Persán sale de números rojos en Polonia tras la apertura de su nueva fábrica
La compañía ha logrado aumentar un 65% la producción en su primer país de expansión internacional y también espera hacerlo en su fábrica española

Trabajadores de Persán en la fábrica de Polonia. Imagen: Junta de Andalucía
La empresa de detergentes Persán ha cerrado el último ejercicio con beneficios en su filial de Polonia, después de un 2023 de pérdidas por valor de 10 millones de euros. En concreto, la compañía ha obtenido un beneficio cercano a los 6 millones a los pocos meses de abrir su nueva fábrica en el país.
El nuevo centro, ubicado en Wróblowice, en una zona muy próxima al anterior centro de producción ubicado en Wroclaw, se construyó con una inversión asociada de 80 millones de euros y con el objetivo de aumentar la capacidad de producción en un 65%.
La planta dispone de una superficie de 100.000 metros cuadrados y la propia empresa asegura que destaca por su «alta tecnología» y por ser un «referente» en sostenibilidad. En Polonia, que fue el primer paso de crecimiento exterior de la compañía, se producirán 500.000 toneladas al año, frente al máximo de 300.000 que tenía antes.
También se ha producido un aumento en los beneficios registrados en Persán Francia, donde se ha pasado de 617.000 euros a más de 2 millones de euros. El mercado que sigue siendo deficitario, por otro lado, es el de Latinoamérica, que se ha quedado en unos –89.000 euros.
A nivel España, Persán ha obtenido un resultado neto de 37 millones de euros, lo que supone un crecimiento cercano al 30% frente a los 29 millones del año anterior. Pero, de la misma manera que ha crecido en resultados, no ha sido así en cifra de negocio, donde ha caído un 5%, aterrizando en los 604 millones.
La compañía liderada por Concha Yoldi, en su informe anual consultado a través de la solución de analítica avanzado Insight View, no ofrece los motivos concretos de dicho descenso, pero sí que añade que el ebitda alcanzado ha sido de 60,5 millones de euros.
Por otro lado, cabe destacar que el grupo completo alcanzó cerró 2024 con un nuevo récord de facturación de 862 millones de euros, un 6,2% superior a la registrada en 2023.
Asentamiento nacional
Una de las líneas estratégicas de Persán para los próximos años es «continuar con las líneas de actuación en el mercado nacional, aprovechando sinergias y canales ya obtenidos, y la consecución de nuevos clientes». Para ello, su plan pasa por la ampliación de sus fábricas.
Por ejemplo, en este último ejercicio ha desembolsado unos 20 millones de euros para la «modernización, mejora, innovación y eficiencia» de su centro. Y, en la misma línea, ha recibido un préstamo de 55.000 euros del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) con motivo de su proyecto ‘Transformación de corrientes residuales en bioproductos para las industrias de detergentes y de plásticos mediante procesos de química verde’.
En cuanto a facturación por tipos de producto, la especialidad de Persán es el cuidado del hogar, que ocupa aproximadamente el 98%. Frente a estos, se encuentran los de cuidado personal, que abarca el 2% restante. Por tipo de mercados, el internacional se lleva el 67% de la facturación, lo que supone un 3% de descenso en comparación con 2023.
Otros focos para los próximos años son el «desarrollo de categorías de productos de alto valor añadido», la «potenciación de su presencia en el mercado internacional» y el «acceso por parte del grupo a nuevas categorías tecnológicamente avanzadas».
Crecimiento internacional
Todo ello se cumple con la compra de la compañía suiza Mibelle Group hace unos meses, que se dedica al cuidado personal, cosmética, productos para el hogar y nutrición. Con esta operación, Persán suma a su estructura sus empleados e instalaciones de países como Suiza, Francia, Reino Unido, Países Bajos, Estados Unidos y Australia.
La magnitud de esta adquisición es notable: Persán, que ya disponía de más de 2.000 empleados y operaba 3 centros de producción en Sevilla (España), Wróblowice (Polonia) y Saint-Vulbas (Francia), incorporará 1.400 nuevos trabajadores y superará los 1.000 millones de euros en facturación.
Para ello, Persán ha admitido haber tenido que suscribir «un contrato de financiación bancaria sindicada con 3 entidades de reconocido prestigio».
En el momento de la adquisición, el CEO de Mibelle Group, Peter Müller, se mostró optimista con esta nueva etapa. Explicó que, con Persán como nuevo propietario, podrán reforzar su relación con los clientes y mejorar su oferta con soluciones más innovadoras. «La combinación de nuestras competencias nos permitirá avanzar con mayor solidez en el mercado», señaló.