Seat y la ley Beckham

Las retribuciones de la dirección se disparan el 55% en 2012 porque sus miembros dejan de beneficiarse del régimen fiscal para no residentes

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El total de las retribuciones de la alta dirección de Seat en el ejercicio 2012 se ha disparado el 55%. La cúpula de la automovilística ha pasado de repartirse 5,4 millones de euros en 2011 a 8,4 millones de euros un año después. ¿Los directivos de un grupo en pérdidas se subieron el sueldo? No. El vicepresidente ejecutivo de finanzas y organización del grupo, Holger Kintcher, afirmó en la presentación de resultados del pasado jueves que era “España” quien salía ganando con la mayor retribución. “Nosotros no”, reiteró.

No dio más detalles, pero las cifras del informe de gobierno anual no responden a la subida temporal del Impuesto sobre la Renta aprobado a principios de 2012 por el Gobierno de Mariano Rajoy. La gran diferencia de su aportación al fisco español responde a otro motivo: la ley Beckham. “Buena parte de los miembros de la cúpula han dejado de tributar al tipo general fijo del 24%”, declaran a Economía Digital fuentes internas de la compañía.

Cúpula extranjera

El grueso de la cúpula de Seat se pudo acoger a la reducción del IRPF porque cumplía con los requisitos de la norma, aprobada en 2005 por el Gobierno de José María Aznar (PP) con el objetivo oficial de atraer a talento extranjero. La ley, que beneficiaba a las retribuciones más altas durante seis años, acabó con el nombre del futbolista David Beckham porque fue uno de los primeros que se acogió a ella durante su etapa en el Real Madrid. El Gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero (PSOE) eliminó esta norma a finales de 2009, pero no con carácter retroactivo.

Buena parte de los integrantes del comité ejecutivo (ocho miembros) y el consejo de administración (cinco componentes) de Seat se desplazaron a España para ocupar su cargo en la automovilística. Además, la naturaleza del grupo Volkswagen les obliga a trabajar entre las sedes del grupo –la central está en Martorell (Barcelona)–, y el headquarter de Volkswagen, situado en la ciudad alemana de Wolfsburg.

Éste es el caso del máximo responsable de la automovilística española, el británico James Muir. Aterrizó en Seat en 2009 procedente de Mazda (una marca que no forma parte de Volkswagen). Muir trabaja la mayor parte del tiempo en Martorell, también tiene despacho en la sede de Seat en Madrid (en la torre de cristal) y despacha en Wolfsburg de forma habitual, informan fuentes cercanas al directivo.

Seat asume el incremento fiscal

La dirección de Seat es muy hermética a la hora de hablar de sus retribuciones. El propio Kintcher dejó claro el pasado jueves que nunca detallan sus sueldos por “política del grupo Volkswagen”. Otros interlocutores cercanos a la cúpula aseguran que él es uno de los directivos que ha permitido a Seat pagar menos al fisco español en los últimos años. El ahorro, en este caso, corre a cargo de la compañía automovilística, no de sus directivos.

El grupo no ha modificado el sueldo neto de la cúpula a pesar del importante incremento del IRPF. Han pasado de tributar del 24% al 56%, el tipo de gravamen de los contribuyentes con rentas más altas en Catalunya.

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