Caixabank convierte una vieja sucursal en un café para millennials

Caixabank invierte dos millones de euros en la reforma de su histórica sucursal de la calle Pelai, en Barcelona, en un café que ofrece espacios a sus clientes

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En los sótanos donde los clientes guardaban las joyas el dinero y los documentos bajo doble llave, una sala de juegos. En el lugar donde estaban las cajas una sala de conciertos. Una oficina bancaria transformada en café para jóvenes.

Caixabank ha dejado de lado los términos de “solvencia” y “seguridad” para captar a los clientes de una forma diferente. Ahora se refiere a su centenaria sucursal como un local “cool” y “trendy” que ha sido concebido como lugar para que los jóvenes con menos de 25 años asistan a conciertos, reserven una sala de reuniones, jueguen videoconsolas, o asistan a exposiciones o encuentros organizados por jóvenes con alta influencia en las redes sociales.

En el espacio no se venderá ningún servicio financiero, al menos no directamente, según han explicado los responsables de Caixabank en la presentación del nuevo imaginCafé.

El espacio de 1.200 metros cuadrados dispone de un café Rodilla (grupo Damm) y espacios que podrán reservar sólo los clientes de Imagin Bank, el banco creado por Caixabank para captar a los clientes jóvenes.

Inspirada en San Francisco

El equipo de marketing de Caixabank descubrió a Capital One Café, en San Francisco, y pensó que la idea de un local destinado al disfrute a promover “valores de marca” y no productos financieros. El local de San Francisco, por ejemplo, organiza fiesta con sudaderas viejas, feas y usadas. Temática joven de primera tendencia.

Se trata de lucir como una marca atractiva para una generación con valores diferentes. “Valoran más la experiencia que las posesiones”, explica el video promocional del café. Se trata, a fin de cuentas, de un espacio que sigue la tendencia de la tienda de Samsung en Nueva York en la que no se vende ni un solo móvil. Sólo experiencias.

En el fondo, el local será un espacio para promover, de forma indirecta, la curiosidad por los servicios de la banca móvil de imaginBank, el banco móvil de Caixabank que ya supera los 500.000 clientes.

El director general de Caixabank, Juan Alcaraz, ha reconocido que los clientes milennials, que abren sus primeras cuentas en la entidad, no suponen todavía un negocio demasiado rentable. Pero el banco quiere su atención como una apuesta a mediano y largo plazo. “Queremos atraer nuevos clientes y que algunos que ya son clientes de Caixabank prueben imaginBank”,

La entidad quiere diversificar sus planes de márketing para incluir a millennials y a los influencers de las redes sociales. Este tipo de publicidad tiene una efectividad cinco veces mayor a la publicidad convencional, según explica Xavier Mas, director de Marketing de Caixabank.

El café gestionado por el banco podría ser sólo el primero. Si el concepto funciona, podría ser replicado en otras ciudades españolas, pero antes Caixabank tendrá que medir el funcionamiento, el gasto y la respuesta antes de iniciar una inversión más fuerte. Sólo la remodelación del espacio tuvo un coste de dos millones de euros.

Mientras se experimenta con el nuevo concepto, los clientes de imagineBank podrán jugar en competiciones de videojuegos, celebrar talleres e incluso probar las antiguas máquinas Arcade, para los usuarios que superan los 25 años y que jugaron con ellas en los bares. El bar para millennials también acepta a los mayores y hasta los clientes que todavía usan la libreta de papel de Caixabank. Toda una reliquia. 

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