CEOE echa el freno tras la reforma laboral y rechaza subir ahora el salario mínimo

La patronal escuchará las propuestas pero quiere que se aplace la subida del SMI para priorizar el acuerdo para el alza salarial en los convenios que ya negocia con los sindicatos

El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, conversa con la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, durante un desayuno informativo del Fórum Europa protagonizado por el presidente de ATA, Lorenzo Amor, este jueves en Madrid. EFE/J.J. Guillén

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CEOE celebró este jueves la ajustada y polémica convalidación de la reforma laboral, sin cambios respecto al texto pactado en el diálogo social tal y como reclamaba, por dar «estabilidad, garantizar la paz social, consolidar lo esencial de la reforma de 2012 del PP y trabajar por reducir la temporalidad», pero tras este acuerdo para la reforma estrella de la legislatura la patronal echa el freno en su connivencia en el siguiente hito: la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) para 2022.

Aunque es prerrogativa del Gobierno decidir y fijar el eventual incremento del SMI, actualmente fijado en 965 euros en 14 pagas, el Ejecutivo lleva convocando los últimos años a la mesa de diálogo social para abordar la decisión también con la patronal y los sindicatos.

Así, este lunes el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, se reunirá este lunes con los equipos de CEOE y los sindicatos CCOO y UGT para escuchar sus planteamientos y sin llevar una propuesta fija. Los sindicatos lo tienen claro al exigir un alza hasta los 1.000 euros, pero los empresarios no están aún por la labor de una subida de esa magnitud.

CEOE aboga por una senda a largo plazo que contemple el alza de costes

Fuentes de la organización señalan a Economía Digital que se esperará a conocer la propuesta del Gobierno, pero adelantan que «habrá negativa si se plantea una subida en estos momentos». En el seno de CEOE hay cierta división pero parece haber consenso en abrirse a negociar una senda de aumento a largo plazo, de forma que estarían dispuestos a negociar y acordar una senda de incremento plurianual, oponiéndose un alza inmediato del SMI.

A su juicio, “no es el momento” de llevar a cabo otro alza del SMI, ante el «reciente» aumento del SMI acordado en septiembre, sin su beneplácito, que elevó en 15 euros el SMI para el cuarto trimestre de 2021 y, sobre todo, ante la presión del aumento de los costes laborales con la subida de las bases de cotización y los costes salariales, además del elevado grado de «incertidumbre» actual y del hecho de que «muchas empresas, sobre todo las pequeñas, aún se están recuperando» y permanecen «ahogadas» con problemas de solvencia tras «dos años muy duros».

En este sentido, son tajantes los empresarios al fijar el requisito de que en el eventual alza del SMI que pueda ver la luz se tengan muy en cuenta los aumentos de costes que están sufriendo las empresas, como los salariales por el alza de cuotas o los altos precios energéticos.

El presidente de CEOE, Antonio Garamendi, que lleva meses demandando moderación salarial, ya rechazó una subida hasta los 1.000 euros para evitar una «contracción importante del empleo», esgrimiendo que ha subido un 30% en los últimos tres años, a lo que se suman los costes y el hecho de que ocho comunidades autónomas presentan a día de hoy un salario mínimo superior al 60% del salario medio, el objetivo marcado por el Gobierno para la legislatura.

Traslación a los contratos públicos y prioridad a la subida en convenios

Tal y como lleva reclamando desde hace años CEOE, la patronal volverá a exigir ante cualquier eventual subida del SMI que se incluya la revalorización del SMI de los últimos ejercicios en los contratos públicos, para evitar la pérdida que supone para las compañías al darse unas condiciones distintas de mayor coste de las inicialmente suscritas.

Fuentes de CEOE muestran su preferencia por priorizar la negociación ya iniciada con los sindicatos para intentar alcanzar un V Acuerdo interconfederal de Negociación Colectiva (AENC), al ser «más útil» y al permanecer caducado desde 2020 el anterior, que fijaba una subida salarial del entorno del 2% más un punto porcentual ligado a conceptos como la productividad, los resultados empresariales y el absentismo laboral.

Los contactos entre los agentes sociales arrancaron hace casi dos semanas «sin luces y taquígrafos» y se han dado hasta el próximo 3 de marzo para que las organizaciones elaboren sus propuestas y se puedan incorporar a la negociación, para a posteriori reunirse cada quince días con el propósito de cerrar el acuerdo en el primer semestre.

Con todo, los sindicatos ya estimaron en torno a un 3,7% su petición de subida salarial en los convenios, pero ante el continuo aumento de los precios posteriormente UGT anunció sus negociadores de los convenios sectoriales y de empresa reclamarán incrementos salariales del 5% para este año, a lo que habrá que sumar las cláusulas de garantía salarial contra la pérdida de poder adquisitivo por el alza del IPC.

A ojos de CEOE se trata de una petición «exagerada» que no aceptarán, pero se mantienen cautos y dicen estar «totalmente abiertos» a negociar una senda de subida «razonable» para los dos próximos años.

SMI próximo a los 1.000 euros al mes

De su lado, los sindicatos tienen claro y subrayan de forma insistente que el «compromiso» adquirido por el Gobierno el pasado mes de septiembre fue elevar el SMI a los 1.000 euros en 2022, especialmente ante el incremento de la inflación, que cerró con una media en el conjunto del año del 3,1% y se situó en el 6% en enero, de forma que los perceptores del SMI habrían perdido 2,6 puntos de poder adquisitivo el año pasado, ya que el alza del SMI fue del 1,58%, y solo efectivo para los últimos cuatro meses del año.

Actualmente el SMI se encuentra en 965 euros mensuales en 14 pagas, tras la subida de 15 euros aprobada por el Gobierno el pasado mes de septiembre, acordada con los sindicatos pero sin el beneplácito de la patronal. Ahora, desde el Ministerio de Trabajo confirman que el objetivo es continuar con la senda de alza recogida en el informe de la comisión asesora para el análisis del SMI presentado el pasado mes de julio, que planteaba tres escenarios.

El primer escenario pasaba por suponer que el salario medio subía un 1,8% en 2020, el segundo un 0,9% y el tercero que no había incremento alguno. Así, para 2021 planteaban un alza de 19 euros, 15 euros o 12 euros, en función de cada escenario, fijándose finalmente los 15 euros. En lo referido al año concerniente, 2022, el primer escenario fijaba una subida de 40 euros, el segundo de 31 euros y el tercero de 24 euros. Por lo tanto, el incremento que confirman desde el Gobierno que se llevará a cabo estará en la horquilla entre los 24 y los 40 euros, de forma que el SMI escalará a una horquilla de entre 989 y 1.005 euros.

Dado que el alza aprobado fue el del segundo escenario, si se repite ese es que, la subida de este año podría ser de cerca de 31 euros, de forma que el SMI que perciben cerca de 4 millones de trabajadores se situaría bajo ese supuesto en 996 euros este año en 14 pagas, con carácter retroactivo desde el pasado 1 de enero.

Los cambios en el Salario Mínimo no se limitarán este año solo al alza que se termine de determinar en febrero para el conjunto de 2022, sino que el Gobierno también tiene previsto acordar este año el incremento para el ejercicio 2023, tal y como se venía haciendo habitualmente hasta el año pasado y queda recogido en el Plan Anual Normativo de 2022.

Para el próximo año, 2023, el informe del comité de expertos apunta que el incremento debería ser de otros 40, 31 o 25 euros, de forma que el nivel máximo que podría alcanzar el SMI en la legislatura sería de alrededor de unos 1.045 euros, en línea con el objetivo del gobierno de alcanzar el 60% del salario medio que establece la Carta Social Europa.

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