Abanca duplica los ingresos que logró Castellano por desinversiones
Con Juan Carlos Escotet al frente, Abanca supera los 700 millones en ingresos con la venta de participadas y deuda, mientras espera para vender Itínere
Con la venta de R a Euskaltel como operación estrella, Abanca supera los 400 millones en ingresos a través de la venta de empresas participadas en los tres años de gestión del equipo de Juan Carlos Escotet. Los traspasos del gigante pizarrero Cupa a Carlyle y de Tecnocom a Indra, han dado continuidad al proceso de desinversión que había iniciado José María Castellano.
En un entorno económico mejorado, Abanca ha dejado atrás la venta de pequeños paquetes accionariales para formar parte de grandes operaciones por el conjunto de las empresa, como sucedió en Cupa o en la cablera R. Estas oportunidades están siendo un bálsamo para los resultados del banco, que en los dos últimos años se han situado por encima de los 330 millones de beneficio, favorecidos por el impacto de extraordinarios y la reducción de las provisiones.
El ritmo de desinversiones ha permitido a Escotet superar los ingresos que había obtenido José María Castellano a costa de adelgazar la cartera industrial, una de las exigencias de Bruselas a cambio del rescate. Novagalicia obtuvo, según difundió la propia entidad en su momento, 308 millones entre enero de 2012 y diciembre de 2013, fecha en la que Banesco cierra la compra de Novagalicia por 1.003 millones.
La venta de R ha sido la operación más rentable de Abanca, obteniendo un beneficio de 204 millones
Solo la venta de R aportó a Abanca 267,4 millones, “generando un beneficio consolidado por la venta de 203,9 millones”, según consta en la memoria de ejercicio que remitió el banco a la CNMV. A esta operación hay que sumar los ingresos de 34,4 millones que logró Abanca en 2014, según los datos de la propia entidad.
En 2016 se produjo la venta de Cupa al fondo norteamericano Carlyle por 170 millones. Abanca tenía un 20% de la pizarrera. Aunque no detalló los extraordinarios obtenidos en su presentación de resultados de su último ejercicio, los ingresos por esta operación rondarán los 35 millones.
Si a estos se suman los 2,7 millones por la venta de las eólicas Galenova y TH Eólica Xinzo y Paraño al grupo de Honorato López Isla, ex vicepresidente de Unión Fenosa, y los 64 millones que obtendrá en la opa de Indra sobre Tecnocom (tiene el 20% de las acciones), se superan los 400 millones de euros en ingresos.
La salida de Itínere, el grupo gestor de autopistas, reportará a la entidad más de 200 millones
Abanca tiene pendiente de cerrar otra gran operación de venta, el traspaso de Itínere, la concesionaria de autopistas y dueña de la gestora de la AP-9, Audasa. El interés de Globalvía por hacerse con la compañía controlada por el fondo norteamericano Corsair Capital, sirvió para medir el valor de la participación de Abanca. La oferta por Itínere, según fuentes próximas a la operación, rondaba los 1.000 millones, una vez descontados los 3.000 millones de deuda del grupo.
El banco de Juan Carlos Escotet controla un 23,8% del capital, por lo que obtendría en torno a 240 millones y se situaría con unos ingresos próximos a los 700 millones por desinversiones. Ya desde la etapa de Castellano, la venta de este paquete accionarial es uno de los objetivos de la entidad.
Los beneficios de Abanca han contado con el respaldo de sus desinversiones. En 2015 firmó ganancias de 330 millones, logrando por la venta de R y varias eólicas 260 millones en ingresos. El pasado curso, con beneficios similares, traspasó Cupa. Y para próximos ejercicios es previsible que se produzca la venta de los paquetes en Itínere o CLH.
Además, Escotet decidió en 2015 vender valores representativos de deuda que conservava la entidad, fundamentalmente deuda pública española a través de obligaciones y bonos del Estado, deuda autonómica y valores de renta fija. Las operaciones reportaron al banco unos ingresos de 295,5 millones.
