”. Con esta afirmación, la compañía sale al paso de las declaraciones de COAG Andalucía, que había denunciado el supuesto cierre de la instalación, alertando del “daño” que ello podría causar al cultivo de la remolacha en la región.

Desde la dirección de Azucarera subrayan que la planta de Jerez sigue plenamente operativa, procesando azúcar crudo importado y manteniendo su papel dentro de la estructura industrial del grupo. La empresa recuerda que 218 personas trabajan actualmente en el centro, una cifra que refleja —según destacan— “el compromiso continuado con el empleo en la región y con la actividad económica local”.

La fábrica de Jerez no ha cesado su actividad ni lo hará. Es una instalación estratégica dentro de nuestra red industrial”, aseguran fuentes de la compañía, que además destacan que el modelo de refinería permite mantener una producción estable y sostenible, adaptada al contexto del mercado azucarero europeo.

Desmentido sobre Paraguay: “No existe ninguna inversión ni deslocalización”

Azucarera también ha querido desmentir categóricamente otra de las afirmaciones difundidas por COAG Andalucía, que aseguraba que la empresa planeaba invertir 42 millones de dólares en Paraguay para trasladar parte de su producción a ese país. “No existe ningún plan de deslocalización ni inversión de ese tipo”, ha remarcado la compañía, calificando las informaciones como “falsas, erróneas y confusas”.

Desde la empresa lamentan que se generen “mensajes equivocados que pueden alarmar tanto a agricultores como a trabajadores”. En su nota, Azucarera subraya su compromiso con la transparencia y con el desarrollo sostenible de sus operaciones en España, al tiempo que pide “rigurosidad y responsabilidad” en las declaraciones públicas sobre un sector tan sensible como el agroalimentario.

La fábrica de Jerez tiene una trayectoria de más de seis décadas ligada al desarrollo agrícola y económico de la provincia de Cádiz. Sin embargo, desde 2008 su actividad se centra en la refinación de azúcar crudo, un cambio que se produjo como parte de la reordenación del sector azucarero europeo tras la reforma de la Organización Común del Mercado del Azúcar.

Desde entonces, el centro gaditano no muele remolacha, sino que refina azúcar importado para abastecer al mercado nacional e internacional. Según explican fuentes del sector, esta transformación ha permitido mantener la viabilidad de la planta y conservar una parte importante del empleo, aunque la vinculación directa con los cultivos de remolacha en Andalucía haya disminuido.

Fábrica de la Azucarera, en La Bañeza, León, Castilla y León (España)
Fábrica de la Azucarera, en La Bañeza, León, Castilla y León (España). Foto: Fernando Otero / Europa Press

La reestructuración en España, en contexto

Azucarera recuerda que en mayo de este año anunció una reestructuración de su red industrial en España, que incluía un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectó a once empleados del centro de Jerez. Sin embargo, la empresa insiste en que esta medida no implicaba el cierre de la planta, sino una optimización de recursos dentro de un plan más amplio para concentrar la molturación de remolacha en el norte del país.

En concreto, la compañía decidió trasladar la actividad de molienda de La Bañeza (León) a la planta de Toro (Zamora), considerada su instalación más moderna y eficiente. A pesar de esa concentración, Azucarera mantiene en funcionamiento tres fábricas molturadoras y un centro de envasado en Castilla y León, además de la refinería de Jerez, su única factoría en Andalucía.

En total, la compañía da empleo a 251 personas en España, de las cuales 169 son trabajadores indefinidos y 82 fijos discontinuos.

Reacción de los agricultores y llamada a la calma

Desde COAG Andalucía, las declaraciones iniciales habían generado preocupación entre los productores de remolacha, que temen una pérdida de peso del cultivo en la comunidad. Sin embargo, tras la aclaración de Azucarera, varios representantes agrarios han pedido “diálogo y prudencia” antes de sacar conclusiones precipitadas.

Fuentes del sector consideran que mantener la actividad en Jerez como refinería es positivo, aunque insisten en la necesidad de reforzar la cooperación entre la empresa y los agricultores para buscar nuevas fórmulas que reactiven el cultivo en el sur de España. “El futuro del azúcar pasa por la sostenibilidad y la colaboración con el campo andaluz”, apuntan desde una de las cooperativas locales.

Azucarera ha querido destacar también su apuesta por la innovación, la sostenibilidad y el empleo de calidad como pilares de su actividad en España. La compañía recuerda que invierte de forma constante en eficiencia energética y reducción de emisiones, además de participar en proyectos de economía circular vinculados al aprovechamiento de subproductos del proceso azucarero.

Nuestro compromiso con el territorio es firme. Seguiremos trabajando en Jerez y en todas nuestras plantas para ofrecer un producto de calidad y mantener el empleo”, afirman fuentes de la empresa.

Una empresa con peso estratégico en el sector

Azucarera, perteneciente al grupo británico AB Sugar, es uno de los principales actores del sector azucarero en Europa. Su actividad abarca toda la cadena de valor, desde la recepción de la remolacha hasta la refinación y comercialización de azúcar. Con una larga trayectoria en España, la compañía sostiene que su objetivo es mantener una industria azucarera competitiva y sostenible, adaptada a los retos del mercado global.

Con su comunicado, Azucarera busca poner fin a la incertidumbre generada en torno a la planta de Jerez. La compañía asegura que no hay cierre, ni traslado, ni deslocalización, y que la actividad industrial seguirá desarrollándose “con normalidad y con garantías de futuro”.

Lamentamos profundamente las informaciones erróneas que han circulado. Nuestro compromiso con Jerez y con Andalucía se mantiene intacto”, concluye la nota, en un mensaje que pretende tranquilizar a trabajadores, agricultores y a toda la comunidad local.

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