Sacyr acumula un ‘roto’ de 1.350 millones en Repsol

Tras el último ajuste en las cuentas de 2015, los 3.262 millones que le costó a la constructora comprar el 8,7% de la petrolera apenas cotizan en bolsa por 1.100 millones, tres veces menos

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Si las cosas van bien en Repsol, a Sacyr le viene Dios a ver. Cobra 115 millones de dividendo anual por sus 122 millones de acciones en la petrolera, con los que hace frente al coste del préstamo con el que financió la compra de estos títulos y, además, le sobra dinero para atender gastos. 

Pero si los resultados del grupo presidido por Antonio Brufau no son los esperados, el ajuste en las cuentas de la constructora se deja sentir. Y de qué manera. Así ha ocurrido en 2015, y las consecuencias a la vista están. Nada menos que un impacto total de 655 millones de euros.

Desglose de las pérdidas

Son 105 millones de euros, los equivalentes al 8,7% por las pérdidas de Repsol, más 373 millones provisionados en septiembre para ajustar a la baja el valor de su participación en la petrolera, y 177 millones más por efectos fiscales relacionados con esta inversión. 

Un agujero que, de no ser por la venta de su filial Testa a la socimi Merlin –con unas plusvalías de 1.280 millones de euros– , habría llevado a Sacyr a contabilizar unas pérdidas muy abultadas, en lugar de los 370 millones de beneficios declarados.  

1.613 millones del préstamo de Repsol

Y es que el 8,7% que la constructora presidida por Manuel Manrique en la multinacional petrolífera tiene sus riesgos. Son 122 millones de títulos que avalan el préstamo que permitió su compra. Actualmente, de 1.613 millones, tras ser reducido en 611 el pasado año, que vencen en 2018.

De momento, los 94 millones que cobrará Sacyr por dividendos de Repsol en 2016 –los 57 ya percibidos en enero y los 37 que serán abonados en julio como retribución complementaria, reducida en un 20%–, sirven sobradamente para pagar los intereses de ese préstamo. En el futuro, ya se verá. 

El préstamo por los títulos de Repsol representa el 38,6% de los 4.180 millones de deuda financiera que, al cierre de 2015, contabilizaba Sacyr. Desglosada, además de por ese préstamo, por los 1.720 millones de financiación de proyectos, 322 del resto de negocios, 66 millones de deuda corporativa y otros 459 de obligaciones convertibles. 

Test de deterioro

Para Sacyr, llegar a saber lo que gana o pierde cada trimestre con su 8,5% de Repsol resulta un tanto complicado. El test de deterioro que se efectúa tiene un sinfín de variables que aplicar.

En este caso, el valor en libros o de participación al que se ha llegado, al cierre de 2015, es de 15,66 euros por cada acción de Repsol, capitalizado en 1.912 millones de euros. Lejos de los 19,88 euros contabilizados a finales de 2014 y a años luz de los 26,71 euros del precio medio de compra de las acciones, que capitalizarían por 3.260 millones.  

Valor desfasado dos meses después 

Un valor en libros que ya hoy quedaría desfasado, toda vez que Sacyr parte, para llegar a esos 15,66 euros, de los 10,12 euros a los que cotizaba Repsol a 31 de diciembre de 2015, cuando, dos meses después, lo hace en el entorno de 9,1 euros, el valor razonable actual de la participación. 

Sacyr, desde que adquirió la participación en Repsol, hace una estimación de su valor a partir del flujo efectivo esperado por la petrolera, deduciendo posteriormente el valor de la deuda financiera neta y los intereses. 

Flujos de caja

Los flujos de caja proyectados se descuentan a una tasa basada en el coste medio ponderado del capital (CMPC), en torno al 11,44%, al que se llega aplicando varios inputs, como el coste de los recursos propios, la tasa libre de riesgo o la prima de riesgo de mercado.

Adicionalmente, se hace un análisis de sensibilidad y, tras descartar los valores extremos, quedaría el valor central de 15,66 euros por cada acción que Sacyr posee en Repsol.

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