Lidl esconde su Thermomix procedente de China

La cadena de supermercados Lidl mantiene en reserva su Thermomix barata fabricada en China, que no sale a la venta desde finales de 2019

La fachada de una tienda de Lidl.

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La cadena de supermercados Lidl es la que más crece en España y gran parte de su éxito se basa en la política de ofertas temporales. Y una de sus principales bazas es la Monsieur Cuisine de Silvercrest, que se ha convertido en la competencia del rey del sector, la Thermomix. Acostumbra a salir a la venta una o dos veces al año y agota rápidamente sus existencias. Ahora sus clientes están a la espera de una nueva tanda teniendo en cuenta desde finales de 2019 Lidl no la ha sacado a la venta. 

Tiene una gran demanda que no se vio afectada en las últimas polémicas que han surgido entorno a los electrodomésticos de la marca. Concretamente, el robot de cocina Monsieur Cuisine Connect fue muy criticado en junio cuando se descubrió que tenía un micrófono oculto y graves problemas de privacidad y seguridad. En la investigación que llevó el asunto a los titulares de todo el mundo se precisa que el producto fue fabricado en China. Hay que recordar que muchas industrias de este país están cerradas por el coronavirus.

La cadena de supermercados forma parte del grupo Schwarz, que se ha caracterizado siempre por tener un talante reservado. De hecho es la segunda cadena minorista del mundo –superada solo por la americana Walmart– y está controlada por Dieter Schwarz –que heredó el negocio de su padre y lo transformó en el gigante actual–, uno de los 50 más millonarios del mundo según Forbes (con una fortuna superior a los 16.000 millones de euros) y también alguien con altas cotas de discreción. Quizá sea esta tradición cauta la razón por la que hay tantos misterios alrededor de Lidl.

El origen de los electrodomésticos de Lidl

Silvercrest es la marca blanca de electrodomésticos de Lidl de más renombre que fabrica para la cadena de supermercados desde el robot de cocina Monsieur Cuisine Connect hasta una gran colección de hornos microondas, pasando por cafeteras, máquinas de coser, panificadoras y hasta cocedores eléctricos. Algunos pensarán que es una marca con presencia en otros minoristas, pero solo se vende en Lidl.

De hecho, la compañía alemana se refiere a Silvercrest como su «marca propia de electrodomésticos», por lo que puede entenderse que se trata de productos fabricados en Alemania, país que para bien o para mal ha estado siempre asociado a la calidad. Pero el secretismo de Lidl pone en cuestión el origen de los artefactos Silvercrest. Muchos de sus productos son distribuidos por Hoyer Handel, una central de compras de Lidl con sede en Hamburgo y dos filiales en China y una en Nueva York.

Hoyer Handel distribuye los productos Silvercrest en papel de importador y a la vez vende repuestos de estos electrodomésticos en su sitio web, e incluso vende muchos de los aparatos de Lidl por cuenta propia. Pero Hoyer Handel está registrada como empresa en Barcelona y dice ser «intermediario del comercio de productos diversos».

Entonces, si Hoyer Handel no fabrica los productos Silvercrest, ¿quién lo hace? Esta distribuidora tiene dos oficinas de compras en China: Hong Kong y Shenzhen, por lo que la incógnita del precio tan bajo ya se empieza a responder.

Entre sus distribuidores también están Parkside, experta en bricolaje, y Livarno Lux, de lámparas y otros productos de iluminación. Al menos dos de estas marcas –Parkside y Silvercrest– son propiedad de Kompernass, una de las empresas familiares más grandes de Alemania, que se ocupa de la electrónica de consumo y otro tipo de productos de Lidl, como los cepillos de dientes por ejemplo.

El robot de cocina de Lidl en reserva

El robot de cocina de Lidl suele rondar un precio alrededor de los 200 euros, es decir, una sexta parte de lo que cuesta la Thermomix. El periodo de tregua comercial coincide con las rebajas en España. De hecho, Lidl se ha sumado a ellas en cuanto a la ropa, y sigue con descuentos selectivos en alimentos y otras referencias, pero reserva la Monsieur Cuisine.

La cadena de supermercados alemana comercializa dos versiones de su popular y esperado robot de cocina. La Monsieur Cuisine Connect y la Monsieur Cuisine Edition Plus. La primera es la más conocida y vendida, también la más completa, aunque ahora la ha renovado. La segunda es más sencilla, por lo que se trata de una de las alternativas a Thermomix más baratas del mercado.

Ambos robots tienen tres programas automáticos —amasar, cocer al vapor y rehogar— y diez velocidades, además del turbo, con una potencia de 1.000 vatios. Incluyen dos nuevas funciones, marcha atrás y pesaje acumulativo, y una temperatura de cocción de entre 37º a 130º C. Las principales diferencias son que la versión Connect tiene más capacidad —3 litros, por 2,2 de la Edition Plus— y pantalla táctil de 7 pulgadas.

El espejismo

Lidl concentra la venta de los aparatos electrónicos apenas dos o tres veces al año y ha optado por no venderlos de forma constante. La cadena vende unas 50.000 unidades al año. Dado que la empresa cuenta con 535 supermercados en España, cada supermercado, cada establecimiento ha vendido, en promedio, unas 90 máquinas de coser al año. Es decir, entre siete y ocho máquinas al mes por cada tienda.

Con una venta concentrada en el tiempo, la cadena de supermercado también ahorra espacio con aparatos que ocupan grandes espacios en los pasillos y que no justificarían su presencia si todos estuviesen en los lineales de forma permanente.

En España, Lidl ya han triunfado con la heladera, la panificadora, el robot de cocina, la máquina de coser y la máquina de hacer waffles. Todos vienen con instrucciones y recetas. Mientras más variadas mejor. 

Lidl no termina de obtener beneficios con los ingredientes

Con una venta concentrada en el tiempo, la cadena de supermercado también ahorra espacio con aparatos que ocupan grandes espacios en los pasillos y que no justificarían su presencia si todos estuviesen en los lineales de forma permanente. Lidl triunfa con sus máquinas de cocina low-cost, pero no logra rentabilizar al máximo la venta de los ingredientes 

Al vender electrodomésticos de cocina a precios sumamente baratos, Lidl no busca el beneficio por la venta de los aparatos sino por los ingredientes. Con las panificadoras, las harinas; con las heladeras, la leche, las natas, los chocolates y las frutas; y con las máquinas de coser, los hilos.

Pero en esta estrategia, no todo marcha como debería. Gran parte de los usuarios compran las máquinas y luego adquieren los ingredientes en Mercadona, tal como explicó este diario con las panificadoras. Las usuarias fanáticas de la máquina de Lidl recomiendan en los principales foros y grupos las harinas de Mercadona.

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