María Reig corta las alas al negocio de alta joyería de su ex marido

La empresaria deja de invertir en algunas tiendas Vasari de España y sólo mantiene la de Andorra

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María Reig se deshace poco a poco del negocio de alta joyería que creó junto con su ex marido, Carlos Enseñat. Vasari ha muerto en España –tras el cierre de las tiendas de Madrid y Barcelona– y ha quedado reducida a un único establecimiento en Andorra.

Según apuntan fuentes próximas a la familia, tras el divorcio de la pareja, la empresaria ha decidido dejar de invertir en la enseña después de que las cuentas no brillaran por su excelencia.

El hijo apuesta más por la política

Además, el hijo de ambos, Carlos Enseñat Reig, aunque aparece como administrador de algunas sociedades del grupo, se ha decantado de momento por la política más que por algunos negocios de la familia. En 2010 fue nombrado consejero del grupo parlamentario Andorra pel Canvi y su intención es realizar carrera en la política andorrana.

El hijo del matrimonio figuraba como administrador de la división Reig Capital Luxury and Retail, donde se aglutinaban las actividades más relacionadas con el lujo y la moda que ahora ya se integran en el holding familiar. Pero no es la única. También era el representante de la sociedad Joyeria Vasari Madrid con domicilio social en el paseo de Gràcia de Barcelona y un capital algo superior al millón de euros.

Separación matrimonial y empresarial

Con el matrimonio ya roto, Reig ha cortado las alas al negocio joyero que monto con el que fuera su cónyuge. Atrás han quedado los años de grandes colaboraciones con top models como Laura Ponte y con Genoveva Casanova como embajadora de la enseña. Además, el grupo Reig en su intento por convertirse en un equivalente a LVMH –español y andorrano– se decantó por comprar la firma Azzaro, aunque de momento no se ha producido una destacada expansión de la firma.

También el grupo andorrano cuenta con los derechos de franquicia en España de la conocida marca de zapatos Manolo Blahnik presente en el centro de Barcelona –más concretamente en el hotel Mandarín propiedad también de Reig– y en la calle Serrano de Madrid.

Otros fallidos

Otro intento fallido fue la alianza con la diseñadora Diane Von Furstenberg, que se rompió hace algo más de un año después de que Reig obtuviera, también, los derechos de franquicia.

A la empresaria andorrana hay negocios que se le resisten. Incluso el prestigioso Mandarin Oriental de paseo de Gràcia se ha convertido en un pozo sin fondo para su propietaria con pérdidas que han llegado a superar los 12 millones de euros.

Economía Digital

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