El Corte Inglés se juega la factura final del coronavirus en una Navidad entre restricciones

Los grandes almacenes concentran la mayor parte de sus ventas en el segundo semestre, pero las recientes restricciones amenazan la recuperación del verano

Imagen de El Corte Inglés de la Avenida de Francia, en Valencia

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El Corte Inglés cerró la campaña veraniega con motivos para el optimismo: las ventas se habían recuperado hasta el 80% de lo habitual y el Ebitda ya arrojaba cifras positivas tras dejar atrás el estado de alarma. La compañía se asomaba a la segunda mitad de su año fiscal –empieza en marzo— con el convencimiento de una remontada que ahora las nuevas restricciones al comercio amenazan con segar, precisamente de cara al semestre más importante de su ejercicio, con el Black Friday, las Navidades y la campaña de rebajas.

Los grandes almacenes hicieron públicos este viernes los resultados cosechados en la primera mitad del año 2020/2021. El Ebitda todavía fue de -131 millones de euros​, a pesar de lograr que el del segundo trimestre ya alcanzase los 64 millones positivos. Las ventas mantuvieron la rebaja y se desplomaron el 38% hasta los 4.489 millones a pesar de que la reapertura de los centros comerciales y el auge del negocio online liderasen una mejoría entre junio y agosto.

Con la división de retail por encima del 80% de su volumen de negocio normal, la llegada del segundo semestre se esperaba como una confirmación de que lo peor había quedado atrás. Tradicionalmente, El Corte Inglés concentra algo más del 50% de las ventas en la segunda mitad del año; en 2020, con la caída del turismo, el porcentaje se espera que sea bastante superior.

No obstante, los rebrotes amagan con echar por tierra la recuperación e incrementar así la factura del coronavirus. Cataluña, Asturias y Castilla y León fueron las primeras en restringir la actividad de las grandes superficies. La primera optó por limitar el espacio abierto al público a 800 metros cuadrados mientras que las otras dos directamente prohibieron su apertura por la subida de los contagios.

El Corte Inglés ha metido en ERTE a su plantilla de Cataluña, Asturias y Castilla y León por las nuevas restricciones

Ante tal panorama, la organización que preside Marta Álvarez anunció esta misma semana un nuevo expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) para los trabajadores de CataluñaAsturias y Castilla y León al ser los territorios más afectados por las limitaciones.

Y el principal temor no son las restricciones actuales. A falta de un mes para el primer día grande, el Black Friday, se da por hecho que no se repetirán las colas de años anteriores. Sin embargo, si el cierre de locales se extendiese a otros territorios, la buen funcionamiento del negocio online no serviría para compensar el pico de ventas habitual de la jornada.

Peor sería llega a Navidad sin que se levantasen los vetos. De cara al invierno ya no solo preocupan las limitaciones de aforo o el cierre de locales –a la espera de si algunas comunidades obtienen el solicitado confinamiento domiciliario–, solo el máximo de personas en las reuniones privadas ya supondrá una caída de los encuentros y, por tanto, un descenso del gasto tanto en regalos como en los supermercados.

El primer semestre de El Corte Inglés

De este modo, la incertidumbre sobre si se completará la recuperación postpandemia queda ahora a expensas de los rebrotes. En el primer semestre, los grandes almacenes registraron un Ebitda negativo de 131 millones de euros frente a las ganancias brutas de 440 millones obtenidas en el mismo periodo del año anterior. Sin embargo, ya consiguieron un Ebitda positivo de 64 millones entre junio y agosto.

Las cifras de la organización llegaron marcadas por el desplome de las ventas, que pasaron de 7.328 millones de euros en los primeros seis meses de 2019 a 4.489 millones en el mismo periodo de 2020; un descenso del 38%.

La pandemia limitó las ventas de los centros comerciales y la aseguradora, aunque en el segundo trimestre del año ya rondaban el 80% de lo habitual. Peor fue el golpe para la agencia de viajes, que prácticamente se quedó sin poder facturar nada y redujo su cifra de negocio en un 90%. De hecho, la plantilla de la división sigue todavía afectada por un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE).

De hecho, el negocio retail tuvo unas ventas de 2.843 millones entre julio y septiembre, el 12,9% menos que durante el periodo comparable por la falta de turistas. Fuentes cercanas a la compañía explicaban que los establecimientos de ciudades secundarias y periféricos registran un mejor desempeño que las grandes tiendas de Madrid y Barcelona por culpa de la caída de visitantes y el impacto del teletrabajo.

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