Idealista paga el doble de impuestos que las tiendas Apple de España

La compañía de Jesús Encinar factura casi 8 millones de euros y deja 3 millones a Hacienda. Las tiendas de Apple, en cambio, rebasan los 200 millones y aportan al fisco sólo 1,4 millones

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La mediana empresa española paga mucho más impuestos que las grandes multinacionales tecnológicas. El ejemplo más claro del tratamiento fiscal desigual es Idealista, el primer portal inmobiliario de España, que aumentó el año pasado su resultado antes de impuestos de 4,4 millones a 6,9 millones, un 56% más, según los datos depositados por la compañía en el Registro Mercantil. Pero los impuestos se terminaron comiendo casi todo el aumento de beneficios.

Idealista pagó el año pasado 3,1 millones de euros a Hacienda, el doble que las 11 tiendas Apple de España, con una facturación superior a los 200 millones de euros. Las tiendas Apple, con 1.100 trabajadores, apenas aportaron al fisco 1,4 millones de euros.

La ingeniería fiscal: de 60 a 1,4 millones

El táctica de la multinacional es que factura sus ventas españolas en Irlanda, donde tiene su sede fiscal. El resultado sería muy diferente las tiendas Apple tuviesen el mismo tratamiento fiscal que el resto de empresas españolas y pagasen el 30% de impuesto de sociedades.

Idealista experimentó un importante crecimiento en 2013 y pasó de 138 a 248 trabajadores. El portal inmobiliario aumentó de 5,5 millones de euros en caja en 2012 a 84, millones el año pasado. La facturación se disparó pero, después del pago de impuestos, el beneficio subió en 373.000 euros netos, una cantidad irrisoria en comparación con el crecimiento de su negocio.

El doble rasero

Idealista pagó el año pasado en tributos el triple que en 2012. Fueron 3,1 millones de euros, más que lo que pagó Microsoft, Google y Yahoo juntas según denunció el presidente de la compañía Jesús Encinar ante ministro de Industria, José Manuel Soria, en unas jornadas económicas celebradas en junio pasado en las que el ministro esquivó las acusaciones como si no fueran con él.

Encinar sorprendió en aquella ocasión al gobierno con sus ataques pero hoy no quiere ahondar en la herida y ha declinado comentar la desigualdad fiscal al que se enfrentan las empresas españolas en comparación con las multinacionales.

El gobierno anunció a mediados de año que pretende que los servicios electrónicos –como los libros electrónicos de Amazon– se facturen en el país donde se realiza la descarga y no donde se ubique el domicilio fiscal. Pero la legislación europea protege el escapismo fiscal de las multinacionales que se escaquean, como pueden, de sus obligaciones tributarias.

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