Inspección de Trabajo abre una nueva crisis en Unipost

La Generalitat da tres meses a la compañía para que ponga en marcha su plan de igualdad, pendiente desde 2011 y denunciado por la CGT

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El grupo postal privado Unipost está en una situación financiera muy precaria, pendiente de un crédito de la Generalitat para poder pagar las nóminas. Pero sus problemas no terminan ahí. Ahora se expone a una sanción por la inaplicación del plan de igualdad de 2011, y tiene tres meses para evitar una multa que haría temblar todavía más las arcas del grupo propiedad de la familia Raventós.

El sindicato CGT denunció a Unipost ante la Inspección de Trabajo porque no se ha aplicado el plan de igualdad que la compañía impulsó en 2011, y la semana pasada se celebró la reunión entre la empresa, los representantes sindicales –CGT, UGT y CCOO–  y Trabajo. En ella, la inspectora dio la razón a la denuncia y dio tres meses a la compañía para reparar la situación.

Unipost tiene que volver a convocar la comisión de igualdad de la empresa, que quedó abandonada, rehacer el diagnóstico de necesidades en materia de igualdad y extenderlo a todos los centros de trabajo. Así, a principios del año que viene debería empezar a aplicarse el plan de igualdad.

Plan sin acuerdo  

Según han explicado fuentes sindicales, Unipost intentó pactar el plan de igualdad en 2011 con CCOO y UGT –los dos sindicatos que estaban en la comisión de igualdad–. No obstante, no se llegó a ningún acuerdo: las medidas propuestas no abarcaban a todos los centros de trabajo ni a todos los colectivos, por lo que los sindicatos no firmaron.  

Aun así, sin acuerdo de la mesa de igualdad, la empresa presentó el plan, ya que, por volumen de trabajadores, estaba obligada, pero también porque recibió la subvención de 10.000 euros que otorgaba la Generalitat. A pesar de ello, la aplicación apenas se llevó a cabo.  

La denuncia de la CGT argumentaba que, desde que se aprobó el plan, en 2011, se guardó en un cajón y no se implementó prácticamente ninguna medida ni se convocó la comisión. La empresa se defendió aduciendo la mala situación económica que ha vivido en los últimos años, con problemas de liquidez y recortes de personal, pero estos argumentos no fueron suficientes para la inspección.

Un problema más

El Plan de Igualdad supone ahora un nuevo dolor de cabeza para Pablo Raventós y la cúpula de Unipost. Actualmente, la prioridad de la compañía es resolver los problemas de liquidez a corto plazo, que le impiden pagar la mitad pendiente de la nómina de septiembre y el 20% de la extra de verano, que se comprometió a pagar este octubre.

La compañía estaba pendiente de recibir un crédito de Avançsa, como adelantó este medio, para hacer dichos pagos, comprometidos para el viernes pasado. Sin embargo, el mismo viernes, Unipost informó a la plantilla de que todavía no tenía el dinero, y este martes, los trabajadores aún no habían cobrado las nóminas.

Xavier Alegret

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