Caprabo da la razón a la banca: es un agujero para Eroski

Los supermercados catalanes pierden cinco millones y recortan ventas entre el acoso de la competencia y las quejas de la banca

El exterior de uno de los supermercados de Caprabo, propiedad de Eroski.

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Fue una de las grandes exigencias de la banca para refinanciar la deuda de Eroski: vender unidades de negocio para poder pagar el pasivo con las entidades. En seguida se puso sobre la mesa Caprabo, a lo que la cooperativa vasca se negó en redondo. Hoy, la petición se entiende mejor: en 2018, los supermercados catalanes perdieron 5 millones de euros y recortaron sus ventas el 8% hasta los 912 millones de euros.

Los resultados se dan en un contexto de recortes. La empresa redujo su tamaño desde los 330 establecimientos hasta los 320 locales a pesar de que los que mantiene están siendo sometidos a un proceso de transformación, lo que justifica las pérdidas del ejercicio, explica la compañía en un comunicado.

Por otro lado, el efecto Mercadona también se deja notar. La cadena valenciana gana cuota de mercado sin cesar en toda España y ya se convirtió en un mal para la competencia. Los propios bancos se pusieron en alerta por la entrada de la sociedad en el País Vasco y el posible impacto sobre las ventas de Eroski en su hogar de nacimiento.

De este modo, y de mantenerse las pérdidas, las entidades podrían forzar la venta de Caprabo, que a día de hoy parece aparcada por su matriz con la tolerancia de la banca.

Caprabo desató la tormenta financiera en Eroski

El pasado mes de marzo, Eroski logró refinanciar 1.540 millones de euros después de año y medio de negociaciones con la banca al ver como se acercaba la fecha de caducidad del acuerdo alcanzado en 215. La compañía deberá afrontar desinversiones en los próximos años​. La intervención del Gobierno del PNV del lehendakari Iñigo Urkullu fue para el acuerdo final.

Eroski llegó a pedir una condonación de hasta 500 millones de euros de la deuda. Sin embargo, esta propuesta fue rechazada de pleno por Banco Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell y Bankia, los mayores acreedores del grupo de distribución. De hecho, la entidad presidida por Ana Botín llegó a exigir por escrito al grupo vasco el cumplimiento de un plan de reestructuración después de constatar que las conversaciones amistosas iniciadas en septiembre de 2017 no daban sus frutos.

Finalmente, la empresa logró salvar filiales como CapraboVegalsa —la filial de Galicia—, la división de Baleares (la más rentable) y Forum Sport, la cadena de tiendas de deportes creada con varios exdeportistas de élite como Miguel Induráin. Sí las agrupará en sociedades «con el fin de optimizar su resultado y recursos». Además, Eroski celebra que el actual acuerdo elimina la necesidad de mercantilizar la cooperativa.

El origen de los problemas de Eroski radica en la compra de Caprabo entre 2007 y 2012. La empresa vasca pagó 1.125 millones de euros, pero las ventas de la cadena con base en Cataluña se han desplomado cerca de un 50% desde la adquisición.

Carles Huguet

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