Eroski entregará sus filiales a la banca si no cumple con la deuda

La cooperativa tuvo que incluir una cláusula en la última refinanciación para que las filiales pase a ser propiedad de la banca si no cumple con los pagos

Sede de Eroski.

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Eroski respira más tranquilo desde que el pasado mes de marzo llegó a un acuerdo con la banca para refinanciar su deuda. El pacto se aprobó tras meses de negociaciones con más tiras que aflojas y sirvió para estirar el calendario de pagos hasta 2024. Un lustro en el que la cooperativa vasca deberá devolver 1.450 millones bajo la amenaza de quedarse sin algunas de sus filiales, como Caprabo o Vegalsa, en el caso de no lograr hacer frente a las obligaciones.

El conglomerado que preside Agustín Markaide reconoce en su informe semestral que incluyó una cláusula para que la “mayoría” de las filiales figuren como garantía de no cumplirse “los compromisos de pago”. La banca tendrá así la posibilidad de “convertir una parte de la deuda pendiente por las participaciones (…) considerando a efectos el valor calculado por expertos independientes”, añade antes de asegurar que las entidades no podrán adquirir las sociedades por un precio inferior al mercado.

El pool bancario formado principalmente por Banco Santander, BBVA, Caixabank y Sabadell no se hará con las participaciones de las filiales. En el momento de la firma, Eroski se comprometió a crear una sociedad mercantil que, pendiendo de la cooperativa, hiciese de paraguas de todas las filiales a excepción de Viajes Eroski y los hipermercados del sur de España.

Eroski tiene que pagar 371 millones a la banca entre 2020 y 2021

Entre las que sí estarían implicadas en el pacto destacan la catalana Caprabo, la cadena deportiva Forum Sport, y la división de Baleares (la más rentable). En el anuncio de la refinanciación, Eroski destacó que la nueva estructura «optimizará su resultado y recursos» y que se eliminaba así la necesidad de mercantilizar la cooperativa, una de las posibilidades que las entidades pusieron sobre la mesa en un primer momento.

La compañía se muestra confiada de su músculo y en el mismo texto defiende que no ha realizado ninguna valoración de las empresas “al considerar que su valor no es ni será en el futuro significativo”. No obstante, en el horizonte se vislumbran ya algunos puertos de montaña. Para empezar: en los ejercicios 2020 y 2021 tendrá que hacer frente al pago de 371 millones. El siguiente pico será en 2024. Tras dos años con un desembolso previsto de 30 millones, para de aquí un lustro deberá pagar 720 millones de euros.

Eroski logra así salvar, en un primer asalto, sus filiales, uno de sus requisitos a la hora de firmar el acuerdo. Fue también el principal escollo, pues la banca estaba convencida de que la cooperativa debía afrontar desinversiones más allá de la venta de algunos supermercados.

Eroski busca socios para las filiales

Pero algo sí es seguro: las filiales de Eroski verán en los próximos años como nuevos socios entran en su capital. Tras sellar el pacto con las entidades, el grupo de distribución se puso manos a la obra para abrir el accionariado de estas sociedades a nuevos inversores. En la última presentación de resultados ya explicó que buscaría nuevos compañeros tras la reestructuración societaria.

El plan se plantea a cinco años vista y, si bien está todavía en fase inicial, ya están claras algunas de las ideas que la compañía vasca tiene sobre la mesa. La mayoría ya las planteó en conversaciones informales con BBVA, la entidad de confianza de la cadena de distribución.

Eroski abrió la puerta a incorporar socios en todas las compañías. Sin embargo, Viajes Eroski, la estar gestionada de forma cooperativa, y Vegalsa, en la que ya trabaja con un socio local, quedarán fuera de la primera ronda de contacto con inversores.

Más números tienen de entrar en escena Caprabo Forum Sport, de la que posee el 93%. La filial catalana tiene el inconveniente de que fue adquirida por 1.125 millones de euros justo antes de la crisis; un precio muy superior al actual. Por lo tanto, deshacerse ahora de ella supondría admitir unas pérdidas contables que la matriz trata de evitar.

Con el resto de la red geográfica también sobre la mesa, Eroski abre la puerta tanto a socios industriales como a fondos de inversión. Es más, está abierta incluso a perder la mayoría del accionariado y a ceder parte de la gestión con tal de lograr el oxígeno financiero exigido por los bancos.

Carles Huguet

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