Ismael Clemente, el estratega inmobiliario de Blackstone en España

El fondo ha confiado a Magic Real Estate su estrategia inversora y le otorga parte de la gestión de los activos

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Ni Jean-François Bossy, director financiero del negocio inmobiliario de fondo Blackstone en Europa colocado al frente de la gestión en España, ni Claudio Boada, responsable corporativo del grupo de inversión en Iberia desde junio de 2012, tienen nada que ver con la estrategia que el gigante estadounidense ha seguido para adquirir un portfolio de 41.000 viviendas por 3.800 millones de euros.

Todo el engranaje fue ideado en un despacho del paseo de la Castellana de Madrid. El de Magic Real Estate, que, desde octubre de 2012, dirige Ismael Clemente, uno de sus fundadores. El mismo en el que también se ha articulado Merlin, la socimi más capitalizada de España.

Estrategia perfectamente calculada

Antes, durante y después de que Blackstone se hiciera con tan vasto patrimonio inmobiliario, la gestora de Clemente ha jugado un papel relevante. Nada se ha improvisado y todo estaba perfectamente calculado.

Lo primero, la fecha en que Clemente y su socio, Miguel Ollero, crearon la gestora. Dos meses antes de que naciera la Sareb –el banco malo convertido después en una de sus principales fuentes de ingresos–, en una época en que grandes ayuntamientos y comunidades autónomas estaban anunciando la necesidad de desprenderse de miles de viviendas para lograr ingresos extraordinarios.

El aval de Ismael Clemente

Blackstone se fio a pies juntillas de la estrategia diseñada por Clemente para invertir 5.000 millones de euros en activos inmobiliarios. Su aval, el de haber sido el responsable del negocio inmobiliario del Deutsche Bank en España durante todo el boom inmobiliario. Y, también, el que en 2006 aconsejó a sus jefes en Alemania de que el mercado español ya no daba para más y que era mejor replegar velas.

La venta del hotel Arts en Barcelona, por la que el banco teutón obtuvo unos beneficios de 170 millones tras el traspaso a inversores holandeses y a un fondo de Singapur, prácticamente ponía fin a la andadura del gigante alemán por el ladrillo español.

Alianza exitosa

De esta manera, Magic Real Estate se convirtió en ‘partner’ en España de Blackstone, y el anuncio de venta, por parte del Ayuntamiento de Madrid, de casi 2.000 viviendas en alquiler a principios de 2013 hizo que la alianza entre ambos se hiciera más fuerte. Clemente hizo valer su conocimiento del mercado inmobiliario español, y el fondo puso los casi 130 millones para quedarse con ese importante paquete de pisos sociales que, con el tiempo, dejarán de serlo.

La estrategia culminada con éxito entre Blackstone y  Magic Real Estate en Madrid fue seguida, entre finales de 2013 y 2014, de media docena de operaciones más, entre ellas la de mayor envergadura. Esos créditos hipotecarios sobre unas 38.000 viviendas de CatalunyaCaixa, con un saldo pendiente de amortizar de casi 6.400 millones de euros y sobre el que, ante los impagos existentes, se habían aportado provisiones de 2.200 millones.

Una operación, también diseñada por el equipo de Ismael Clemente, consistente en la transferencia de la cartera a un fondo de titulización de activos por un importe de casi 4.200 millones (diferencia entre lo que quedaba por amortizar y lo provisionado), de los que Blackstone aportaba 3.615 millones y el Estado, a través del FROB, los restantes 572 millones de euros.

Gestión completa

Pero el papel a jugar por Magic Real Estate como socio local inmobiliario de Blackstone en España no se acaba con el cierre de la operación. También se ha encargado de gestionar los activos a posteriori.

No en Barcelona, donde el fondo decidió que la gestión y administración de los préstamos adquiridos a CatalunyaCaixa corriera por cuenta de Anticipa Real Estate, sociedad filial de Blackstone, manteniendo al frente de la misma a Eduard Mendiluce, hasta ese momento consejero delegado de CXi, la plataforma inmobiliaria de la entidad financiera catalana.

Pero sí en Madrid. Fidere, la sociedad creada en Madrid para alquilar y vender los pisos adquiridos por Blackstone a los ayuntamientos de Madrid y Tres Cantos, a la Sareb y a la inmobiliaria Martinsa-Fadesa, es otra idea de Ismael Clemente.

Hombres de Clemente en Blackstone

Y no hay más que echar un vistazo al Registro Mercantil para comprobar cómo algunos de los colaboradores de Magic Real Estate, como Miguel Ollero –el otro socio fundador de la gestora junto a Ismael Clemente– figura como consejero o delegado de alguna de las sociedades creadas bajo la marca Fidere, o cómo Miguel Oñate, otro colaborador de Clemente, es presidente de Fidere Residencial. El único caso en el que no es el propio Jean-François Bossy el que lo hace.

Entre los administradores de estas sociedades inmobiliarias en España, Blackstone también suele incluir a los abogados de los bufetes de prestigio con los que habitualmente trabaja. En el caso de Madrid, Alfonso Benavides, de la firma Clifford Chance, es secretario no consejero de todas las empresas Fidere, mientras que en Barcelona es Óscar de Santiago, de Garrigues, el que ejerce de vicepresidente en Chameleon Cedro.

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