Dr. Carlos Alsina y la acupuntura, una tradición milenaria enfrentada a grandes prejuicios en España
La acupuntura es un método terapéutico originado en China hace más de dos milenios

Acupuntura por el doctor Carlos Alsina
En un nuevo espacio de Canal Salud de Economía Digital, damos la bienvenida al doctor Carlos Alsina, médico formado en China y expresidente de la Sociedad Española y Catalana de Acupuntura, para hablar de una disciplina que, pese a sus miles de años de historia y su eficacia reconocida en varios países, todavía se enfrenta a prejuicios y debates en España: la acupuntura.
Un sistema médico con más de 2.000 años de historia
La acupuntura es un método terapéutico originado en China hace más de dos milenios. Según Alsina, se basa en la estimulación de puntos específicos distribuidos por el cuerpo, mediante agujas, calor o presión, con el fin de restaurar el equilibrio del organismo.
“Es como un ordenador”, explica el especialista, “cuando se pulsa una tecla, el sistema responde. En el cuerpo humano, esas teclas son los puntos de acupuntura”.
Aunque reconoce que no puede curar órganos gravemente dañados, la acupuntura resulta eficaz en trastornos funcionales, en los que los análisis clínicos no muestran anomalías, pero el paciente no se siente bien. “La medicina china sabe interpretar estas señales”, afirma Alsina.
Evolución y respaldo científico
Si bien se trata de una práctica ancestral, Alsina subraya que la acupuntura no se ha quedado anclada en el pasado. Hoy en día, los avances en neurociencia y fisiología han permitido comprender mejor sus mecanismos de acción, lo que ha impulsado nuevas técnicas y validaciones científicas.
Un ejemplo es la llamada neuropuntura quirúrgica, desarrollada junto al Instituto de Benito, que combina los principios tradicionales con conocimientos actuales del sistema nervioso. Esta técnica se aplica en muñecas y tobillos, logrando efectos rápidos: disminución del dolor, reducción de la inflamación y recuperación funcional más acelerada tras cirugías.
Pacientes que buscan alternativas
La mayoría de personas que acuden a un acupuntor lo hacen por recomendación de otros pacientes satisfechos o por derivación de médicos que reconocen sus beneficios como terapia complementaria.
“Muchos llegan porque los tratamientos convencionales han llegado a su límite, o porque la medicación ya no puede aumentarse sin riesgos”, señala Alsina. En casos de dolor crónico, la acupuntura se presenta como una alternativa eficaz y con mínimos efectos secundarios.
Uno de los efectos inmediatos más habituales es la sensación de calma y relajación profunda: muchos pacientes se quedan dormidos durante la sesión gracias a la acción reguladora sobre el sistema nervioso simpático y parasimpático.
El debate en España
A pesar de la amplia tradición de la acupuntura y de su reconocimiento en países como Estados Unidos, Portugal, Francia o Italia, en España fue incluida por el Ministerio de Sanidad en la lista de “pseudoterapias”. Alsina recuerda con cierta decepción aquel momento, ocurrido durante su presidencia en la Sociedad Española de Acupuntura:
“Es curioso que mientras fuera está regulada, aquí se meta en el mismo saco que prácticas sin evidencia alguna. En Cataluña, ya en el año 2000, el 60 % de la población era usuaria de terapias complementarias. Algo habremos hecho bien para que tantos pacientes repitan”.
Una práctica en continua adaptación
Alsina, que lleva cuatro décadas dedicado a la acupuntura, continúa ejerciendo con entusiasmo y defendiendo su valor como parte de la medicina integrativa, cuyo objetivo es mejorar la calidad de vida de los pacientes.
“Sin dolor se vive mejor —subraya—, y si además se puede reducir el consumo de fármacos, ganamos en salud”.