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Unicaja activa su plan de salidas unilateral: recorta un año el pago de indemnizaciones y las fija en el 73%
Para los trabajadores que se acogen a las salidas incentivadas, esta nueva medida implica dejar de recibir un año de renta y cotización financiadas por la empresa

El presidente de Unicaja, José Sevilla, durante la presentación de los resultados de 2024. A. Pérez Meca / Europa Press
Unicaja ha puesto en marcha este miércoles el plan de salidas para reducir su plantilla. Tras unas negociaciones infructuosas con los sindicatos, decidió que actuaría unilateralmente y ha hecho ahora públicas las condiciones: podrán acogerse trabajadores a partir de 57 años (a 31 de diciembre de 2024) y percibirán un 73% del salario neto fijo anual hasta que cumplan los 63 años.
En concreto, la entidad financiera pretende prescindir de 150 empleados. La edad máxima de cobertura de este plan se limita ahora a los 63 años, un recorte respecto al sistema anterior, que contemplaba el pago de la indemnización hasta los 64.
Esta reducción implica que los trabajadores dejarán de recibir un año de renta y cotización financiadas por la empresa, lo que según los sindicatos les obliga a asumir un mayor esfuerzo económico si aún no pueden jubilarse al llegar a esa edad. Así lo ha puesto de manifiesto, por ejemplo, el secretario general de Suma+T, Óscar López, en declaraciones a Economía Digital: «Se está empeorando la oferta».
También ha recalcado la diferencia en cuanto al salario acordado inicialmente: «Antes la cifra aumentaba conforme a tu edad, pero ahora es del 73% con independencia de la que tengas».
El plan incluye el pago del Convenio Especial con la Seguridad Social (CESS) hasta los 63 años, pero tampoco el sindicato se muestra conforme con este punto: «Las nuevas penalizaciones cuando estos trabajadores se jubilen son muchísimo mayores que las que había antes, cuando sacaron el sistema anterior».
Sin acuerdo sindical
El banco malagueño ha decretado estas condiciones después de un plazo de negociaciones con las agrupaciones sindicales entre febrero e inicios de marzo, un proceso en el que estableció una fecha límite y que cerró sin acuerdo.
En dicho momento se trató el plan de salidas junto a otros aspectos a debatir, como las aportaciones pendientes del plan de pensiones de los empleados procedentes de Liberbank, el plan de carrera, la integración de los planes de pensiones o la homologación salarial.
Este último tema no estaba planteado inicialmente en la negociación, sino que se puso encima de la mesa «en el último momento» por parte de CCOO, según valoraba López. El objetivo era ajustar el sueldo a un mínimo propuesto, consistente en 20,5 pagas.
Pero Unicaja se encontró con la oposición otros sindicatos precisamente por la celeridad de la propuesta y porque CSIF consideraba que, al absorber antigüedad y complementos existentes, afecta negativamente a muchos empleados y «en realidad, perpetúa diferencias».
Proceso judicial abierto
Otro tema todavía candente son las aportaciones pendientes del plan de pensiones a los empleados contratados inicialmente por Liberbank y, tras su integración en Unicaja, contratados por esta entidad.
La media estimada es de unos 7.000 euros por persona afectada y, después de que CSIF considerara haber «agotado todas las vías amistosas de negociación con Unicaja» en un conflicto pendiente durante «más de 10 años», la ha denunciado ante Inspección de Trabajo. Unicaja, por su parte, defendía al inicio que, para desembolsar la cifra completa, debía cumplir el requisito de alcanzar un ROTE (rentabilidad sobre el capital tangible) anual del 15%.
A lo largo de las conversaciones con los sindicatos, el banco malagueño se planteó negociar el pago de las aportaciones a las pensiones sin lograr esa cifra a cambio de reducir el importe total a un 50%, renunciando los trabajadores al porcentaje restante.
Unas semanas después, tras las quejas de otros grupos sindicales como Suma+T y CSIF, la entidad ofreció pagar la mitad de importe de manera individual y redujo al 13,9% el ROTE necesario para abonar la cuantía completa. El conflicto está, por lo tanto, todavía sin resolver.