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Dr. Mariano de la Figuera: “Determinar el riesgo cardiovascular al que se enfrenta cada persona es el gran desafío de la medicina preventiva”
Conversamos con el doctor Mariano de la Figuera, especialista en medicina interna y médico de familia sobre la prevención cardiovascular y su importancia para anticiparse a la detección de enfermedades muy frecuentes
Doctor Mariano de la Figuera
En el Canal Salud de Economía Digital nos centramos en los problemas más frecuentes en la sociedad y en aquellos que más nos importan como, por ejemplo, cuando vamos a hacernos una analítica de sangre cómo estamos de colesterol, transaminasas, triglicéridos, qué tal estamos de diabetes, cómo está nuestro corazón. Todo esto lo vamos a agrupar en lo que se conoce como medicina interna y medicina de familia. Para ello contamos con la colaboración de un gran profesional que lleva años informando, divulgando, de una forma amable y cordial. Se trata del doctor Mariano de la Figuera, especialista en medicina interna y médico de familia.
Entrevista al Dr. Mariano de la Figuera
Nos preocupamos mucho de la presión arterial, del colesterol, del síndrome metabólico en general ya que es la base para que una persona esté medianamente bien. El corazón es la bomba que nos mantiene vivos, un órgano al que no siempre le prestamos la atención que necesita y que en muchas ocasiones le ponemos muy por encima de sus posibilidades. El doctor explica la importancia de la “prevención cardiovascular” ya que permite anticiparse a la detección de enfermedades muy frecuentes, incluidas las cerebrovasculares, que “es la causa más frecuente de mortalidad cardiovascular en la mujer, en el hombre es más la cardiopatía isquémica” .
“Son patologías muy frecuentes, con una gran incidencia, con una gran mortalidad. La buena noticia es que se pueden prevenir; de lo que se trata tanto en la medicina interna como en la medicina de familia es identificar aquellos hábitos o factores de riesgo que puedan estar detrás de una enfermedad que se va a desarrollar en muchos casos, y por lo tanto, incidir en ella para prevenirla y evitar que aparezca”.
La aparición de estas enfermedades “depende de muchos factores, algunos son de cambios de estilos de vida y otros son de fármacos, pero efectivamente cuando hablamos de prevención cardiovascular, estamos hablando en términos generales de medicina preventiva”.
¿Estoy en riesgo cardiovascular?
Determinar cuál es el riesgo cardiovascular al que se enfrenta cada persona “es el gran desafío” que tienen los profesionales que se dedican a la medicina preventiva. “No hay que esperar nunca a encontrarse mal, (hacer una angina de pecho, hacer un infarto, entrar en insuficiencia cardíaca) porque ya estamos demasiado tarde. Es obligación sobre todo de los médicos de familia, también de los internistas, el detectar a aquellos pacientes que son de mayor riesgo cardiovascular. Para esto se pueden hacer unas aproximaciones que son muy sencillas, por ejemplo para un paciente hipertenso, sobre todo si tiene una hipertensión entre moderada e importante, el paciente con cifras muy elevadas de colesterol, pues también está dentro de ese grupo, sobre todo si tiene una hipercolesterolemia en la familia”.
Figuera señala que los especialistas están ya “muy acostumbrados y muy motivados” para “analizar, incluso matemáticamente” en las consultas “el riesgo cardiovascular”. “Para esto hay unas herramientas que las defiende la Sociedad Europea de Arteriosclerosis, la americana, la canadiense, las de cardiología, y en las que se integran en una pequeña fórmula matemática aplicable (incluso desde un teléfono móvil) pues la edad del paciente, si es masculino o femenino, las cifras de presión arterial, si fuma o no, por supuesto, los niveles de colesterol e incluso el país donde está viviendo. Nosotros tenemos la suerte, en el área mediterránea, de ser una zona de menor mortalidad cardiovascular que, por ejemplo, los países nórdicos, y ya no digo los países de la antigua Unión Soviética, que tienen una evidencia altísima”.
Gracias a estos análisis hechos en consulta se puede llegar a determinar el riesgo que tiene una persona de sufrir un problema cardiovascular. “Cuando a un paciente se le dice que tiene un 10% de riesgo le estás explicando que de 100 personas como él, con sus mismas características, 10 van a tener en 10 años un infarto o un ictus, por lo que hay que ponerse las pilas”.
Cambios en los parámetros
Desde hace años la estatina es uno de los fármacos que ayuda a hacer frente a las patologías cardiovasculares. Los distintos estudios realizados durante años ayudan a fijar los parámetros de colesterol o de hipertensión que pueden considerarse “normales”. Estas cifras, con el paso del tiempo, han ido variando. “Yo soy un gran defensor de lo que es la medicina basada en la evidencia, en pruebas, y lo que es cierto es que conforme vamos teniendo más información, esa información puede modificar. Hubo una época en la que se decía, mire, el médico que le baja la presión a un paciente, sobre todo si es un paciente anciano, está cometiendo un crimen, porque la presión sirve para mantener el flujo cerebral”.
Según detalla el doctor eso es una idea “absolutamente desfasada”. “Los que hemos vivido la historia de la hipertensión, empezamos con 160-95, luego pasamos a 140-90, luego pasamos a hacer que el control ideal esté por debajo de 130-80. Esto no es capricho de los investigadores ni de los grupos de consenso, sino que es fruto de la evidencia científica y exactamente pasa lo mismo con el colesterol. La teoría de que la enfermedad arteriosclerótica está producida por el colesterol, eso viene incluso avalada, porque en pacientes, por ejemplo, con enfermedad coronaria, ya el colesterol LDL (el que llamamos malo), debe estar por debajo de 55, pero no es el capricho de un grupo de cardiólogos de la Universidad de Nueva York, o del doctor Valentín Fuster, sino que simplemente las evidencias nos dicen que cuanto más bajo el colesterol esa persona que ha tenido un infarto, que ha hecho un angina de pecho, va a tener menos complicaciones y menos mortalidad por su enfermedad cardiovascular”.
“Por lo tanto, eso es cierto y hay que entenderlo, y sobre todo a los que ya llevamos muchos años, a veces sí que nos cuesta modificar nuestros parámetros, pero esa es la realidad. Si queremos estar al día, hay que leer las guías clínicas, hay que ver los documentos de consenso y entender que las cosas pueden cambiar”, subraya Figuera.
Control en casa
El doctor destaca la importancia de que los pacientes con un diagnóstico de hipertensión se controlen desde casa. “La automedida domiciliaria de presión arterial es una herramienta absolutamente fundamental. Siempre siguiendo unas recomendaciones específicas que vienen determinadas por el médico de familia, el internista o incluso la enfermería para conocer realmente cuál es la presión de esa persona en casa tomándosela con cierta frecuencia y sin obsesionarse. Eso da muchísima información y es una información muy válida”.